“Milagros permanentes”
Un milagro lo podemos describir como algo fuera de lo que llamamos “normalidad” en donde una situación, fenómeno o acción no podría explicarse de una manera “natural” sino algo extraordinario e inexplicable.
El pueblo judío ha sido testigo de este fenómeno a lo largo de su historia, ha pasado por guerras, humillaciones y expulsiones en contra de su identidad, por el solo hecho de ser judios y en el que algunos de sus miembros desafortunadamente tuvieron que pasar por el proceso de aniquilación, sin embargo han ocurrido milagros que permiten la oportunidad de ser voceros ante el mundo y demostrar el orgullo de ser judíos.
De esta manera la festividad de Januca es la que demuestra que el Pueblo judío está lleno de milagros, Januca significa “inauguración”. En el siglo 2 AC, la época del Segundo Templo Sagrado, el régimen sirio-griego de Antíoco pretendió alejar a los judíos de sus tradiciones, con la esperanza de asimilarlos a la cultura griega por lo que Januca intervino que hizo que se convirtiera en un milagro por si misma y de esta manera ganó la guerra.
Por otro lado también se reafirma el milagro que con tan solo un poco de aceite pudo mantenerse encendida la llama durante 8 días y asi el pueblo judío también lo ha demostrado que ha estado encendido muchos años, muchos han querido apagarnos, sin embargo siempre nos queda esa pequeña chispa que nos vuelve a encender y con ella alumbramos al mundo, asombramos a los ignorantes y triunfamos cada vez mas para crear una enorme fogata que nos hace fortalecernos.
Entre las costumbres que se tienen que hacer en Januca:
Encendido de velas cada noche.
Canto de canciones especiales.
Recitar la oración Hallel en el rezo.
Consumo de alimentos fritos en aceite, tales como latkes y sufganiot, además de alimentos lácteos.
Dar dinero o regalos a los niños.
Por esa razón es importante como judíos mantener nuestra identidad, tener presente que sea donde estemos en el mundo, podamos tener una sola identidad, ya que al adoptar otras costumbres (asimilarse) corremos el peligro de olvidar lo que realmente somos.
¡Feliz fiesta de Januca!
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