Carta indignada a un “Israelí Indignado”

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La Carta de Uriel Kon, un israelí indignado la puede Usted leer en la parte inferior de este artículo.

Carta indignada a un “Israelí Indignado”

Uriel, no te conozco, vivimos en el mismo país, pero con realidades diferentes. Yo me siento dentro de la sociedad israelí, a la que llegué antes del mundial de Videla, al decidir no vivir en un país con un gobierno militar que arrojaba gente desde aviones, secuestraba, mataba y hacía desaparecer a sus ciudadanos (eso se llama genocidio, por ser premeditado), los que disentíamos con el sistema.

No sé hace cuanto que estás aquí en Israel, no importa, no estás aquí de verdad. Lo mencionas en tu carta, vivís a un costado, convencido que todos los israelíes no tenemos cerebro y tal como lo alardean los que saben estigmatizar a los judíos, hay “lavadores de cerebros profesionales” que nos dejaron peor que al Golem… (¿Dónde se estudia la licenciatura de Lavador de cerebro profesional? Es una profesión bien paga?)


Pues no estoy de acuerdo contigo. Me creo un tipo pensante, educado, y no ignorante, refinado y para nada vulgar. Después de todo, crecí entre Barrio Norte y Once, fui al Idishe Shule (del BUND, el partido de los trabajadores judíos de Rusia y Polonia) y no fui expulsado con la creación de Israel de ningún país árabe con otros 800.000 judíos, de donde según tu parecer, provienen los israelíes ignorantes y bárbaros que ponen en peligro el destino de la humanidad.

Israel, como democracia permite el disenso. Seguramente conocés el diario “Haaretz” identificado con la izquierda y sus ideas. Esta semana, muchos (no sé si serán decenas, cientos o miles) de abonados, llamaron al diario, anunciando su deseo de dar por terminada la suscripción. No están de acuerdo con la línea editorial en estos momentos… no escuché a ninguno exigir que cierren el diario y cuelguen de una grúa al editor y sus periodistas (o sea, tomar el ejemplo del Hamás que mata a sus opositores… eso es más fácil que ir a la corte suprema y reclamar indemnizaciones por cerrar una fuente legítima de trabajo…)

Yo hablo, digo lo que pienso, y no he visto a nadie correr detrás de mí con un fusil para pegarme un tiro… ni tampoco a los ciudadanos árabes con los que trabajo, codo a codo, a pesar de que hay tipos como vos que gritan Apartheid a los cuatro vientos.

Trabajo en un medio de comunicación internacional, y contamos al mundo lo que pasa en esta región sin temer que los petrodólares influyan la línea editorial, tendenciosamente como lo hacen la BBC o TF1 o ZDF… ni que hablar de la prensa escrita o de las redes sociales que escriben barbaridades, sobre todo en base a la ignorancia que tiene sobre el conflicto árabe-israelí. LA IGNORANCIA MATA.

¿Cómo decía el cantito? “El pueblo unido jamás será vencido”. Parece ser que te indigna que el pueblo de Israel, que en tiempos tranquilos (no pongo de paz, ya que no hay mucha en la zona) se la pasa siempre discutiendo los problemas internos y las diferencias que nos aquejan… no esté dispuesto a sucumbir ante el terror nihilista de nuestros vecinos. La izquierda israelí (y mucho menos la europea) no desapareció, pero no tiene nada nuevo para decir en los últimos 20 años, en los que la ideología que impulsó los acuerdos de Oslo (acuerdos para hacer la paz con los Palestinos…) las izquierdas decadentes, simplemente dejaron de ser relevantes para la realidad actual de esta zona…

Un recuerdo. Estando en 6to grado, la maestra dijo: “Composición, tema libre”. Yo escribí dos hojas basadas en un libro que había leído en mi casa llamado “Buenos Ayres City”, de Marcos Victoria, 1968. Al día siguiente llamaron a mis padres a la dirección de la escuela. Ni la maestra ni la directora habían leído el libro, obvio.

Recuerdo la escena… la directora con cara severa, la maestra con cara de congoja y mis padres serios y preocupados… ¿qué habrá hecho el pequeño Carlitos que amerite semejante convocatoria?

“¡Su hijo escribió una composición diciendo que perdimos las Segundas Invasiones Inglesas, que en Buenos Ayres City todos hablan inglés, que se maneja con volante a la derecha y que somos una potencia económica a diferencia del resto de los países hermanos de América Latina!”

Mi papá se empezó a reír a más no poder, preguntó si me habían puesto un Muy Bien 10, y se fue. Qué cosa este chico, imaginar lo que podría haberle pasado a los habitantes del Virreinato si el Capitá Whitlocke ganaba la invasión y conquistaba el fuerte y la plaza mayor…

Ahora pensemos que podría pasar si los muchachos del Hamás ganasen la guerra, conquistasen el centro de Tel Aviv, Jerusalén y otras ciudades de Israel…

Lo que hacen El-Qaida y Hizbolláh en Siria? Matar a todos lo que se oponen a un gobierno totalitario?

Lo que hace ISIS en Irak? Fusilar al estilo Einsatzgruppen a todos los que no son musulmanes y se oponen al Yihad?

Quizás vender a las mujeres a la prostitución y al esclavismo como lo hacen los chicos malos de Boko Haram en Nigeria?

O lapidar a homosexuales y lesbianas como lo hacen en Afganistán y Talibanstán… (Espero que vos no tengas tendencias raras… allí te la podrías ver en dificultades, además de tu auto odio judío, ya todo un tema en sí mismo)

No, no lo creo… ellos no son como los israelíes zombis que tanto te incomodan… no matan y lloran… ellos matan y festejan! No tienen problemas freudianos de erotismo como los que tenemos cerebros lavados (seguramente etapa fálica mal resuelta) … por lo tanto no saben los que es sentir el erotismo de la guerra y la pasión que despierta ver morir gente inocente (los árabes que mueren, los israelís/judíos no, no son ni gente ni humanos, cierto?)

Tengo al menos 100 puntos para criticar a Israel. A nuestros gobernantes, a nuestros ciudadanos y a los judíos del mundo… y como yo, también hay otros 7 millones de habitantes de este país que no se callan la boca. Por eso mismo, este país está vivo y no acabado como vos los creés, voz estarás acabado… porque soñaste con una Israel tipo años 60, que hace florecer el desierto gracias al socialismo de los kibutzim… Los ciudadanos que yo encuentro día a día se cuestionan cosas a todo instante y, como no lo mencionaste, aquí no se arroja al mar a los disidentes, ni se secuestra gente y se la hace desaparecer o se la mata cuando no acuerda con el gobierno de turno…

Creo que tu planteo de re-emigrar es lo mejor que podés hacer, aquí algunos países que seguramente te van a recibir con los brazos abiertos:

Francia, donde en los últimos días se escuchó nuevamente a viva voz el grito de “Muerte a los judíos” y la turba pro palestina intentó copar e incendiar una sinagoga.

Chile, donde viven más de 30.000 palestinos cristianos que escaparon de sus “hermanos” musulmanes que los asesinaban y quemaban sus iglesias en Gaza y Hebrón.

Austria, donde no tienen vergüenza, al mejor estilo Anschluss, ponen carteles en negocios donde dicen que permiten la entrada de perros pero no de sionistas (Vos hiciste Aliá hace mucho, no? Entonces sos sionista, no podrás entrar allí, jodete!)

Quizás mejor recibimiento tengas en Inglaterra, donde el Imán de Londres llama desde su pulpito al Yihad, o a Irán, donde te consideran ser un perro (podrías entrar al negocio de Austria…) pero rabioso… y a los perros rabiosos… ha yque matarlos, no?

Tal vez podrías instalarte en un carpa y sumarte al sufrimiento de los 13 millones, sí, lee bien, 13.000.000 de árabes desplazados y refugiados, en campamentos de la UNRA en las fronteras de Siria, Irak y Turquía… Ah, los turcos también te recibirán con suma hospitalidad, la que todo Nazi merece (Erdogan, Primer ministro de ese país dice que los judíos hemos superado a Hitler…) Y hablando de Hitler, que mejor lugar que Alemania, reciente campeón del mundo… donde las manifestantes llaman a todo los que vivimos aquí asesinos de niños (no era que hace un mes secuestraron y asesinaron a 3 estudiantes judíos??? O será que los tres se autosecuestraron y se automataron para iniciar el actual intercambio de mensajes de misiles con los líderes del Hamás? Mmmmm, estos judíos son capaces de todo, hasta de auto explotar su propia embajada y la sede social de la mutual conocida como AMIA que llevaba 100 años actuando en beneficio de la comunidad y la sociedad argentina.

Y si ya mencionamos a la Argentina… seguro que serás superbién recibido por los muchachos de Quebracho y D´Elía, que con sus palitos (de quebracho) de abollar opositores (Mafalda decía ideologías, te acordás?) antes de que termines de decir “vivía en Israel, pero me lavaron el cerebro… y ahora que estoy con ustedes ya pasé el centrifugado rápido y no lo tengo más lavado… ni necesito más ni jabón ni enjuague para que funcione…” ya te pegaron el palazo que te abolló la humanidad y tus derechos a vivir y ser judío y oponerte a lo que pasa en esta región. (Tenelo presente, los DD HH, son para todos los otros, menos para los judíos, que somos de otra galaxia, verdes, como los de “Los Invasores”, venidos de un mundo agonizante… que cuando David Vincet (o el Hamás, Hezbollá, Irán, los Yihadistas y ahora también los de ISIS) -espero que los lectores sepan de lo que hablo y si no hay Wikipedia- consigue eliminarnos, simplemente nos esfumamos… y el mundo sin judíos, sin duda, es un mundo mejor…

Uriel, vaya, vuelva a sus raíces, al mate y el asado, al truco y los amigos, ahí todos tenemos nuestro afectos… pero cuando por Montevideo o Buenos Ayres, en vez de ingleses que conquistaron la ciudad y toman el five o´clock tea, haya Yihadistas que te obliguen a rezarle a Alláh 5 veces al día, so pena de que te cuelguen del obelisco, no digas que no te avisamos…

Por favor, corregí tu carta, no digas “somos una vergüenza”, decí, yo tengo vergüenza de no haberme ido de aquí hace 5, 10, 20, 30 0 50 años…

Porque yo no me avergüenzo ni de ser judío, ni de vivir en Israel, ni de pelear a muerte por evitar que quienes me quieran ver muerto, me maten.

***

Carta de un israelí indignado

Uriel Kon, un argentino radicado en Israel, hizo públicas sus diferencias con la política contraofensiva en la Franja de Gaza. Aquí reproducimos su texto.

Vergüenza bronca e impotencia. Eso es lo que siento al vivir dentro o a un costado de la sociedad israelí: en su gran gran mayoría se trata de un cúmulo de individuos que han sufrido un lavado de cerebro sistemático, desde chiquitos. Cerebros lavados y lavadores de cerebros profesionales; victimarios que de alguna manera lograron desarrollar un mecanismo de autoconvencimiento, una completa insensibilidad frente al sufrimiento del otro – todo esto combinado con un sentimiento de superioridad indeleble, paradójicamente mezclado con ignorancia, vulgaridad y un racismo virulento. El racismo y la discriminación, aplicados tanto en el plano personal como institucional.

Una sociedad como la israelí, que nunca quiso ni busco la paz, esta destinada a a desaparecer. Tal es el destino final de las democracias étnicas.

Hablar se torna peligroso.

Los diarios y los sitios en la web de noticias en hebreo, narran la guerra de manera tal que cualquier duda sea eliminada. Las noticias se enuncian como pequeñas piezas de discurso adoctrinador, que es repetido como mantra en el bar, en el café, en las universidades, de padres a hijos, de oficiales a soldados. Es así que no hay huecos en el imaginario local, casi no existe la izquierda ni la critica: abolidos. La autocrítica es traición. La mirada de odio y de placer del sabra israelí ante los ataques por tierra y los bombardeos, es evidente.

Hace unos minutos me encontré con un amigo argentino. Coincidimos en que es imposible hablarle a la mayor parte de los sabras. Sus miradas cambian, los ojos giran, cambian de órbita hacia adentro; parecen zombis. Su amargura y rudeza son innatas, pero se potencian con el odio. Para ellos la guerra, todas las guerras israelíes son morales, no se las pudo evitar. Son guerras impuestas por el enemigo. Ellos son el oasis de oriente medio, son el milagro, son los elegidos. O a la ney matogrosso: son la rosa de Hiroshima.

Disparan y lloran. Lloriquean mientras matan y construyen nuevos asentamientos en los territorios ocupados. Ellos no quieren matar pero matan. Quieren la paz en la guerra. Y se lo creen!

A no confundirse los que visiten Tel-Aviv, mundo de mini shorts, pop americano y multisexualidad. Debajo del pastito cuidado, de la gente paseando perros o andando en patín, detrás de la literatura local de medio pelo a la que le gusta leerse en tramas infantiles o dramitas cotidianos, detrás de boutiques divinas y el mundillo tanto corporativo como artístico, se esconde una perversidad guerrera, una santificación de la muerte propia y ajena, y se rinde culto al eterno consenso sobre la conquista y la opresión.

Pero este palabrerío tan adjetivado quería ser solicitada: solicito a mis amigos coles, a los que de alguna manera se criaron – como yo – dentro de las comunidades judías en Latinoamérica, con ese dejo de izquierda idish, con determinada alegría de vivir rodeados de seres humanos diferentes, seducidos por la diversidad – que llego el momento de desdecirnos de manera rotunda de Israel: separar por fin el judaísmo de la doctrina nacional de este país acabado. A contrapelo de lo que aprendimos en la escuela – sionismo es racismo. Sionismo es también una forma de antisemitismo. El prototipo de ario israelí fracaso, y en su fracaso, como durante las ultimas semanas del nazismo en la guerra, quiere borrarnos a todos – quiere volar todos los puentes. Quieren morir en el odio automático y la pasión erótica por la guerra.

No apoyar mas a Israel. No aportar dinero que el dinero estuvo y estará destinado a plantar bosques sobre pueblos palestinos destruidos. Que el dinero va para seguir construyendo la infraestructura de los asentamientos en los territorios ocupados y así anular cualquier plan de división territorial. Que el apoyo es utilizado para matar gente, asesinar chicos, probar nuevas armas, criar nuevos soldaditos zombis, carentes de ideas independientes.

Mirar a la cara a esta gente, y más en época de guerra, da miedo. Son rostros de gente que tiene nauseas cuando se utiliza la combinación de palabras “derechos-humanos”. Para ellos los derechos humanos son antisemitas. Justo ellos, que son los primeros antisemitas del planeta, los que se burlan del que no vive en Israel y lo consideran infrahumano. Ellos son los que utilizan la historia del pueblo judío como excusa para asesinar. Y todo para crear un país tan insulso, tan falto de creatividad, de humanismo, de literatura, de imaginación. Ellos son los que crearon un país en el que los militares son héroes culturales. un país en el que las mujeres, para recibir igualdad de derechos, se convierten e imitan a los hombres. La mujer liberada es la mujer-hombre, la que abandona sus atributos para entrar en las guildas masculinas. Su mundo interior es el que se negó a imaginar un territorio pacifico, en el que la vida, la creación y la alegría, reemplacen al erotismo de la violencia.

¿Cómo vivo en este país? ¿Cómo conciliar con la idea de que mis impuestos aporten de alguna manera a la manutención de un sistema opresor y antidemocrático? Esas son cosas que me vengo preguntando hace bastantes años. En una época tenia la idea narcisista e inocente, de que algo podría cambiar, y que yo podría contribuir a ese cambio. Pero la unica solucion viable es la re-emigracion, acto de por si complicado, aunque no imposible. Creo que se acerca la materializacion de ese acto.

Este país esta acabado y es una vergüenza. Somos una vergüenza. No quiero vivir con la vergüenza a la que me llevaron mis decisiones de adolescente.

 

2 comentarios en «Carta indignada a un “Israelí Indignado”»
  1. La carta de Uriel me causa mas tristeza que enojo. Creo que mas que un asunto ideológico ´hay aquí un caso de inestabilidad emocional. Una crítica puede ser, dos llaman la atención, pero una chorrera de protestas como las que hay aquí, ninguna de las cuales está certificada de forma racional, me hacen ver que esta persona no está en su mejor día. Si todo está tan mal en este paisito, si todo es la negación de lo llamado humano, entonces o vivimos en un cierto infierno o algo pasa con el observador.
    A diferencia de quien firma como Carlos Kalman, yo pértenezco a la izquierda sionista israelí. No creo que ha pasado nuestro tiempo, sino que simplemente estamos en una época de regreso en la historia. El proceso de Oslo abrió oportunidades. El asesinato de Rabin por un extremista de la derecha trató de cerrarlas. Nos hizo más difícil llegar a un acuerdo. La sociedad israelí ha avanzado muchísimo en el macro-sentido. Pero el reparto de los bienes logrados por toda la comunidad ha pasado a ser uno de los mas desiguales del mundo occidental. Eso no es ley divina, sino decisión política de los hombres. Eso es trabajo de la derecha, que ve en esa desigualdad algo natural y necesario.
    Estamos viviendo tiempos de guerra. Hay un gran consenso en Israel sobre la necesidad de las acciones militares que se están llevando a cabo y un sentimiento que esta vez, Nethaniahu está llevando las cosas en forma equilibrada y adecuada al momento internacional. No se me escapa que se aprovechan estas situaciones para que el ogro antisemita salte una vez más. Pero en lo que no hay consenso es cuales son los caminos para llegar a una paz durable. La derecha insiste en la fuerza bruta, que a entender de la izquierda, es necesaria pero no suficiente. Sólo cuando las dos partes presten atención a las necesidades del “otro” y no sólo a las propias, es que vamos a poder dialogar y comprender que vivir uno al lado del otro significa también renunciar a partes importantes del narcisismo que cada uno de nosotros vive.
    En cuanto a Uriel, si es capaz de liberarse de sus ataduras, lo invito a dialogar sobre lo que vivimos los judíos en Israel y en el mundo, sin ataduras previas de una visión parcial y deformada de la realidad exterior, que es muy diferente a la realidad interior que está viviendo.
    De no ser así, creo que su solución es tratar de buscar un lugar que le permita disfrutar de su mundo interior que busca el equilibrio total, el Paraíso Terrenal. Creo sinceramente que en el planeta Tierra, eso no está…

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