Los materiales para la fabricación de misiles y construcción de túneles del Hamas son proveídos por Israel

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El mes de Ramadán ha concluido y esto es el signo a los habitantes de la Franja de Gaza para comenzar los festejos llamados “Id el- Fitter”. Casi un mes completo esta gente ha ayunado bajo el calor de junio-julio, desde la aurora del día hasta el atardecer, careciendo de seguridad y destino. Lo mismo ocurre con los activistas del Hamas. En los últimos 4 meses no han recibido sueldos completos sino un centenar de dólares, como resultado de la estrechez económica en la cual se encuentra acosada la Organización. Este mes ya recibirán sus sueldos completos conforme a la resolución de Hassan Ruhany [Presidente de Irán], de proseguir enviando dinero a Gaza, (basándose en el reciente acuerdo con las Potencias).

Pero aún así, a pesar del calor y la situación económica, la actividad de cientos de trabajadores continua excavando túneles dirigidos hacia la frontera con Israel, en Gaza misma y hacia la frontera con Egipto. No obstante el ritmo aminoró, y no a causa del ayuno. Cientos de palestinos han continuado trabajando enérgicamente en el levantamiento de una red de túneles en el seno de Gaza y, paralelamente, en la construcción de nuevos “túneles de ataque” que conduzcan hacia Israel en la próxima guerra, a la vez que la excavación de “túneles de contrabando” hacia la península de Sinaí. El problema con el que se enfrentaron durante las últimas semanas, el cual provocó la desaceleración del ritmo, es la carencia de materiales básicos para la industria de los túneles del Hamas.

No pocos reportes han sido publicados en la media de Israel como asimismo en la del Hamas, en relación a estos túneles. Por una lado, la media de Israel a quien le gusta sembrar pánico y por otro lado la del Hamas que trata de mantener la tensión y la inquietud en la sociedad israelí. Hasta hace poco la suposición de Israel era que parte de los túneles ya se acercan a su frontera. Pero según la opinión del Servicio de Inteligencia, tal suposición básica del Ministerio de Defensa debe ser: que al año de la última operación militar israelí en Gaza, existe la lógica posibilidad que el Hamas ya ha excavado túneles que cruzan la frontera de Israel.


Uno de las razones que sustentan esta conjetura, es el intenso avance del Hamas respecto a este proyecto. Vale decir, la Organización invierte enormes esfuerzos (en personal y dinero) en las excavaciones, incluyendo aparatos de ingeniería pesada (y de ahí su acelerado ritmo). ¿Existirá la posibilidad que el Servicio de Inteligencia no contiene toda la información referente a los túneles que se están excavando en Gaza en estos días? A pesar que ya en el pasado se comprobó que Israel tiene la capacidad de información de monitorear el trabajo de excavación del Hamas, siempre se toma en cuenta la opción de la existencia de túneles sobre los cuales no hay información. Y de aquí la posibilidad derivada es, que ya en el presente se encuentra/n algún/os túnel/es dentro del territorio israelí.

¿Y qué detiene, a pesar de todo, la excavación en Gaza? – La falta de materiales que son usados por el Hamas en su “industria”, los cuales han sido contrabandeados hasta hace poco tiempo a través del paso fronterizo entre Israel Y Gaza llamado Kerem Shalom.

A efecto de cavar túneles o fabricar misiles, es menester al Hamas bastantes materiales de todo tipo. Por ej.: en cuanto a los túneles, fuera de manos y unas cuantas palas para excavar, son necesarios cables de acero o hierro. Toneladas de estos cables, más: motores, roldanas, acumuladores, cemento o placas de madera, planchas de metal y diversos productos químicos. Los misiles requieren electrodos, material explosivo-detonante, combustible apropiado, etc. Todos estos logró el Hamas contrabandear hasta hace poco a la Franja de Gaza. No a través de túneles al desierto del Sinaí ni tampoco por vía marítima; sino, justamente desde Israel, a través del Paso Kerem Shalom.

La actividad intensiva de Egipto a lo largo de su frontera con Gaza y en el mar (frente a la costa de Rafiaj), condujo a la Organización palestina a buscar otros caminos mediante los cuales puedan continuar realizando su actividad industrial-militar y asimismo la de sus combatientes. Uno de los caminos que eligieron fue el contrabando desde Israel, de distintos materiales y medios de doble-uso, los cuales pueden ser considerados como componentes “inocentes” de necesidades civiles, pero que a la vez son destinados como elementos de agresión y/o excavación de túneles.

Y de este modo el Hamas se hizo propio de un arsenal completo de dinero y gente cuya función es la de negociar y adquirir materiales de Israel y de los territorios de palestinos de Judea y Samaria. Este grupo de funcionarios recibe encargos de diferentes unidades de la rama militar del Hamas por supuesto: grupos de combate, puestos militares, instalaciones, túneles y talleres de fabricación de armamento. Según las necesidades y los encargos, son erigidas redes de comerciantes palestinos de Gaza, parte de ellos ingenuos y otra parte conscientes de su función, cuyo objetivo es proveer indirecta o directamente al Hamas todo lo que le es necesario: electrónica y comunicación, materiales de construcción y otros. Esta red de comerciantes activa frente al comercio israelí, el cual recibe órdenes de compra totalmente ingenuas, como por ejemplo motores para refrigeradores, los cuales sirven a los excavadores de túneles; o planchas de madera, las cuales fueron adquiridas en gran cantidad hasta que alguien entendió que se trata de un sustituto a las paredes de hormigón de los túneles.

En lugar de túneles hacia el Sinaí, a través del Paso de Kerem Shalom.
En una de las recientes inspecciones en el Paso de Kerem Shalom, se descubrió el intento de contrabandear combustible para misiles (el cual esta vez estaba ocultado en bolsas de cierto material) en tal enorme cantidad que es suficiente para activar 4480 raquetas a una distancia de 20 kilómetros. En otra ocasión fue capturada una tonelada de “material sólido” (así se denomina uno de los componentes de fabricación de las raquetas), la cual permite obtener 50 de ellas, con un alcance de 80 kilómetros.

Electrodos, aparentemente un simple elemento de uso en la industria y en la construcción, se trocó en uno de los medios indispensables en la fabricación de las raquetas del Hamas. Miles de electrodos fueron detenidos cuando se encontraban vía Gaza—y su fuente, como decíamos era Israel y los territorios. En efecto, en una de las ocasiones se valió el Hamas de una fábrica de manteca de Ramalla (ciudad capital en los territorios). Esta fábrica introdujo electrodos en los panes de manteca. Otra forma curiosa de contrabando, fue la de planchas de mármol de la planta industrial de Jevrón/Nablus (también ciudad de los territorios); en estas planchas se escondían electrodos.

Y este es el conflicto interno frente al cual se encuentra el Ministerio de Defensa de Israel: ¿Qué hacer? ¿Se detiene el paso de mercancías a Gaza asestando un golpe al Hamas en su proceso de fabricación de armamento contra Israel, pero, a la vez, incrementando la desdicha de la población (lo cual apresura la posibilidad de nuevos eventos bélicos)? — ¿O en cambio continua cuanto es posible el envío de productos a Gaza, asumiendo que, a pesar que esta acción alivia la situación de la Franja de Gaza, esto trae aparejado el aprovechamiento militar de tales productos y con ello la mayor posibilidad de ser agredidos?

La respuesta diríamos que es combinada. Vale decir, por un lado continua el paso de mercancías a Gaza, aún más intensamente. Cada día unos 600 camiones con remolque pasan materiales y mercaderías a la Franja. Paralelamente, se intensificaron los medios para capturar estos productos de “doble uso”. Uno de los ejemplos de tal decisión fue detener el paso de planchas de madera. El Hamas se encontró en una estrechez tan grande que comenzó a cortar árboles en la Franja y a la vez apoderarse de los talleres civiles que trabajan la madera. Este “secamiento del pantano” provocó la ascensión significativa de los precios y la retardación de las excavaciones y de las raquetas.

En la actualidad el aparato adquisidor del Hamas carece de electrodos y materiales químicos. Un paquete de electrodos que costó unos $15 cuesta ahora más de $200. Dinamita que fue contrabandeada a la Franja costó unos $10,000 la tonelada y en estos momentos cuesta unos $70,000. Este ascenso de precio aminoró por cierto el ritmo de la fabricación de raquetas y de la construcción de túneles, pero no las detuvo. Los materiales requeridos siguen entrando. Pero junto a ello, el fenómeno que indica el empeoramiento de la situación económica de Gaza, muestra ya signos bastante claros. Pero, diríamos refinadamente: tal situación económica de los habitantes de Gaza, no le interesa en particular a la rama militar del Hamas.

Los gastos de adquisición de materiales para la industria militar, alcanza una cantidad sumamente elevada para el poder adquisitivo de Gaza. Esta cantidad podría servir para pagar los sueldos de los empleados públicos – maestros, médicos. etc. El dinero con el que se adquieren los distintos materiales proviene del bolsillo de los habitantes de Gaza, demandado a través de raros impuestos dictados el último año para cada mínimo servicio u ocupación. Según el cálculo de Israel, el Hamas ha invertido en los dos últimos años 30 millones de dólares en la compra de hierro. En el campo de la comunicación, el monto de la inversión alcanzó casi los 2.5 millones de dólares en un año. Y todo esto, mientras el Hamas, que paga millones a comerciantes israelíes sin que estos saben qué destino tienen estos productos/materiales — clama por el levante del sitio que Israel ha impuesto a Gaza.

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