Y ¿Qué nombre le pondremos?…

Matarilerilerón… Sobrio, exquisito habita en las alturas como las aves. Matarilerilerón… en esta insólita exposición de 29 monotipos, trabajos de un solo original, exclusivos e irrepetibles, y situados en la …

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El futuro a la vuelta de la esquina

Durante años he escuchado la frase “los tiempos de antes fueron mejores”. No sé que tenga esto de cierto. Creo que cada época posee lo suyo, y comparar entre el ayer y el hoy, de poco sirve para entender, a carta cabal, la vida. Sin embargo, así como pienso que todo se ilumina con la luz del pasado, “futurear” y jugar a pensar cómo será el mañana, me atrapa el pensamiento con frecuencia. Ni mi abuelo, ni mi padre en sus últimos años, estuvieron familiarizados con palabras como: Internet, ciberespacio, espacio virtual, WWW o Web. Mi abuelo se comunicaba por escrito con caligrafías bellísimas que parecían bordados en tinta china, aquellas de los años porfirianos, cuando el amor secreto era escondido en los pañuelos y las misivas se enviaban en sobres aromáticos. Mi padre, escribía sus cartas y documentos a mano, con la letra que aún se enseña en las escuelas, o a través de una máquina de escribir, ni siquiera eléctrica, sino aquellas de la marca Remington u Ollivetti. Y en mi caso, pasé por la escritura a mano, la máquina de escribir mecánica, la eléctrica y la computadora que aún me tiene sorprendida, azorada, estupefacta, atónita.

Fabricante de sueños, Cuento

Tengo un amigo que por años ocupó los escenarios de infinidad de teatros donde representaba todo tipo de personajes. Perteneció a grupos de actores, faranduleros y cirqueros. Pero fue hasta aquel tiempo, durante un mes de octubre, en que actuó cientos de veces un personaje solitario, un monólogo en el que intentaba entender su existencia junto con los demás hombres y a Dios. Nunca halló respuesta a sus preguntas y con tanta soledad se volvió loco.

El día del derrumbe

Las dimensiones exactas. Eso hubiera deseado tener para no andar por los caminos o llegar a sitios donde no pertenecía. Sin embargo, aunque no lo deseaba, trepó montañas, se topó con árboles, corrió con la suerte de no caer y ahogarse en algún ojo de agua.

Israel y el mundo de su palabra

Gracias a mi amigo el poeta argentino Daniel Chirom, y a su Revista Ilustrada de Poesía el jabalí, conocí ejemplos de una poesía sorprendentemente distinta, la cual fue compilada por el ensayista Gerardo Lewin, nacido en Buenos Aires en 1955 y con estudios de posgrado en la Universidad de Tel-Aviv. Cinco voces de cinco poetas israelíes contemporáneas, cuyas expresiones, van más allá del paisaje en el que se sucede la guerra, el conflicto con el pueblo palestino y el horror cotidiano. Sus plumas se atreven a escribir poemas agresivamente eróticos, o bien a expresarse a través de preguntas esenciales acerca del significado de la existencia. A continuación se exponen algunos datos biográficos de estas escritoras, y breves fragmentos de sus poemas.

Nacidos para sobrevivir (Parte I)

Cuando llegaron los rusos, Lituania se había convertido en territorio soviético. No olvidaré jamás a aquel primo que se casó en mi casa, quien, gracias a su domino de las lenguas lituana, rusa y polaca, consiguió muy buen trabajo en el gobierno ruso. Lo incorporaron al departamento de pasaportes, y así me consiguió el contacto para ingresar a una escuela militar en Rusia. El papel de aceptación estaba listo, pero no podía cruzar la frontera, tenía tan sólo 15 años, y a esa edad no expedían pasaportes. Con una fecha de nacimiento distinta, me aumentaron tres años y pude obtener el documento de la República Lituana Soviética. Logré salir del país en un momento crucial, exactamente al iniciar la guerra. Dos días después de mi salida, las tropas alemanas estaban en camino hacia Vilna.