Con esta frase que tomo prestada de un intelectual y pensador, es que quiero iniciar un relato que recoge una serie de vivencias, si a eso se le puede llamar así, de sobrevivientes del Holocausto, los cuales me contaron sus experiencias de lucha, narrándome con tesón, gallardía y a la vez dolor, como fueron reducidos a menos que animales de una granja, en el transcurso de la Segunda Guerra Mundial, logrando muchos de ellos escapar de los campos de concentración en donde los tuvieron recluidos y listos para disponer no solo de todos sus bienes, sino también de sus vidas.
Porque el poder de una agresión de tal magnitud, solo se sostuvo durante años, debido al secreto y silencio de muchas personas alrededor del mundo que fueron de una u otra forma cómplices, observadores pasivos e incrédulos de una Catástrofe que aun hoy en día, se sigue repitiendo en otros lugares del Continente, donde ya no son solo judíos, los que nos encontramos como víctimas potenciales de un exterminio masivo, al formar parte de una minoría que para algunos aún hoy, está en peligro de extinción frente a grandes grupos de poder.
Sino también, países enteros con otro tipo de ideología, costumbres y tradiciones, al igual que convicciones religiosas que están siendo arrasados por mercenarios, asesinos a sueldo que en la actualidad forman parte de un grupo selecto de militares que controlan el timón que dirige a este Mundo, en donde las alianzas políticas están revestidas de petróleo y gas natural además de la venta de armas y otras riquezas que nublan a un sector de la Humanidad cada vez más deshumanizada.
Y que si esta vez, los que podemos alzar la voz no la alzamos con firmeza, seremos cómplices de nuevos genocidios, holocaustos sin fin que se repiten siglo tras siglo, como alguna vez me lo relatara con tristeza la Señora Fanny Wien, sobreviviente del Holocausto y que a pesar de ello, continúa con su vida más allá de todo.
Al igual que varios abuelos y abuelas que en la actualidad radican en Costa Rica y que alguna vez fueron niños y niñas, sobrevivientes de la mayor irracionalidad que imperó en gran parte del Mundo y que fungen como supervivientes, representantes y divulgadores de un discurso que no me cansaré de repetir y difundir, en cuanto a como fueron casi exterminados a vista y paciencia de gran parte de la Humanidad, por ello esta vez nadie debe guardar silencio…
(Especial para el Diario Judío.com de México.)
21 05 2017
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