Cuando se habla de la “izquierda judía” describimos a un grupo de judíos que se identifican con el liberalismo, progresismo, igualdad social e igualitaria dentro del espectro político. No toda la comunidad judía es de izquierda pero lo que sí es un hecho es que el pueblo judío, sus gremios y organizaciones han sido las fuerzas más importantes en la historia del movimiento obrero, movimientos socialistas, comunistas, el movimiento de derechos de las mujeres, pugna por el reconocimiento de los Derechos Humanos, la lucha contra el racismo, los movimientos socialdemócratas modernos, y la organización antifascista dentro Europa, Estados Unidos y hoy en día Israel, dentro del triunfo del Sionismo
Exponentes de las diversas expresiones de la “izquierda” en el mundo han sido judíos; Desde Karl Marx, Moses Hess, Herbert Marcuse, Murray Bookchin, Saul Alinsky, Tristan Tzara, Leon Trotsky, Leon Blum, Judith Butler, Noam Chomsky, Eric Hobsbawm, Harold Laski, Betty Friedan, Abbie Hoffman, Howard Zinn, hasta Rosa Luxemburgo, Hanna Arednt, y muchas figuras de la escuela de Frankfurt. Todos ellos nacieron en familias judías con diferentes grados de observancia.
La Izquierda judía tiene sus raíces en la filosofía de la ilustración judía, periodo conocido como la Haskalah, destinados por pensadores como Moisés Mendelssohn, y diversos judíos con ideales republicanos en las consecuencias de la Revolución Francesa y la Guerras Napoleónicas. De este periodo podemos brincar hasta el auge de la Izquierda Judía; los movimientos obreros Judíos en Europa. Era el año de 1897 cuando se organiza por primera vez la “Unión General de Trabajadores Judíos” en Lituania. Después de la Revolución Rusa de 1917 muchos judíos comenzaron a participar en los partidos comunistas, que constituyen una gran proporción de sus miembros en muchos países, entre ellos Gran Bretaña y los EE.UU. Había específicamente secciones judías de muchos partidos comunistas.
A medida que la clase obrera judía murió en los años posteriores a la Segunda Guerra Mundial, sus instituciones y movimientos políticos hicieron también. Hay, sin embargo, todavía algunos vestigios de la clase obrera judía izquierda hoy, incluido el Comité Judío de Trabajo y el periódico Adelante en Nueva York, el Bund en Melbourne, Australia, o Amigos Laboristas de Israel en el Reino Unido. Mientras tanto, las décadas de 1960 y 1980 se produjo un resurgimiento de interés por el patrimonio cultural y la identidad étnica, lo que provocó un renovado interés entre los Judíos asimilados en el Oeste en la cultura obrera judía y las diversas tradiciones radicales del pasado judío. Esto llevó a un crecimiento de un nuevo tipo de organizaciones judías radicales, interesadas en la cultura yiddish, la espiritualidad judía y la justicia social.
En México durante la primera mitad del siglo XX tuvimos, una fuerte presencia de una izquierda judía bien organizada; La liga popular Israelita y el Periódico en Yidish “Fraiwelt”, ambas se esforzaron de gran manera para por actualizar el bagaje ideológico que portaban de su experiencia judía en Europea. Un error que enfrenta la izquierda en todo el mundo es permitir que su causa sea abanderada únicamente y bajo el monopolio de los partidos políticos. Error garrafal.
Los ideales de la izquierda se pueden encontrar en la mayoría de las Tnuot Noar (movimientos juveniles sionistas) por ejemplo: Dor Jadash, Hashomer Hatzair, Hanoar Hatzioni, Benei Akiva, Betar, Habonim Dror, Noam, y Netzer. Son muchísimas las organizaciones de izquierda dentro de la comunidad judía en sus 3 niveles de observancia (reformista, conservador y ortodoxo). No se necesita de un partido político (y menos mexicano) para retomar los ideales progresistas como la igualdad de oportunidades, igualdad sin distinción, Tikkun Olam, Justicia Social, respeto a las minorías y sus derechos, una sociedad sin segregación e incluyente, una democracia plena, pero lo más importante, para que todos los derechos individuales y colectivos sean respetados. La izquierda empieza en el hogar, las redes de trabajo, las Tnuot, la familia, la misma comunidad judía y pareciera broma, pero hasta en los templos. Jazak ve Ematz!
Gracias al portal de centro de artigos y su revista universitaria.
Espero sea de su agrado!
Luis: Creo que pecas de demasiado romanticismo. La pertenencia a la izquierda, vista desde el punto de vista personal, es bastante similar a lo que escribes. Pero si analizamos a la izquierda como fenómeno social, vemos que la debemos relacionar con los grupos humanos que la sustentan. El pueblo judío diaspórico de hoy en día es un pueblo de clase media alta, con intereses de grupo (no hablo de personales) que llevan a querer conservar el status quo reinante o incluso profundizarlo para poder ascender en la escala ecopnómica de sus países. La influencia de lo económico es muy grande. Más que lo ideológico o espiritual. Los grupos judíos reformistas e incluso conservadores hablan de judaísmo a través de “Tikun Olam”. de dar al judaísmo un contenido universal. Esto es positivo pero la pregunta es ¿hasta dónde sus miembros serán consecuentes? ¿estarán dispuestos a repartir sus bienes personales con los más necesitados o harán “tzedaka” (cierta forma de filantropía judía) en lugar de “tzedek” (justicia) en una sociedad igualitaria y honesta? Difícil saberlo. No hago determinismo en la participación personal, pero sí un tanto en lo social. No para recomendar, sino para entender. Si todos los burgueses se convencieran de lo importante humanamente que es terminar con la burguesía, posiblemente ésta dejaría de existir. Pero el mundo de las utopías no es el real.
Y en otro punto: no sé como funcionan en México los movimientos juveniles Betar y Bnei Akiva. En Israel forman parte de los movimientos más derechistas que existen. De ellos no provendrá precisamente la “revolución social” o los cambios profundos de la sociedad. Estamos en la izquierda israelí sionista junto a ellos en el programa nacional, pero en el social están muy lejos de nosotros…O por otro lado Chomski, que es un antiisraelí delirante, enemigo acérrimo de todo lo que hacemos aqúí por el pueblo judío, creyendo que la narrativa árabe del conflicto está completamente libre de intereses políticos y grupales, dando por sobreentendido que la narrativa israelí es un conjunto de mentiras para servir al “imperialismo internacional”…No creo que sea un ejemplo de intelectual comprometido con posiciones serias y ecuánimes. No hay que confundir su genio en la linguística con sus actitudes de judío vergonzante, de las cuales tuvimos lamentablemente muchos ejemplos en la historia…
Aprecio y deseo junto contigo que los hombres judíos, estén donde estén, quieran actuar a favor de las libertades y de la humanidad en total. Pero no debemos olvidarnos que la lucha es también contra uno mismo, cuando uno está en un grupo de pertenencia que tiene intereses contrarios a los deseos personales.
Para tu conocimiento, soy un “kibutznik” veterano, formado en el Hashomer Hatzair. trabajando en la izquiera israelí desde hace decenas de año, comprometido con las causas sociales desde el vamos, con formas sudamericanas dada mi procedencia.
Buenas Noches Yerach. Agradezco infinitamente tus comentarios. Tienes razón y coincido contigo en que la “gloria” y auge de la izquierda fue por períodos de tiempo y es necesario un análisis coyuntural para entenderlo. Te mando un abrazo y cierro al igual que tu con lo siguiente; nuestro peor enemigo está en el espejo. Tambien soy de la shomer. Un gusto leerte.