El día después de la tregua

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Pese al coro de los agoreros y las aprehensiones de muchos, Israel saldrá fortalecida aunque bastante lastimada de la última batalla con Hamás. Fortalecida porque sus ciudadanos perderán las falsas ilusiones de un acuerdo definitivo con los árabes y un grado de escepticismo es necesario para no ser víctima de la propia ingenuidad; las gentes de izquierda, antes abundante y hoy escasa, invernarán un largo tiempo mientras que la derecha y los nacionalistas saldrán fortalecidos, lo cual es bueno. Ser de derechas es, en Israel, ante todo, querer seguir siendo un país fuerte y capaz de defenderse, si es preciso atacando una y otra vez. El buenismo izquierdista perdió el rumbo, los israelíes antisionistas y antijudíos y antitodo harían bien en marcharse de esa exigua y sufrida geografía si nos les gusta y continuar ayudando desde fuera-como han venido haciendo-a los enemigos del país con su lengua inconformista y pérfida. Hace poco un teólogo jesuita catalán de cuyo nombre querría no acordarme, y que está siempre hablando mal de los judíos excepto de los de papel, que venera y admira, un teólogo que detesta al Israel vivo y a sus gentes, se declaró admirador de Ilan Pappe, un filósofo crítico con su país de origen que aprovecha cualquier oportunidad para hablar mal de él. Cuando tu viejo enemigo-un cristiano de ánimo preconciliar-, admira a tus críticos y detractores, sobre todo si son de tu estirpe, es que algo va mal. Algo está de verdad podrido en la mente de ambos. Si te odian los de tu propia casa, ¿por qué habría de reprimir yo mi odio?

Mientras que los enemigos de Israel, tras la tregua, se multiplican, también lo hacen sus inesperados y nuevos aliados, en este caso procedentes del mundo musulmán, simpatizantes cuyos brillantes artículos hemos leído todos menos, parece, los periodistas occidentales llenos de viejos prejuicios que prefieren el engaño a la verdad. En la medida en que el yihadismo se convierta de una amenaza lejana en una muy cercana, aparecerán nuevos simpatizantes que por fin verán el rol de avanzada que Israel ha estado jugando. La balanza de amor-odio alcanzará su equilibrio, sino expreso al menos sí tácito. Habrá que reflexionar muy bien sobre los próximos pasos a dar y seguramente inventar nuevas tácticas de lucha, caminos diferentes para asolar a nuestros enemigos, quienes pensando que han ganado esta última guerra querrán continuarla por todos los medios a su alcance. Tras la tregua, y si de verdad se cumple, habrá que respirar hondo y sacar conclusiones, la mayoría de ellas dolorosas.

Reconstruir es una tarea ingrata pero necesaria, consolar a los heridos y a los familiares de los muertos un deber ineludible. Israel ha ganado, ante sus propios ojos, una vez más el derecho a defenderse con uñas, dientes y misiles. La ofensiva diplomática que se dispone a lanzar Abu Mazen, el señor Abbás, inveterado paseante y pedigüeño oficial ante las cortes árabes, quedará en nada si no hay consenso con Israel, que no debe caer otra vez en el error mortal de Gaza y retirarse dejando un vacío que ya sabemos quién ocupará. Por sobre todas las cosas, no confiar, no regalar, no ceder algo a cambio de nada. Bastante pobres son ya las condiciones que afloran a la luz de esta última tregua como para pensar que quienes nos odian a muerte cambiarán de parecer de un día para otro.


Acerca de Mario Satz

Poeta, narrador, ensayista y traductor, nació en Coronel Pringles, Buenos Aires, en el seno de una familia de origen hebreo. En 1970 se trasladó a Jerusalén para estudiar Cábala y en 1978 se estableció en Barcelona, donde se licenció en Filología Hispánica. Hoy combina la realización de seminarios sobre Cábala con su profesión de escritor.Incansable viajero, ha recorrido Estados Unidos, buena parte de Sudamérica, Europa e Israel.Publicó su primer libro de poemas, Los cuatro elementos, en la década de los sesenta, obra a la que siguieron Las frutas (1970), Los peces, los pájaros, las flores (1975), Canon de polen (1976) y Sámaras (1981).En 1976 inició la publicación de Planetarium, serie de novelas que por el momento consta de cinco volúmenes: Sol, Luna, Tierra, Marte y Mercurio, intento de obra cosmológica que, a la manera de La divina comedia, capture el espíritu de nuestra época en un vasto friso poético.Sus ensayos más conocidos son El arte de la naturaleza, Umbría lumbre y El ábaco de las especies. Su último libro, Azahar, es una novela-ensayo acerca de la Granada del siglo XIV.Escritor especializado en temas de medio ambiente, ecología y antropología cultural, ofrece artículos en español para revistas y periódicos en España, Sudamérica y América del Norte.Colaborador de DiarioJudio, Integral, Cuerpomente, Más allá y El faro de Vigo, busca ampliar su red de trabajos profesionales. Autor de una veintena de libros e interesado en kábala y religiones comparadas.

1 comentario en «El día después de la tregua»
  1. Ahora después de obtenido el cese del fuego los valientes combatientes de derecha salen contra la izquierda, es decir todos aquellos que estan convencidos que la solucion del conflicto israeli-palestino es en primer lugar
    politico . Con ataques personales e incluso atrevidos como decirles que se vayan de Israel. Yo me fui en febrero
    pues como jubilado en Israel mi pension no me alcanzaba para vivir, otra de las cositas que hizo el likud para
    los trabajadores. Un amigo de la infancia, mas de 60 años me ataca en Facebook con este texto
    Señor Julio May y con mayúsculas, hasta donde puede llegar tu odio a distintos políticos, que ya te comparo con los del isisi si los tendrías a mano los decapitarías “”ISRAEL SE DEFIENDE”” por que no volves a hacer política yo te prometo el voto, vos sos como los del hamas vivís en el búnker que en este caso es Colombia,allí podes festejarlo.
    Eso es lo que tienen para ofrecer los que son de derecha, ataques personales. No publicaron que muchos en Israel necesitan defensa personal por manifestar sus ideas.
    Recomiendo la lectura de un texto de David Grossman, tambien el tiene que abandonar?
    http://www.mensuarioidentidad.com.uy/internacional/israel-1-2

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