El Servicio de Seguridad General (Shabak) y Ejército de Defensa de Israel (Tzáhal) desbarataron a una célula terrorista de la organización extremista islámica Hamás en Cisjordania (Judea y Samaria), manejada desde un centro de comando en Turquía y que trataba de perpetrar una serie de ataques, incluyendo un atentado contra el principal estadio de fútbol de Jerusalén y contra el tren liviano de la ciudad santa, según informaron fuentes de seguridad.
La red terrorista fue desbaratada en septiembre pasado, y durante la investigación fueron arrestados más de treinta sospechosos, un gran arsenal de armas, incluyendo dos rifles ametralladora M-16, municiones y material para la fabricación de explosivos.
La célula incluía a varios miembros de la Brigada Ezzedine al Qassam, el ala militar de Hamás, que recibieron entrenamiento en el exterior – en Siria y en la Franja de Gaza (a la que llegaron a través de túneles desde el Sinaí egipcio).
Las fuentes de seguridad estiman que la célula llevó a cabo una serie de ataques con explosivos colocados en el cruce de rutas Rehelim, cerca de la ciudad de Ariel (en el norte de Cisjordania), el 31 de agosto pasado, y en el cruce Jit. En ambos casos, los terroristas colocaron dos bombas con temporizadores programadas para estallar una detrás de la otra, para que la segunda explotara con la llegada de los servicios de emergencia.
Los ataques no lograron causar heridos; pero condujeron a una serie de arrestos por parte del servicio de inteligencia Shabak que eventualmente llevó al arresto de la célula principal de Hamás.
Los reclutamientos de los operativos comenzaron en 2012, y la mayoría de los terroristas fueron reclutados cuando estudiaban en Jordania. Los operativos recibieron un entrenamiento militar intensivo y fueron introducidos de contrabando de vuelta a Cisjordania a comienzos de 2014 en vista a una campaña
terrorista de gran envergadura. Para ello, debían contactar y reclutar a otros miembros, realizar tareas de reconocimiento y otras operaciones claves.
Según el Shabak, se trata de una ola terrorista planeada meticulosamente hasta en sus detalles más intrincados.
Según oficiales palestinos, la red estaba financiada directamente por Hamás funcionarios que tienen su base en Turquía, donde han establecido de hecho un comando central.
El Shabak asevera que la red estaba preparando el secuestro de israelíes en el país y en el exterior; el ingreso a aldeas israelíes, la detonación de vehículos, ataques junto a las carreteras y un atentado terrorista en el estadio Teddy, donde el equipo de fútbol Betar Jerusalén juega como local.
El Shabak sostiene que el complot demuestra el deseo “infatigable” de Hamás de rehabilitar su estructura terrorista en Cisjordania, como así también de provocar a Israel a una dura respuesta, que indirectamente podría derrocar a la Autoridad Palestina (AP), liderada por el presidente Mahmud Abbas, lo que también es “uno de los objetivos de Hamás”.
Al igual que una red similar desbaratada en agosto pasado, el hombre que está detrás de la congregación es Saleh al Arouri, un cabecilla de Hamás que fue deportado desde Cisjordania a Turquía en 2010.
Según el servicio secreto, Arouri construyó y financió la red y estableció un verdadero puesto de comando en Turquía. Según los reportes, Arouri está siendo ayudado por decenas de operativos, algunos de los cuales fueron liberados durante el canje por el soldado Gilad Shalit, en 2011.
Los oficiales acusan a Turquía y a Qatar – donde actualmente reside el jefe político de Hamás, Khaled Mashaal, – de permitir que Hamás actúe con libertad dentro de su territorio para perpetrar ataques contra Israel y socavar a la Autoridad Palestina.
Los oficiales añadieron que varios de los agentes de Hamás vinculados con la célula descubierta están detenidos en instalaciones de la Autoridad Palestina.
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