Jesús Ortega y Jesús Zambrano son unos de los grandes impulsores de la alianza PAN-PRD, que ahora intenta mutar en un Frente Amplio Opositor para incluir a otros partidos y a agrupaciones ciudadanas. Pero mientras cabildean esos temas, también arman su juego en la Ciudad de México, en donde el control del Sol Azteca y la sucesión está en manos de Miguel Ángel Mancera.
Ortega y Zambrano dudan que el Frente Opositor pueda dar los mismos resultados en la Ciudad, pues el electorado capitalino está plagado de sectores que no dudarían en saltar a Morena si se concreta una alianza con el PAN. El poder de fuego de René Bejarano en el DF, por ejemplo, es más amenazante, como ya se vio en 2015.
Por ese motivo, los líderes de Nueva Izquierda creen que en la Ciudad lo mejor sería elegir un candidato con un perfil más ciudadano, no tan ligado a un partido, que puede traccionar apoyos solapados desde el PAN. Una suerte de alianza “silenciosa”.
Bajo ese escenario, el nombre que más los tienta es el de Salomón Chertorivski. “Es cercano a Mancera, pero no tanto. Ya trabajó con gente del PAN y del PRI. Y además es muy cercano a Meade. Todo eso, pero con perfil ciudadano”, argumentan los asesores de Los Chuchos.
El Secretario de Desarrollo Económico ya trabajó en varias oportunidades con Zambrano, sobre todo en el debate para incrementar el salario mínimo, una de las banderas de Salomón. “Además cuenta con el apoyo de la comunidad judía, que en la Ciudad es muy fuerte”, se ilusionan los perredistas.
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