“Vi unos fragmentos de cerámica que habían llegado por las olas, y me detuve a recogerlos. Para mi sorpresa, vi que una nueva parte del acantilado se había derrumbado. Fui a verlo, y me encontré con una extraña lámpara descansando allí, entera”, describió Amshik el momento en el que hizo el descubrimiento.
Guy Pitosi, inspector de la Autoridad de Antigüedades de Israel, acudió al lugar. “Los exploradores de la ANP y los exploradores en general son nuestros ojos en la costa. Ellos no sólo salvan a la gente, sino que también rescatan artefactos. Hallazgos como esto pueden ser muy importantes para la investigación, y para nuestra comprensión de la historia. Afortunadamente, cada vez más personas están reportando hallazgos de antigüedades”, dijo Pitosi.
Según Saar Ganor, arqueólogo del Centro de Ashkelon para la Autoridad de Antigüedades de Israel, “esta antigua lámpara de aceite, que se utilizó como una fuente de luz, se remonta al siglo XII. Los signos de desgaste y el hollín en su boca bien valen la pena ser estudiados. La lámpara muestra una parte de la riqueza cultural de la antigua ciudad de Ashkelon, que alguna vez fue una ciudad comerciante. Ashkelon fue un centro de importación del extranjero, y desde allí los productos de todo el sur de Israel eran exportados”.
Meir Amshik relata: “Es realmente emocionante encontrar un artefacto de este tipo. Uno simplemente se siente parte de la historia. Puedes tocar lo que había aquí hace mucho tiempo. Siento como si fuera una parte de la cadena”.
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