La tensión sin precedentes creada entre el liderazgo de Al Qaeda y la antigua sucursal del grupo en Siria expone el alcance de la brecha en la Jihad siria. La guerra de declaraciones que estalló entre las dos partes se volvió particularmente interesante ya que tanto al-Qaida central (AQC) como sus afiliados sirios de Hayat Tahrir al-Sham (HTS) transmitieron y lavaron su “ropa sucia” en las redes sociales, un fenómeno inusual para un organización cerrada y secreta como Al-Qaeda.
El pasado 28 de noviembre, el ala central de propaganda de al-Qaeda, la Fundación al-Sahab, lanzó un mensaje de audio de 35 minutos de duración en la aplicación de medios sociales Telegram de su líder Ayman al-Zawahiri. En el mensaje, titulado “Comencemos a Combatir Contra Ellos Con Bases Sólidas”, Zawahiri denunció por primera vez la decisión de HTS de cortar sus lazos formales con al-Qaida, culpando al líder de HTS, Abu Muhammad al-Joulani, por traicionar su juramento de lealtad (bayat) para hacia este líder.
Zawahiri se refirió a la decisión tomada por HTS en julio 2016, anteriormente conocida como el Frente Nusra (Jabhat al-Nusra o NF), de cambiar su nombre como organización militante islámica siria, en lugar de un grupo yihadista global que trabaja para al-Qaida, y forjar una alianza con otras facciones islamistas sirias. Los analistas creían que NF, una vez el segundo grupo jihadista más fuerte en Siria después de ISIS, tenía como objetivo reducir la presión impuesta por la comunidad internacional y proteger a sus combatientes de los ataques aéreos de la coalición encabezados por Estados Unidos en el norte de Siria. Además, al adoptar una agenda semi-nacionalista, buscó explotar el enfoque del mundo para derrotar a sus rivales de ISIS.
Aunque HTS describió su ruptura con al-Qaeda como un paso coordinado, el mensaje de Zawahiri indicó que no aceptó la ruptura y culpó al líder de HTS Abu Muhammad al-Joulani por cometer varios “errores fatales”, uno de los cuales fue ofrecer “secreto”. juramento de lealtad” a al-Qaida (en julio de 2016), porque en opinión de Zawahiri el juramento de lealtad es un acuerdo vinculante que no puede hacerse en secreto.
El mensaje de Zawahiri fue lanzado solo unos días después de que HTS arrestara a altos funcionarios en Al Qaeda, incluyendo a Sami al-Uraydi y Abu Juleibeb al-Urduni, quienes han expresado fuertes críticas al liderazgo de HTS y la decisión de Joulani de romper con Al Qaeda. HTS confirmó los informes sobre los arrestos y los justificó como un acto legítimo contra aquellos que trataban de dañar y “desestabilizar” la nueva alianza islamista establecida en Siria.
Esta estrategia de publicar las controversias en línea entre Al Qaeda y HTS se tradujo en un acalorado intercambio, en el cual los oficiales de HTS como el jurista Abu Abdallah al-Shami defendieron los arrestos, mientras que otros en HTS se volvieron contra sus líderes y llamaron a liberar a las figuras de Al Qaeda, y los medios oficiales de al-Qaida publicaron otro mensaje respondiendo a al-Shami.
En su declaración, Zawahiri admitió que la situación entre los yihadistas en Siria ya no está bajo su control. Reveló que, aunque AQC ha estado monitoreando la crisis durante más de un año, prefirió resolver sus problemas con HTS con calma e internamente, pero las cosas se han deteriorado y lo presionaron a debatirlas públicamente. Ya sea intencional o no, estos comentarios inflamatorios llevaron a Al Qaeda y sus afiliados sirios al punto de no retorno.
Publicado por Gilad Shiloach,en el Centro Moshé Dayán para Estudios del Medio Oriente y Africa. Gilad Shiloach es miembro de Doron Halpern Middle East Network Analysis Desk (MENAD), quien analiza la tensión y el conflicto entre los afiliados a Al Qaeda en Siria.
Traducido por Yoram Bar-Am, escritor, publicista, traductor e intérprete profesional independiente para Diario Judío de México.
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