Las elecciones en el Reino Unido fueron muy preocupantes. Luego de convocar a elecciones adelantadas debido a su amplio margen de popularidad hace dos meses atrás, Theresa May parecía, al final, desvanecerse. Y estas elecciones demostraron que las encuestas no estaban equivocadas. El líder del Partido Laborista, de corte anti-Israel, Jeremy Corbyn, le reducía un margen de casi 25 puntos a solo 12 puntos, y junto a su mensaje socialista, globalista y suave contra el islamismo radical pudieron haber llevado al Reino Unido a lares inimaginables. La falta de consolidación dentro del Partido Conservador, el no favorecer un nuevo referéndum en Escocia, el Brexit Duro y el terrorismo han llevado a May a que la mayoría absoluta que buscaba para dar paso al Brexit duro sin una oposición real sea parte del pasado. May no sólo pierde la mayoría absoluta que hace dos años David Cameron había logrado, sino que sume al país a una nueva guerra parlamentaria que puede no solo afectar la economía británica, sino que pueden llevar a que el Brexit duro que defiende May pase a la historia.
Los resultados del pasado Jueves son tan alarmantes que tan solo salir los primeros resultados, en los que el Partido Conservador habría logrado 314 diputados, frente a los 330 con los que contaba hasta antes de las elecciones, la libra cayó 1.6% frente al euro y 1.7% frente al dólar. Tan es así que la posibilidad de mantener una relación como la que tiene Noruega con la Unión Europea (UE), ante este nuevo panorama político, puede ser una casi realidad ya que May se verá expuesta a mucha presión e indudablemente terminará cediendo en muchos aspectos. El Brexit duro por el cual May se ha decantado implica la finalización del mercado único, la libre circulación de los europeos y la movilización de empresas europeas a territorios dentro de la UE. De hecho, este es uno de los retos que Cataluña, por ejemplo, se enfrentaría si saliera de España unilateralmente. Retomando nuestro tema, se estima que sólo en los tres posibles escenarios que mencioné previamente, en caso de ocurrir, harían que el PIB del UK caiga en un 11% en los próximos 13 años. Faltará por ver el impacto de los resultados en las próximas semanas y cómo esto impactará el proceso de negociación del acuerdo final con la UE.
Aunque no me cabe la menor duda que si May logra agilizar sus movidas, y fortalece su imagen, ideas y posturas dentro y fuera de su partido, la total salida del Reino Unido de la UE y la renegociación de acuerdos comerciales individuales con los miembros de la UE podría ocurrir en el corto plazo. A pesar de ello, debemos seguir de cerca el proceso de investidura gubernamental del Reino Unido ya que ninguna de las fuerzas políticas- a excepción de los conservadores, aunque no lo han dejado saber claramente-están abiertos a formar alguna coalición gubernamental.
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