Irán: Terrorismo Propio Y Ajeno

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Los pavorosos atentados terroristas en Pakistán, Afganistán e Irak de los últimos días fueron a tal grado destructivos, que borraron de los titulares noticiosos el ataque también terrorista que poco antes, el domingo 17 de octubre, quitó la vida en Irán a 62 personas en la zona de Sarbaz, Baluchistán, cerca de la frontera con Pakistán. Entre sus víctimas mortales se contó un importante número de altos oficiales del Cuerpo de Guardias Revolucionarios Islámicos, crema y nata del aparato de seguridad del régimen de Teherán. Lógicamente, el máximo ayatola iraní, Alí Khamenei declaró de forma inmediata que el terrorismo constituye un despreciable crimen que no puede justificarse bajo ningún argumento, aunque con esta aseveración contradijera de hecho la política practicada por su régimen de forma sistemática durante muchos años: el fomento al terrorismo en nombre de la expansión de la revolución islámica.

De lo anterior se deduce que para Khamenei, el terrorismo ajeno es vil y condenable, no así el propio, el cual se encubre y legitima bajo denominaciones tales como “mártires de la fe”, “insurgentes”, “luchadores por la libertad” y “resistentes”. La vara para medir el terrorismo es así, a ojos de los ayatolas, distinta en cada caso, por lo que no existe ningún prurito para los gobernantes iraníes en albergar una de las estructuras de promoción del terrorismo más amplia y mortífera del planeta.

Véanse si no los siguientes datos: Teherán es la única capital del mundo donde virtualmente todos los grupos terroristas del globo mantienen “oficinas y centros de información”. Cada año, entre el 1 y el 11 de febrero, la República Islámica es la sede de una serie de eventos especiales conocidos como “Los diez días de la aurora”, en donde personajes practicantes del terrorismo de todas partes del mundo, y no sólo islamistas, se reúnen para coordinar lo que ellos describen como su lucha armada global. De hecho, Irán posee una fuerza especial de élite, el Cuerpo Al-Quds (Jerusalén), con el propósito de exportar su revolución islámica por medio de la violencia y el terror. En ese sentido también funciona un departamento especial en el Ministerio de Relaciones Exteriores iraní conocido con el nombre de “Oficina para la exportación de la revolución”.


Tanta convicción existe entre los miembros del gobierno iraní de la bondad de su terrorismo, que desde hace mucho alardean públicamente de que ellos fueron los primeros en introducir la modalidad de los atentados suicidas en el Medio Oriente a través de los primeros actos de ese tipo perpetrados por su ahijado Hezbolá en Líbano durante la década de los ochenta. De ahí que Hezbolá, lo mismo que Hamas, la Jihad Islámica y el Ejército Mahdi en Irak sean calificados como “movimientos de resistencia” en la medida en que conducen su activismo bajo los auspicios iraníes.

La doble medida aparece igualmente en que mientras Teherán acusa a Pakistán de albergar terroristas, no tiene ningún empacho en hospedar a docenas de miembros del Talibán, de Al Qaeda y del Hizb Islami en su territorio, sobre todo en la cadena de aldeas ubicada a lo largo de su frontera con Afganistán. Por si fuera poco, el gobierno afgano sabe muy bien que está en marcha un esquema iraní para armar a decenas de miles de luchadores chiítas del grupo de los Hazaras con objeto de tomar el control de Kabul en caso de que los estadounidenses se vean forzados a retirarse.

La lista de este tipo de proyectos es larga y no en balde países como Turquía, Egipto, Yemen y la ex república soviética de Azerbaijan han detenido a un buen número de células promotoras del terrorismo enviadas por Teherán a fin de socavar a los gobiernos locales e imponer la modalidad chiíta de gestión propia del régimen de los ayatolas. Irak es uno de los casos más dramáticos, puesto que desde 2005 las autoridades de Bagdad han presentado una verdadera montaña de evidencias de actividades terroristas conectadas con el patrocinio de Irán.

En este panorama es que el desafío inherente a la carrera nuclear iraní cobra su altísima importancia. Los últimos regateos que Teherán hoy practica de cara a las exigencias que la comunidad internacional le ha presentado en cuanto a su desarrollo nuclear son así un real motivo de preocupación, pues todo parece indicar que una vez más Ahmadinejad y su régimen juegan a ganar tiempo, a decir sí pero no y luego volver a empezar, en una macabra estrategia destinada a seguir expandiendo indefinidamente su área de control y dominio.

Excélsior, 1 de noviembre, 2009.

Acerca de Esther Shabot Askenazi

Licenciada en Sociología egresada de la UNAM (1980), con estudios de maestría en Sociología en la UNAM y con especialización en Estudios Judaicos en la Universidad Iberoamericana. (1982-1985) Fue docente en la ENEP Acatlán, UNAM durante 10 años (1984-1994). Actualmente es profesora en diversas instituciones educativas privadas, judías y no judías.De 1983 a 1986 fue colaboradora semanal del periódico "El Nacional" tratando asuntos del Oriente Medio.Desde 1986 hasta la fecha es editorialista semanal en el periódico Excélsior donde trata asuntos internacionales.Es comentarista sobre asuntos del Medio Oriente en medios de comunicación electrónica.Publicaciones:"Los orígenes del sindicalismo ferrocarrilero". Ediciones El Caballito S.A., México, 1982.En coautoría con Golde Cukier, "Panorama del Medio Oriente Contemporáneo". Editorial Nugali, México, 1988.Formó parte del equipo de investigación y redacción del libro documental "Imágenes de un encuentro. La presencia judía en México en la primera mitad del siglo XX" publicado por la UNAM, Tribuna Israelita y Multibanco Mercantil, México, 1992.Coautora de "Humanismo y cultura judía". Editado por UNAM y Tribuna Israelita. José Gordon, coordinador. México, 1999.Coordinadora editorial de El rostro de la verdad. Testimonios de sobrevivientes del Holocausto en México. Ed. Memoria y Tolerancia, México, 2002.Redactora de la entrada sobre "Antisemitismo en México" en Antisemitism: A Historical Encyclopedia of Prejudice and Persecution". Ed. ABC CLIO, Chicago University, 2005."Presencia judía en Iberoamérica", en El judaísmo en Iberoamérica. Edición de Reyes Mate y Ricardo Forster. EIR 06 Enciclopedia Iberoamericana de Religiones. Editorial Trotta. , Madrid, 2007.Artículos diversos en revistas de circulación nacional e internacional.

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