A través de fotografías, diversos documentos e incluso pertenencias, como unos cubiertos de plata que datan de 1860, Eva Patricia Soriana Treu y su prima Julieta Narváez Treu, ambas de 58 años de edad, conocen hoy parte de la historia de sus madres: Eva María y Rosa Ruth Treu Schwarz, cuya familia fue perseguida por los nazis y quienes después de ser recluidas en un campo de concentración en Alemania lograron llegar a México en 1938, acompañadas por su abuela.
En el marco del Día Internacional de Naciones Unidas de Conmemoración del Holocausto, Eva Patricia Soriana Treu, maestra jubilada, comparte con El Financiero anécdotas e informes que ha logrado recopilar en los últimos cuatro años. “Mi madre quedó tan afectada que jamás habló de su infancia, decía que no se acordaba de nada y no era necesario recordar algo que ya había quedado en el pasado”, indica Sorania Treu, mientras muestra cartas, actas y otros documentos.
Las hermanas Treu Schwarz salieron de Berlín a los nueve y diez años de edad, abordaron un tren que las llevo a Francia, España y Portugal, donde finalmente tomaron un barco de tercera clase, el Serpa Pinta, en el que llegaron a México. Sin embargo, destaca, su tía sí hablaba más del pasado, e incluso “viajé con ella y mi prima a Alemania, tampoco tenía muchos datos, pero sí quería saber qué sucedió con su madre, quien fue retenida por los nazis cuando ellas salieron y de la cual jamás volvieron a saber algo.
Pese a las “terribles experiencias que las hermanas sufrieron durante sus primeros diez años, jamás mostraron alguna actitud de odio o rencor, al contrario, formaron familias con valores firmes donde el amor y la bondad siempre sobresalió”, destaca Angélica Álvarez, hija de Soriana Treu, quien indica lo importante que es conocer su propia historia y lo que vivió su abuela, “a quien debo estar hoy aquí y ser lo que soy”.
Eva María, madre de Soriana Treu, murió en octubre a los 82 años en el Distrito Federal debido a problemas relacionados con el corazón, “igual que su hermana, quien partió en 2012”.
Ambas se casaron con mexicanos y se convirtieron en cristianas pese a la negativa de su abuela, Jula Schwarz, a la que una vez ya casadas, e incluso embarazadas, visitaban escondiendo la verdad. “Nos comentan que se ponían unos abrigos para esconder su embarazo, y le decían que estaban enfermas y no podían estar expuestas mucho tiempo al frío”.
Las hermanas Treu Schwarz vivieron en Saltillo, Coahuila, durante su adolescencia; ahí las alcanzó su padre, Josep Treu, luego de escapar de un campo de exterminio en Lendersdorf. “No sabemos cómo lo hizo, pero consiguió reunirse con sus hijas gracias a la ayuda de muchas personas”, apuntan.
Soriana Treu y Narváez Treu lograron hacer contacto hace un año con historiadores de Alemania, que las recibieron para intercambiar datos y entregarles documentos que jamás imaginaron tener; tal es el caso de la lista de personas retenidas en el campo de concentración donde estuvo su abuelo, o actas de nacimiento y papeles del colegio de sus madres.
“Una vez que regresamos a México, el historiador alemán Herbert Pelzer y su equipo escribieron un artículo sobre el encuentro y nos fueron entregados unos cubiertos de plata de nuestros abuelos después de más de 70 años, gracias a que una familia los tuvo en custodia”. Ello, destacan, “es muy significativo, y pese a que mi madre o mi tía no lograron verlo, nos ayuda a seguir informándonos sobre el pasado, para escribir la historia de una familia que desconoció el pasado”.
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