El hundimiento de la economía = El creciente antisemitismo: Al parecer, esta triste ecuación, que fue cierta a lo largo de la historia, alza su cabeza hoy en día en Grecia.
Mike Bird, periodista del “Business Insider” en los Estados Unidos, informó que en Grecia están siendo popularizadas teorías de conspiración tales como “Los Protocolos de los Sabios de Sión” y que los griegos están culpando a los banqueros judíos por su mala situación económica.
“Aterricé en Grecia ayer por la tarde e inmediatamente fui a hablar con los griegos. Hablé con un grupo de jóvenes griegos que estaba haciendo cola para sacar dinero de cajeros automáticos y de repente un hombre se me acercó y contó que todo se debe a los sionistas”, dijo.
“La persona acusó a los ‘Rothschild’ por la crisis financiera y añadió: ‘Nosotros somos los griegos helenos, el pueblo de la luz. Ahora tenemos un poco de luz, a diferencia del pasado… Ellos están tratando de empujarnos hacia fuera. No es culpa de los alemanes y ni de los europeos. Debemos llegar a la fuente… están tratando de aplastar a la Grecia”, contó.
De acuerdo con el testimonio del periodista, la gente que estaba en la cola para el cajero automático se dividió entre partidarios, opositores y neutrales.
Esas arengas me recuerdan a las acusaciones en Alemania antes de la Segunda Guerra Mundial.
Mitología Griega , Tan est*pida como su antisemitismo
El antisemitismo griego es de larga data; ya se habían producido varios incidentes violentos en 1821 el primer pogromo antisemita de Odessa otro tuvo lugar en 1859. Los participantes en el pogromo eran en su mayoría griegos, liderados por marineros de los barcos estacionados en el puerto, y los griegos de la ciudad y liderados por el obispo ortodoxo griego que les daba arengas antijudías, con fuerte influencia en la administración y el comercio, que se les unieron. El pogromo estalló en la Pascua cristiana; y la prensa local, que no guardaba muchas simpatías hacia los judíos, intentó transformarlo en una pelea accidental, pero se cobro muchas victimas fatales. Nuevos pogromos se sucedieron en 1871, 1881 y 1886.
Habitualmente los historiadores destacan el antagonismo económico entre los griegos y judíos de Odessa, además de las fricciones religiosas producidas en todo momento por la iglesia cristiana ortodoxa.