El primer ministro, Biniamín Netanyahu, ordenó al Ministerio de Exteriores suspender los contactos con los representantes de la Unión Europea (UE) en relación al proceso político con los palestinos en protesta por la decisión del bloque de etiquetar los productos de Judea y Samaria (Cisjordania), las Alturas del Golán y Jerusalén este.
El Ministerio de Exteriores puntualizó que Netanyahu ordenó congelar los contactos hasta que “se complete una reevaluación del proceso”. Sin embargo, no se precisó un detalle de cuáles serán las instituciones afectadas.
La Unión Europea no reconoce la legitimidad de la presencia de Israel en los territorios conquistados en la Guerra de los Seis Días, en 1967 (Cisjordania, Jerusalén Este, y la Meseta del Golán). La UE alega que por lo tanto los productos israelíes originados dichas zonas no pueden ser etiquetados como “Hechos en Israel” y deben ser marcados como provenientes de los asentamientos, a los que Bruselas considera ilegales.
Netanyahu calificó recientemente de “hipócrita” la medida y acusó a sus responsables de tener una “doble vara para medir” las políticas de Israel respecto a las de otros países en situación parecida.
“La UE ha decidido sólo etiquetar a Israel, y no estamos dispuestos a aceptar el hecho de que Europa esté etiquetando el lado que está siendo atacado por el terrorismo”, destacó el jefe del Ejecutivo.
“El primer ministro ordenó suspender los contactos diplomáticos con las instituciones de la UE y sus representantes” sobre el proceso de paz hasta que “se complete el proceso de revaluación”, subrayó un comunicado del portavoz de la Cancillería, Emmanuel Nahshón.
Aclara que la medida “es consecuencia del etiquetado” de productos y que “es importante aclarar que Israel mantiene contactos diplomáticos con distintos países europeos, pero no con las instituciones de la UE” acerca de esta cuestión.
Los funcionarios del Ministerio de Exteriores precisaron que Israel continuará con la cooperación diplomática con los países europeos tales como Alemania, Gran Bretaña y Francia; pero no seguirá trabajado con la Unión Europea en sí.
En el marco de su lucha contra la decisión de la UE, el Estado judío decidió tomar medidas contra dieciséis países: Gran Bretaña, Francia, España, Dinamarca, Irlanda, Croacia, Malta, Holanda, Suecia, Portugal, Eslovenia, Italia, Luxemburgo, Austria, Bélgica y Finlandia.
Estas medidas incluyen el llamado a los embajadores de esos dieciséis países al Ministerio de Exteriores para una reprimenda oficial, y la restricción de las reuniones entre sus embajadores y altos funcionarios del gobierno israelí como así también con el personal gubernamental de más bajo nivel.
Más aún, el gobierno será mucho más estricto con respecto a la entrada de delegaciones extranjeras a Cisjordania y la Franja de Gaza. Y en ciertas situaciones, la entrada podría ser denegada.
Israel también será más estricto con respecto a los proyectos de la UE que permite en Cisjordania, y Gaza. Para La Unión Europea esos proyectos están concebidos para otorgarle cierta influencia en la zona.
Funcionarios de la cancillería dijeron al representante diplomático del bloque europeo que suspendería parte del diálogo diplomático que mantenía con la UE, además de la cancelación de una reunión sobre cuestiones relacionadas con derechos humanos y otro encuentro con organizaciones internacionales fijada para las semanas posteriores.
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