Estuve en la presentación de la semana de Israel en México en el Senado de la República. Fue una experiencia agradable el ver como Israel y México han logrado armonizar a través del tiempo a pesar de sus diferencias regionales.
La presentación inicial la hizo el Senador Teófilo Torres Corzo, Presidente de la Comisión Relaciones Exteriores Asia-Pacífico, fue una bienvenida cálida y afectuosa, en la cual se hizo énfasis acerca de como ambas naciones, se han visto envueltas en una relación que data desde la colonización.
Pero que en tiempos más recientes a principios del siglo XX es cuando comienza la emigración de la comunidad judía.
Después de la presentación del Senador Torres, se dio paso al mensaje del Excmo. Sr. Jonathan Peled, Embajador del Estado de Israel en México.
Siendo mexicana y judía fue curioso que mientras el embajador hablaba en el Asta Bandera, en el primer piso se escuchaba música mexicana para otro evento. Lo cual diríamos en México, -le dio sabor a su mensaje-.
El Embajador tuvo una calidez muy humana al hablar. Hombre sencillo, para mi difícilmente lo vi como un político, lo noté más como un gran hombre con deseos de ayudar a su país y a su gente, así como mantener buenas relaciones entre Israel y los países que debe de estar. Una persona con esa naturalidad es poco común por lo menos en lo que yo he visto en México.
Pasado el mensaje de agradecimiento del Sr. Embajador. Se presentó el violinista israelí, nacido en México, Adrian Justus. Nos deleitó con melodías hermosas. Una Israelí, otra mexicana.
Hubo una degustación de comida israelí ofrecida por la Embajada de Israel en México.
Pasando este receso se presentó en una de las salas una presentación de cómo es Israel en términos de cifras, acerca de su territorio, su forma de gobierno, como se constituye el parlamento, su economía, la diversidad de su gente, etc.
Todo en una presentación clara y precisa para los presentes en el auditorio del Senado.
El Sr. embajador hizo énfasis en como lo más importante en Israel es el factor humano.
Esto hace una diferencia sustancial debido a su corto territorio. Israel exporta tecnología de vanguardia a diferentes países del mundo. Lo que lo pone en un nivel muy alto de innovación e inventiva. Todo esto gracias al factor humano de avance de no dejarse vencer ante los retos. Esto quizá es lo que ha hecho de Israel un gran país.
Para Israel es imprescindible el tener que innovar, desarrollar, avanzar. Si uno fracasa, lo vuelve a intentar. Esto es sumamente trascendental para la gente en Israel y esto lo hace muy significativo.
Espero sin cambiar parte de las palabras del Sr. Embajador Jonathan Peled, brevemente parte de la presentación que hizo acerca de nuestra gran nación.
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