Es imposible hacer un pastel de chocolate sin chocolate; podemos hacer un buen pastel de otra cosa, de sabor distinto, de acuerdo a lo que le agreguemos a nuestra receta, a la que nos enseñó Mamá o alguna de nuestras abuelas, la que inventamos con nuestro toque.
Buscar la felicidad en otras personas, en posesiones o en el mundo exterior nos condena irremediablemente a seguirla buscando sin éxito. Los anhelos por ser feliz que nos son ajenos conducen tarde que temprano a la decepción, a la desesperación, al arrepentimiento constante.
Ser feliz implica necesariamente estar satisfecho, con lo que se es, con lo que se hace, al menos con el esfuerzo para lograrlo; estar en sintonía con nuestras aspiraciones y con lo que los demás puedan aportar.
Hay hábitos que destruyen, que nos distraen, que son heredados; hoy tú sabes que depende exclusivamente de ti retirar esas limitantes, el deshacerte de ese lastre; para que algo nuevo quepa, requiere el espacio para que llegue, hay que vaciar el clóset para colgar la ropa nueva, de otra manera es difícil y metida a la fuerza, se arruga.
Tú mayor tesoro es este momento que tienes, este instante, ni siquiera esta mañana o el recuerdo de la comida, tu “joya de la corona” es el ahora, visualízala, púlela, admírala, disfrútala es única e irrepetible, podrá tener parecidos pero nunca iguales.
La preocupación por realidades ciertas o imaginarias conducen necesariamente a abandonar nuestro tiempo presente. El pasado es tu recuerdo e historia, el futuro tu ilusión. Buscar el presente parte de un viaje al interior, perdonarnos, aceptar la posición que tenemos, deshacernos de las culpas, de lo que estorba, de los apegos, de lo que nos detiene y pesa como enorme losa.
En este viaje nuestro compañero inseparable, nuestro gran amigo siempre es nuestro doble, que yo apodé “nosotros mismos”. Ese amigo cercano que nos recuerda que nunca debemos dejar de avanzar, de tener logros, de alcanzar objetivos; que ser luz inevitablemente es iluminar a otros.
La posibilidad de la libertad, de la felicidad, sólo se logra con el poder que llevas dentro, el que generalmente desconocemos, que nos asusta más que nada por ignorancia.
Hay bueno y malo, positivo y negativo el secreto está en hacer crecer y perfeccionar lo mejor de nuestro interior, tomar la lección de vida que implica ser conscientes.
El viaje al interior, posicionarlo en nuestra existencia, es fantástico, es la ruta más corta y certera a ser feliz. Liberarnos de cargas, la mayor de las veces sin que sean nuestras, inculcadas, son como guías para esta experiencia y el camino más adecuado y contundente para alcanzar todo lo deseado.
¿Cuándo reservarás el boleto para el viaje a tu interior?
¿Cómo harás la maleta y qué pondrás dentro para tan fantástico viaje?
Te deseo un fantástico viaje, recuerda observar tu palabra que es mágica #piensaantesdehablar
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