Deseo expresar mi agradecimiento a la Kehilá Ashkenazí por habernos concedido este año el honor de ser los anfitriones de la Hafrashat Jalá, un evento único que une a todas las congregaciones del Yshuv mexicano para cumplir con una de las tres mitzvot para las mujeres de acuerdo con nuestra Torá: la elaboración de la Jalá.
Más de tres mil mujeres de todas las edades y procedentes de todas las comunidades judías de México, se hicieron presentes en nuestro Colegio el día de ayer para elaborar jalá, primera mitzvá que se ordenó realizar a nuestro pueblo a su llegada a Eretz Israel.
Esto demuestra el enorme poder de las mujeres en el judaísmo. Su voz y sus oraciones en favor de los demás pueden abrir incluso las Puertas del Cielo. La unión entre las mujeres judías es muy poderosa y ha sostenido a nuestro pueblo a través de la historia.
Estos eventos de unión y armonía entre todas las congregaciones de nuestro Yshuv nos acercan a la bendición que otorgó D-os a Abraham sobre el Pueblo Judío, como dice la Parashá de esta semana “Lej Lejá”:
“Y haré de ti una nación grande y te bendeciré, y engrandeceré tu nombre y serás una bendición”.
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