El procurador de los Derechos Humanos de Guatemala, Jorge de León, rechazó la decisión de una comunidad maya de expulsar a un grupo de judíos ortodoxos que se estableció en su comunidad y advirtió que se trata de un acto de discriminación y violación de sus libertades y derechos humanos.
Los hechos constituyen “actos discriminatorios y violación a una serie de derechos fundamentales”, señaló el ombudsman.
De León responsabilizó a las autoridades locales y a pobladores y advirtió que “bajo ninguna justificación, sea esta religiosa, política, ética, moral, persona alguna puede arrogarse el derecho de formular amenazas y expulsar extranjeros del territorio guatemalteco o decidir sobre su desplazamiento”.
El conflicto se registra en San Juan la Laguna, un municipio del departamento de Sololá, en el borde del ícono turístico de Guatemala, el lago de Atitlán, a unos 160 kilómetros al oeste de la capital.
Por su parte, Ovidio Paz, auxiliar departamental en Sololá del ombudsman, señaló que “hay una postura institucional y consiste en llamar a las partes a una primera reunión para el diálogo y la búsqueda de soluciones, el próximo miércoles 27 de agosto”.
El consejo de ancianos -autoridad ancestral- del mayoritario pueblo maya del lugar resolvió el jueves dar hasta este viernes plazo a los miembros de la comunidad judía para que se marchen del municipio por considerar que representan un “riesgo” para la tranquilidad social.
Se trata de los miembros de diez familias de la secta Toiras Jesed, que llegaron al pueblo en abril y alquilaron nueve casas. Son de origen estadounidense, israelí y ruso.
El conflicto está asociado a la presencia en Panajachel, un municipio vecino, también en Sololá, de una familia canadiense de judíos ortodoxos, cuya secta enfrenta una demanda legal en Canadá por maltrato psicológico y físico a menores.
Los habitantes de San Juan la Laguna no han llegado a un acuerdo con los nuevos vecinos judíos, también, entre otras cosas porque éstos no hablan ni atienden los saludos de personas ajenas a su propia comunidad, como lo establecen sus normas religiosas y sociales.
Los judíos indicaron que hace algunas semanas aumentó el acoso de los pobladores en su contra.
En representación el grupo judío habla un guatemalteco convertido al judaísmo, Misael Santos, quien ha denunciado formalmente ante las autoridades una serie de hechos en contra de la organización y que califica como “discriminación”.
Una promotora social guatemalteca dijo a dpa que el tema es “complicado”. “Es un problema social, que se traduce en la fea información que publican los periódicos”, comentó.
La fuente, que prefirió no divulgar su nombre, explicó que los habitantes del municipio llevan semanas realizando reuniones entre los diferentes grupos que integran la comunidad a fin de conocer su posición respecto al tema y que el pasado domingo realizaron un cabildo abierto para analizar posibles decisiones.
Además, “otra de las principales causas de preocupación de los habitantes es la ocupación del territorio”, comentó la promotora.
También consideró que la situación se ha complicado porque no ha existido ninguna acción de mediación por parte de las autoridades, mientras que el representante de los judíos es “muy agresivo, y no ayuda a conciliar”. (DPA)
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