Esta ley prohíbe la entrada a Israel a a cualquier ciudadano extranjero que pide, favorece o trabaja para alguna organización que apoya un boicot hacia el Estado.[1]
La resolución parlamentaria se tomó como medida protectora hacia la agresión “pasiva” por parte de diferentes organizaciones que están en contra de la colonización israelí en ciertos territorios de Judea y Samaria (Cisjordania), sin embargo, además de dañar la economía de los lugares mencionados, repercuten directamente a la economía de Israel, ya que muchos de estos movimientos no distinguen la procedencia de los diferentes productos fabricados en Israel y ejercen una política homogénea hacia cualquier manufactura israelí, ya sea elaborada dentro de la demarcación legal del Estado o fuera de ella.
La ley emitida causó revuelo en los partidos de centro y derecha israelíes; y como es usual, la izquierda criticó la medida.
La pregunta es: ¿Será justo y necesario establecer medidas de esta índole para proteger al Estado?
Muchos alegan que los movimientos de boicot contra Israel son simplemente manifestaciones en contra de la llamada “ocupación” fomentada por parte del actual gobierno israelí, no obstante se percibe una delgada línea muy frágil y delgada entre las manifestaciones anti colonización fomentadas por movimientos que expresan un abierto y franco desprecio hacia el Estado de Israel, hogar de los judíos.
¿Serán justas las nuevas medidas aprobadas por el Knesset?
¿Dónde se demarca el límite entre la libertad de expresión y la franca y sincera agresión en contra de un país? La decisión tomada por el parlamento ¿será democrática?
Y tú … ¿Qué piensas?
Recuerda, Tu opinión es importante.
[1] Fuente: https://www.i24news.tv/en/news/israel/diplomacy-defe
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