El presidente Pedro Pablo Kuczynski Godard ha descartado de plano el empleo de las Fuerzas Armadas para patrullar las calles de las principales ciudades del país, tal como habían elevado a la palestra pública durante la pasada campaña electoral varios candidatos a la presidencia de la República. La medida se encuadraba en la serie propuestas para luchar contra la delincuencia común y el crimen organizado.
El mandatario peruano confirma así su postura sobre la especialidad de los institutos militares, la complejidad de la materia de seguridad ciudadana, uno de los puntos principales en la agenda del nuevo Gobierno. El personal del Ejército, la Marina y la Fuerza Aérea no están capacitados para lidiar con extorsiones, sicariato, robos y asaltos, comentó en líneas generales el presidente Kuczynski, a lo que el nuevo ministro del Interior, Carlos Basombrío se ha sumado al considerar inconveniente el uso de militares en actividades policiales, pues sería distraer recursos humanos que le son necesarios al sector Defensa.
A criterio del comandante general del Ejército del Perú, general Luis Ramos Hume, las Fuerzas Armadas podrían vigilar instalaciones consideradas estratégicas, como por ejemplo los puertos, y así liberar a personal policial para misiones de patrullaje.
Se zanja así un tema muy debatido antes de que el Gobierno en curso asumiera funciones el pasado 28 de julio y que hubiera implicado la presencia de militares armados en las calles.
Nuevas comisarías
La revelación tuvo lugar en el acto de firma de un convenio entre el Ministerio del Interior y la Asociación de Bancos del Perú (Asbanc) para la modernización de 12 comisarías de la Policía Nacional del Perú en tres regiones del país bajo un esquema de obras para reducción de impuestos. Asimismo, el acuerdo firmado habrá de facilitar la construcción, equipamiento e interconexión de 500 comisarías en un plazo de cinco años y a un costo aproximado de 1.000 millones de soles, cerca de 303 millones de dólares.
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