Esto pasó el 1 de agosto de 2015, en la estación de trenes de la ciudad de Venecia.
Un joven mexicano, de tan solo 18 años, de estaba de paseo por Venecia se topó con una conmoción a unos metros de donde él pasaba.
Se acercó a ver lo que ocurría y vio a un hombre de 70 años de edad tirado en el piso, inconsciente, y a decenas de personas a su alrededor, gritando y pidiendo ayuda, pero sin hacer nada concreto por ayudar al hombre.
Parecía que nadie haría nada por ayudarle hasta que este joven se acercara y sin más bagaje a cuestas que un breve curso de primeros auxilios, el descaro propio de sus 18 años y la convicción de que hay que hacer lo correcto, asumió el control de la situación. Apartó de ahí a las personas que estorbaban, instruyó a un vigilante para que llamara a una ambulancia, Se percató de que el hombre ya no tenía pulso, ni signos vitales, por lo que procedió a hacer lo creyó conveniente o sea darle masaje en el pecho hasta lograr que este volviera a respirar y su corazón volviera a latir, o sea devolviéndole la vida hasta que fue atendido por los servicios de emergencia de Venecia.
Este muchacho mexicano fue despedido por los que ahí estaban y presenciado la escena, como un héroe. Acababa de salvar una vida.
Conmovido por lo sucedido y agobiado por la emoción y la adrenalina, rompió en llanto, subió a su tren y partió rumbo a Florencia.
Joshua Stern Behar, joven miembro de la Comunidad Judía de México, rompió en llanto por la emoción de lo que acababa de hacer y después se retiró porque tenía que tomar un tren hacia Venecia.
Este joven judío de México nos llena de orgullo a todos y mucho más a toda su familia, a sus tíos, a su abuelo en especial, que le dice Joshua. Sigue así mi rey, como siempre preocupado por el bienestar de todos sin importar raza, nacionalidad o credo.
Te felicitamos todos y en México estamos Orgullosos de ti.
Que gran mensaje.
Me pregunto ¿cuántos lo habrían hecho?, algunos pensarían en que puede pasar si lo hacen, si los acusarían de algo, si es su problema, ni siquiera son de ahí, solo van de paseo, porque meterse.
Afortunadamente Joshua no pensó así, se decidió a actuar, y tratar de salvar a una persona.
Afortunadamente para este Sr. lo logró.
Es el momento de seguir en camino para Joshua, el Sr. con su vida, y nosotros con la nuestra pero con una gran lección aprendida.
Que Dios te bendiga siempre, Joshua!