Bajar a una junta de condominio es armarse de paciencia, cerrar los oídos a los insultos de vecinos sin educación, es oír tonteras como que los perros que bajan por el elevador apestan el mismo, es aguantar a una vecina esposa de un expresidente de un partido de izquierda, que hablando con la verdad es un caballero porque la señora se comporta como una senadora, donde sus vecinos somos simples ciudadanos normales, espero que para las próximas juntas no baje y en el senado sí trate como sus iguales a los senadores en cargo, sin embargo le reconozco la defensa hacia mi perro.
Empezó a tomar nota cuando tanto la administración como el presidente del comité de vigilancia daban algunas cantidades sobre un trabajo de cablerío de la luz, de dónde había salido y un adeudo pendiente, en fin asuntos internos.
Se habló de un aumento de mantenimiento y no faltó el vecino mal educado que tiene tanto odio reflejado en sus ojos, mismos que se salen de sus orbitas, quien “justificó” que es la inflación.
Este mismo no pudo dejar a un lado la propuesta que los perros deben bajar por escalera por “ni modo” tienen que convivir con las personas, solo tres vecinos de este edificio se meten con los perros.
Cuando yo comenté que is bien había salido de un cáncer de ovario, todavía estoy en quimioterapia, faltándome 2 de prevención además de una operación para extirpar el ovario igual por prevención, me gritó que “qué mala suerte que estaba enferma pero quien me mandaba atener perro”, no le contesté porque la educación se mamá y porque puedo sacar un certificado médico de que no puedo ni bajar, ni subir escaleras cargando a mi perro porque él está operado de una pata y no puede ni bajar ni subir las escaleras.
A la “senadora” le dijo con voz fuerte porque es maestra de la UNAM que “aquí en el condominio todos somos vecinos comunes, apolíticos y se fuera a gritar a otra parte y se portará como una vecina más”, la otra le pidió que no le gritará y arriba tienen la respuesta que dio, ella le dijo que su voz era muy fuerte por ser maestra.
Dónde estaba la administración y el comité de vigilancia para poner en orden a estos vecinos, y a la vecina que fuma en el elevador sin importarle que está prohibido fumar en lugares cerrados, le van a mandar una carta personalizada para comunicárselo, o los vecinos que gastan mucho agua sin considerar que aquí casi todos pagamos igual porque se divide entre todos y por haber un solo medidor, sin que la consumamos, en fin alguien decía “que aquí nos tocó vivir y no modo.”
No faltarán los vecinos que no acaten lo del elevador empezando por mí, vivo en el sexto piso y todavía en tratamiento con una futura operación es una justificación legal o simplemente a aquellos que los mandarán al diablo y punto, el teimpo, siempre cuando ocurre algo así, estas “grandiosas” ideas tiene que desistir.
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