Queridos amigos
Antes que nada, quiero agradecer a Maguen David por abrirnos las puertas de su casa para llevar a cabo este evento, así como a Safra Bank por su patrocinio.
Después de mi familia, Keren Hayesod es la mejor cosa que me ha pasado en la vida.
Donde he recibido mucho más de lo que he dado, la satisfacción de ver una serie de proyectos realizados en las diferentes áreas como, educación, salud, e infraestructura con un común denominador, apoyar a un número importante de personas en nuestro segundo hogar, Israel, en donde nosotros podemos hacer el cambio, no tiene precio. Esa energía con la que uno sale después de una junta del Petite en donde se planean las estrategias y se escuchan las diferentes opiniones.
Quiero darle mi reconocimiento y agradecimiento a los profesionales de la oficina los cuales trabajan con mucho entusiasmo, dirigidos por nuestro director Andy Wiesner, el cual ha hecho un magnífico trabajo.
Y que decir de los voluntarios Askanim, el Petite, la división femenina y por supuesto, los donadores, gracias, gracias por esa entrega incondicional, y muy particularmente a mis mentores de los cuales he aprendido tanto, Jaime Garber y Dany Liwerant, gracias.
¿En algunas ocasiones, las personas me preguntan, Israel necesita de nuestro donativo?
Mi respuesta es que hay mucha gente en Israel con necesidades reales, que viven con carencias importantes y es ahí donde nosotros hacemos la diferencia.
Hagamos este ejercicio, en el mundo hay 14 millones de judíos aprox, en donde más o menos, la mitad vive en Israel y la mitad en la diáspora, con una población mundial de 7,500 Millones de personas, eso nos da que somos el 0.2%, si además tomamos en cuenta que no tenemos muchos amigos, no nos podemos dar el lujo de estar desunidos y por conclusión, Israel nos necesita y nosotros necesitamos a Israel.
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