El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, puso este jueves la primera piedra de 1.100 viviendas que conformarán un nuevo barrio del asentamiento de Beitar Illit, en Cisjordania, para la comunidad judía ortodoxa, informó la radio israelí.
“Apostamos decididos en todo el país por el asentamiento”, dijo el primer ministro Netanyahu, según un comunicado. “No hay Gobierno que haga más por el asentamiento en el país de Israel que este, bajo mi mando”, dijo, mencionó DPA.
Netanyahu dijo que apoya el establecimiento de un Estado palestino desmilitarizado y, oficialmente, mantiene esta postura. Pero según la radio militar israelí, el líder del partido Likud y confidente del primer ministro, Tzachi Hanegbi, dijo que Netanyahu hace tiempo que ha abandonado la idea de la solución de los dos Estados.
El portavoz del presidente palestino, Mahmud Abbas, condenó la ceremonia de inauguración de las obras refiriéndose a ella como “destructiva para la solución de los dos Estados”, señaló la agencia de noticias palestina Wafa.
El portavoz Nabil Abu Rudeineh pidió a Estados Unidos que intervenga y dijo que las acciones de Netanyahu dañan los esfuerzos del presidente Donald Trump por resolver el conflicto y que podrían desencadenar “consecuencias graves” y nuevas tensiones.
El Consejo de Seguridad de la Organización de Naciones Unidas (ONU) exigió a Israel en diciembre que paralizase por completo la construcción de asentamientos, pues consideró que violan el derecho internacional e impiden alcanzar la paz en Medio Oriente. Solo en Cisjordania se ha más que triplicado el número de colonos desde los Acuerdos de Oslo de 1993, que debían conducir al establecimiento de un Estado palestino.
La ceremonia de inauguración de las obras amenaza con reavivar las tensiones entre Israel y los palestinos una semana después de que la instauración de nuevas medidas de seguridad por parte de Israel en la Explanada de las Mezquitas o Monte del Templo para los israelíes, provocara protestas violentas.
Las autoridades israelíes instalaron detectores de metales y cámaras de seguridad en el lugar sagrado después de que murieran dos agentes de Policía israelíes en un ataque el 14 de julio. Las medidas de seguridad fueron retiradas debido a las quejas de la comunidad musulmana local e internacional. La tensión se suavizó en los últimos días cuando los musulmanes pusieron fin a su boicot al lugar.
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