Hace unos años, uno de los soldados de Israel contó que durante un combate en Gaza atraparon a unos terroristas y les comenzaron a extraer información sobre las acciones realizadas por Hamas.
Les preguntaron entre otras ¿por qué, si ellos tenían muchísimos túneles debajo de la tierra, no los habían usado antes para realizar ataques. Los terroristas contaron que trabajaron durante doce años construyendo los túneles que los llevarían hasta Israel y eligieron para el ataque el día de Rosh Hashana de ese año 5774, se lanzarían en grupos de 20 o 30 terroristas armados, para matar y secuestrar mujeres y niños y esconderlos en los túneles, porque así Israel no podría hacer nada contra ellos en represalia, con todos estos civiles prisioneros. Podrían así dar un gran golpe, conquistar y gobernar todas estas tierras y matar a todos los sionistas.
Ellos escogieron ese día porque en Rosh Hashana la mayoría de los soldados no están en sus puestos de servicio, están reunidos con sus familias rezando y celebrando, por lo que Israel sería presa fácil al atacársele en esta fecha.
“Durante doce años trabajamos y planeamos lo que haríamos en esa fecha, sólo faltaban 2 meses para lograrlo y ustedes con sus operativos destruyeron nuestro sueño.”
Esa operación comenzó por el secuestro de los tres jóvenes estudiantes, mucha gente se preguntaba: “¿Dónde fueron a parar todos los rezos que hicimos por los jóvenes si al final aparecieron asesinados?”. Pero aquí está la respuesta, quizás ellos tenían que morir por algún motivo que desconocemos, pero de lo que podemos estar seguros, es que los rezos no fueron en vano, sino cuando vemos toda la película que ha transcurrido durante el último mes, entenderemos que los rezos nos salvaron de la gran tragedia que estuvo a punto de suceder.
Un amigo le pregunta a otro: “¿Crees en las coincidencias?”, y el otro le responde: “No, no creo en coincidencias”, entonces el amigo le dice: “Oh, que coincidencia, yo tampoco creo”.
A veces, cuando vemos nuestra vida por partes podemos pensar que todo es natural, pero cuando empezamos a unir todos los hechos, entendemos que las cosas no son coincidencia, que todo es manejado desde arriba. Si un suceso pasa más de una vez o dos, puede que si sea una coincidencia, pero cuando los sucesos ocurren todo el tiempo, son reiterativos, debe haber otra explicación, debe ser otra la causa, no puede ser una simple coincidencia.
Por eso en Purim después de la lectura de la Megilah Esther, debemos cerrar todo el pergamino y decir las bendiciones, porque si leemos o escuchamos la lectura por partes, creeremos y nos parecerá que todo es normal, que todas son coincidencias, pero cuando la cerramos toda y la tenemos en nuestra mano, entenderemos que no es posible que sean todas coincidencias y sabremos que es un milagro.
Así pasó también con Yitro, el suegro de Moshe, y con el Faraón, rey de Egipto, ambos vieron las plagas de Egipto, pero el Faraón nunca creyó que fuera algo de D-os, pensó que era algo natural. Pero está escrito que Yitro escuchó todo lo que le dijo D-os a Israel y al Faraón y supo que era un milagro y por eso se convirtió al judaísmo.
En la Parashá de esta semana “Masei” la Tora resume todo el viaje que hizo el pueblo de Israel desde la salida de Egipto hasta la entrada a Israel. ¿Por qué? Si la Torá no es un libro de historia. Toda la historia que tiene es para el presente y llevarla al futuro. La Torá nos enseña que cuando estemos viendo toda la película, al avanzar en el camino de D-os, entendamos que es un Milagro.
Para terminar, a veces nosotros no vemos la influencia de nuestros rezos y peticiones y es porque no vemos la película completa. Tenemos que reforzar nuestros rezos en nuestro templo sagrado que es la sinagoga, debemos comprometernos un día a la semana para venir a rezar en la mañana, para reforzar el minian y así nuestros rezos tendrán mucha más fuerza para la comunidad y para todo el pueblo de Israel.
Un día dos carros chocan y quedan completamente destruidos. Sorprendentemente a ninguno de los dos conductores les ocurrió algo, salieron ilesos del choque. La señora conductora de uno de los carros le dijo al otro conductor que debían celebrar con un poco de vino porque habían salido ilesos del accidente. El señor estuvo de acuerdo y recibió el primer trago, luego el segundo, el tercero y el cuarto, cuando iba a recibir el quinto trago el señor le dice a la señora: “Oye, pero toma tú también, brindemos” y la mujer le responde: “No, yo no tomo, yo estoy esperando a la policía”
A veces, vale la pena esperar y entender mejor lo que está pasando.
Shabat Shalom con muchas bendición.
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