Costa Rica, es un país que cuenta con una gran biodiversidad dentro de un territorio conformado por 51.100 kilómetros cuadrados, los cuales, no solo están constituidos por microclimas y reservas biológicas, volcanes, valles, montañas y playas, sino también, por una hermosa flora y fauna que es posible admirar de muchas maneras y entre ellas, está el sano ejercicio del ciclismo que cada vez más, se posesiona a través de cientos de costarricenses a lo largo y ancho del país, como medio de transporte alternativo y cero contaminante.
La cultura de la bicicleta y lo saludable que es ésta práctica para todos sus usuarios, es más que una moda, es un respiro al medio ambiente en cuanto a un país que tiene como meta, reducir sus índices de gases contaminantes a cero, en una costa tan rica, como lo es ésta Nación.
Por ello, es que desde la Presidenta del Parlamento, la diputada Carolina Hidalgo Herrera, hasta profesores, estudiantes, padres, madres y abuelos, están haciendo uso de éste medio de transporte, por todas las ciclo vías del país, para así, concientizar al resto de la población a que Costa Rica, se puede transitar en “Cleta”, como ellos mismos califican a éste medio de transporte que cada día, gana más adeptos no solo dentro de su capital San José, sino también, fuera de ella en las siete provincias que constituyen a éste interesante verde y peculiar país.
Ahora, no es nada fácil que todas las personas cambien sus carros por una bicicleta, pero no es una tarea imposible, ya que tiene que ver más con un proceso de culturalización en cuanto al desarrollo hacia una sociedad más sostenible, donde seamos responsables con el medio ambiente y las futuras generaciones.
Los estados deben abrir los espacios adecuados y dar éste salto cualitativo amigable con su entorno, invirtiendo más recursos en habilitar ciclo vías, pero adecuadas para generalizar ésta práctica en beneficio de todas y todos, sin mezquindades de por medio, visualizando que los tiempos cambian y debemos hacernos conscientes que la Tierra, es una sola y tenemos la responsabilidad de contribuir con una cultura ecologista, donde el desprenderse de un automóvil, signifique más que altruismo, sino más bien conciencia social y desarrollo ambiental puesto en marcha.
Así que adelante, conozcamos Costa Rica y transitémosla en bicicleta y si no, seamos conscientes que debemos respetar los espacios que utilizan los ciclistas, para contribuir a que la sociedad, pueda ser más inclusiva en todos los sentidos y también en carretera, con mejores ciclo vías y además aceras…
(Especial para el Diario Judío.com de México.)
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