Más de diez años después de haber cancelado un concierto a último momento en Israel por cuestiones de seguridad, los miembros de la agrupación Red Hot Chili Peppers aterrizaron en el aeropuerto Ben Gurión a bordo de un jet privado.
Según informó el diario israelí «Yediot Aharonot», los artistas viajaron directamente a Jerusalén, donde visitaron el Muro de los Lamentos. Tras el tour y encontrarse con sus seguidores, regresaron a su hotel en Tel Aviv.
Procedentes de Turquía, Anthony Kiedis, Flea, Chad Smith y Josh Klinghoffer ofrecieron un concierto en el Park Hayarkón de Tel Aviv ante más de 50.000 personas.
El público disfrutó los solos de Flea en el bajo y de su andar sobre las manos por el escenario, los deportivos saltos de Kiedis y las notables improvisaciones del baterista Smith.
El único que no pudo moverse durante todo el show fue Klinghoffer, quien hace ya un mes tiene un pie fracturado y enyesado. Eso no evitó que aportara su energía al espectáculo.
La banda sorprendió a la asistencia al invitar al trompetista israelí, Avishai Cohen, a tocar junto a ellos dos temas, «Did I Let You Know» y «Power Of Equality».
Red Hot Chili Peppers encontró fuerte oposición por parte de grupos propalestinos, particularmente durante su presentación en Líbano. Diversos colectivos se manifestaron contra la visita de la agrupación a Israel, llamando a cancelar el evento como «solidaridad contra la ocupación».
«En cada ciudad y país donde tocamos, nuestro único propósito es el de elevar a las personas con nuestra música. Nada más, pero también nada menos; eso es todo», escribió Chad Smith en su cuenta de Facebook.
«¡Nunca los olvidaremos!», gritó Flea al público israelí al despedirse luego de interpretar «Give It Away Now».
De Israel la agrupación regresó a Los Ángeles para iniciar dentro de dos semanas una gira por los Estados Unidos.
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