Un rabino y un cura chocan en una avenida.
El rabino baja de su auto y auxilia al cura que está un poco perturbado.
– Padre, ¿está bien?
– Sí
– ¿Seguro?, fíjese bien.
– Si, estoy seguro.
– Gracias a Dios. Bueno, esto hay que festejarlo. Saca una botella y le ofrece un trago al cura, quien acepta gustoso para pasarse el susto
– Estamos bien, ¡gracias a Dios! Tómese otro traguito…
El cura toma otro traguito.
– Que alegría que estamos bien, padre, tome otro más.
En ese momento el cura pregunta extrañado:
– Rabino, ¿usted no toma?
– No, yo espero a la policía.
=========
El niño va con su papá al templo por primera vez, y oye al oficiante que reza y a cada rato dice: “Amen, amen, amen”.
Entonces el niño pregunta:
– Paaa, ¿Amen quiere decir “Enter”?
Artículos Relacionados: