Ius Soli, es pasar a ser ciudadano italiano

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La ley italiana, ius Soli se refiere a la situación esperanzada en que viven actualmente muchos jóvenes extranjeros (y adultos), quiénes residen desde hace bastante tiempo en suelo italiano, sin tener certeza de poder obtener todavía la nacionalidad italiana, por eso es particularmente aguardada esta su aprobación. Adhiriéndoles, a la ciudadanía italiana, se conseguiría un paso transcendental, no solo serían beneficiados ellos, sino indudablemente habría un significado relevante para el país italiano, en aspectos particularmente vitales como nuevas ideas y fuerza de trabajo.

Repensemos a lo largo de la historia, en cuánto se escuchaban expresiones tales como Italia mía, Italia sei nel mío cuore…así eran miles de inmigrantes italianos trasportaron consigo mismos entre sus haberes, pensamientos asociados a sus sentimientos afectuosos hacia la patria, fue esfogó melancólico al separarse del terruño, abandonando esa situación sombría de pobreza. De esta suerte, grandes navíos constituyeron en cierto modo esa expectativa mágica de migrar hacia tierras lejanas, acogidos en naciones de la América del Norte, Sudamérica o cualquier país, ahí hubieron aportado su mano de obra. Trabajaron en mineras, fabricas, textil, y han entregado su tradición culinaria, o en sartoria, aún más innovarán en zapatería etc. Estas fueron ocupaciones  que establecieron tal vez  la mano de obra creativa italiana fuese conocida y valorizada en el  mundo. Han estado inmigrantes, para hoy traspasar esta efusión expansionada a corazones juveniles e infantiles, también a sus padres, son voces de los migrantes de hoy en Italia migrada … Italia sei nel mio cuore, serán jóvenes nacidos en otros países,  llegados a esta tierra ,quiénes actualmente se educan en escuelas italianas, también asisten a  las universidades y su idioma materno es tan perfecto, y no es otro que el italiano conjuntamente al ámbito cultural, no obstante tropiezan  con limitaciones burocráticas ,no son ciudadanos italianos, más claramente ellos meritarían la resolución de Ius Soli. Netamente ya la sienten en el corazón así externan agradecimientos a este extraordinario pueblo de navegadores, santos, poetas e inmigrantes. Se empeñan ellos, entregando experiencia positiva,  necesaria para ir construyendo, todos unidos de la mano, más serán manos de diversos colores, pero sabemos que se fundirán en uno solo color, el tricolor de la pureza, de la sangre y de los sentimientos puestos en el desarrollo de Italia entregados por la juventud inmigrante italiana.

 Nos viene en mente, aquella trilogía del concepto en sí; inmigrantes, migrantes, emigrantes que nos reporta a esa búsqueda del individuo y su derecho a desplazarse en cualquier lugar del mundo, por su bienestar, así sea por integridad física y psíquica.


Quizá no permanece confín en el mundo adonde no haya inmigrado algún italiano, tal migración se estableció esencialmente desde el Piamonte, y después Friuli Véneto, en desplazamiento hacia América del norte, América del Sur como Argentina, Brasil, Uruguay, Chile y Brasil, Venezuela, Colombia, ya también en 1900 se desplazaron desde Calabria, Pulía, Sicilia a zonas colindantes como Marruecos, Libia, Eritrea, Sudáfrica, o continentes como Australia. A modo curioso es Uruguay, un país pequeño en donde el 40 de la población es de descendencia italiana, así también llegaron a la isla de Cuba, Costa Rica, especialmente dentro de Europa Francia, Bélgica y Alemania.

¿Seas pudiente o necesitado, díganme quién o quiénes de vosotros no habéis sido alguna vez un migrante a lo largo de vuestra existencia, ya sea por motivos políticos, o socio económicos, culturales se hayan visto en la necesidad de desplazarse o simplemente por libre elección hubieron emigrado dentro de su propio país? Entender la solicitud de estos abnegados jóvenes y adultos no es difícil, no hay intereses mezquinos, sino generosos dentro de estos corazones con el emblema nacional italiano. Ellos tienen un ámbito, cultural, geográfico, social y tradicional italiano, son señas de identidad que ansía el ser humano, del no ser diverso dentro de la diversidad, es la unión en algo concreto como son los derechos a la ciudadanía en una tierra adonde se trabaja y estudia con ahínco y con amor por esta y esa es Italia, para hacerla más hermosa y valorizada aún más que en la época del imperio romano.

 Sí bien, los desplazamientos del ser humano pueden ser comparable a la libertad de los pájaros, nos lleva a experimentar hacia aquella maravillosa contemplación que generan ellos mismos con los movimientos migratorios, son libres sin barreras, sea por espíritu de subsistencia, los hace trasladarse hacia climas aptos debido a la mutación de las estaciones, situación semejante padecen los individuos que deberían tener ese derecho a migrar.

Derecho al suelo, significado textual de Ius Soli, sin embargo, aún todavía los partidos políticos no logran ponerse de acuerdo, esto dura desde hace bastantes años. Pensemos, entre los siglos xix y xx el numero de 30 millones de italianos abandonaron la patria deshabitando pueblos, al presente Italia, cogé el legado dejado por Garibaldi, preservando la unida italiana.  Esa unidad podría ser simbolizada actualmente en esta juventud silenciosa que no irrumpen sino tranquilamente esperan una respuesta para ser acreditados ciudadanos italianos. Esta juventud ha manifestado con afectividad y rectitud hacia esta nación madre, la cual los ha cobijado, ahora ellos claramente confían …. en que Italia los confirme además los considere como ellos se sienten y deberían ser, ciudadanos italianos.

Relatando una situación ocurrida a Olympia nacida en Sudamérica, ella es quién también lleva sangre italiana además de la cultura, era ciudadana italiana por Ius sanguinus más inverosímil le anularon esa nacionalidad. Razón, error burocrático, teniendo un bienhechor bisabuelo materno piamontés, con trinomio de apellidos quién emigró a chile, fascino, y fue él mismo quien brindó ayuda a tantos connacionales allí, así su madre ascendente materna era ciudadanía italiana por sangre. Olympia paso de un momento a otro de ser ciudadana italiana a extranjera. Ella realizó todos sus estudios en Roma, iniciando el jardín de infantes, hasta proseguir el liceo científico, finaliza con el máximo de votos 100. Ingresa a la Universidad de Roma, así completará su carrera de ingeniera durada 5 años. Titulada a solo 24 años como ingeniera, proseguirá con un Máster. Actualmente ella se desempeña en su profesión, paga los impuestos igual a cualquier ciudadano italiano, no obstante, hasta hoy su nacionalidad italiana no ha llegado aún. Reiterando esta experiencia, se viene a preguntarse ¿Se puede suprimir una ciudadanía otorgada ya por sangre? Olympia ha vivido 27 de sus 29 años en Italia…. Sería italiana, o no.  ¿dejó a ustedes esta conclusión?

Acerca de Magdalena Arqueros Valer

Nací en un país que muchos dicen el fin del mundo, por su ubicación geográfica, pero para mi quizás ¿puede ser el comienzo del mundo? Ese país es "Chile un País de Amar ". Estudié en la Universidad de Chile, Diseño Gráfico y Publicitario. El arte, la creatividad, el paisaje, el ser humano, todo es parte de la comunicación del individuo. Mi madre de origen italiano, me hizo amar el Arte, y la Cultura de la hermosa Italia. He vivido en Londres, pero ya de años resido en Roma. Regresando al estudio, lo retomé en Arqueología, específicamente Griega y Romana en la Universidad de Roma. Grandes satisfacciones las obtuve como profesora de Diseño Gráfico, y posteriormente trabajando tantas años en la técnica de la Caligrafía Ornamentada Antigua, lo que me transportó aún más al fascinante e interesante mundo antiguo. Escribo artículos de personajes validos, justos, luchadores de la verdad y de los valores, casi desaparecidos, individuos que no se olvidaron del ser humano. Personas que aman el "Valor a la Vida y a la Existencia", y que luchan por protegerla.

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