La política nuclear israelí

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En oposición a los demás países que tienen armas nucleares el caso de Israel es a la vez único y llamativo, por el hecho de su falta de transparencia y de su ambigüedad en el plan histórico y técnico. Todo sucede como si el gobierno israelí, aunque afirmando que no quiere nuclearizar el Oriente Medio, quiere comunicar indirectamente al mundo que el arma nuclear sería utilizada, llegado el momento.

Según los expertos extranjeros Israel posee el sexto arsenal nuclear del mundo, con unas 200-300 ojivas, y dispone de una capacidad rápida de expansión «Israel está obligado a tener los componentes de la fuerza necesarios para su defensa», declaró Ariel Sharon el 6 de julio del 2004.

El Primer Ministro israelí expone esta tesis el día mismo de la llegada a Israel de Mohamed El Baradei, el Director de la Agencia Internacional de la Energía Atómica. Ariel Sharón reitera su política sobre lo nuclear «La política de ambigüedad sobre el nuclear que es la nuestra ha hecho sus pruebas y se mantendrá».


Construida a fines de los años 1950, la central de Dimona, sitio de la producción de las armas nucleares israelíes, es el lugar mejor protegido de Israel. El secreto que rodea este reactor es uno de los mejor guardados en el mundo. Entre 1967, fecha de su entrada en función y 1986, con las revelaciones de Mordechai Vanunu, Dimona queda en el olvido. Solamente después, en 1995, año de la firma del Tratado de No Proliferación (no firmado por Israel) se vuelve a mencionar la bomba atómica israelí.

El decenio crítico entre 1959 y 1969 ilustra el fracaso de las tres administraciones americanas (Eisenhower, Kennedy y Johnson) en sus esfuerzos para detener el programa nuclear israelí. Con la estrategia «Atoms for Peace» de Eisenhower, Israel arranca su programa nuclear. La administración Eisenhower demuestra entonces comprensión para las gestiones israelíes. En Washington se considera que el Estado hebreo se encuentra en una situación precaria frente a la creación de la República Árabe Unida, iniciada por Nasser, en 1958. Pero la administración Kennedy, llevando una política claramente opuesta a la proliferación no logra detener la construcción de Dimona. Durante la administración Johnson, más comprensiva, se finalizan las obras en Dimona y empieza la producción de la bomba israelí

En febrero 2000 tiene lugar en la Kneset el único debate público sobre el programa nuclear israelí, en los 50 años de la existencia del país. Pero el tema aparece para después desaparecer en su misterio. Fines de agosto 2000 una asociación americana, proponiendo el control de los armamentos, publica en Internet imágenes satelitales del sitio nuclear de Dimona.

En abril 2004 Mordechai Vananu, ex técnico de la central de Dimona es liberado después de haber pasado 18 años en prisión, por haber revelado al mundo los secretos nucleares del Estado hebreo. Se le detiene otra vez, por haber acordado entrevistas a la prensa extranjera.

El arma nuclear israelí es para el Estado hebreo el secreto mejor guardado en el mundo. Los documentos relacionados son escasos, destruidos o imposibles de localizar. Celosamente vigilada por la censura militar, la central de Dimona es enseñada, el 7 de enero 2005, por primera vez, en el canal 10 de la televisión israelí, durante 14 minutos, pero las secuencias enseñan esencialmente vistas exteriores, jardines bien cuidados, el domo plateado del reactor, los talleres de aprendizaje y los empleados jugando con una pelota.

En Francia es prácticamente imposible encontrar archivos o rastros históricos sobre los vínculos entre Francia e Israel, en lo referente a la cooperación nuclear. Los rastros encontrados son en su mayoría americanos y basados en evaluaciones de parte de la CIA

Lo que se sabe es que los medios israelíes dan informes, pero siempre basándose en fuentes extranjeras. Según el «Bulletin of American Scientists» Israel se considera el sexto productor mundial de plutonio militar.

La famosa «Opción Sansón» del Estado hebreo levanta la duda sobre la ignorancia que los Americanos se han auto-impuesto. La bomba israelí queda opaca, invisible e irreconocible. La posición oficial de Israel es y ha sido siempre ambigua. Los voceadores israelíes no dejan de repetir que no serán los primeros en introducir las armas nucleares en el Oriente Medio. Pero Israel nunca realmente ha definido lo que entiende por introducir.

Paradójicamente, en vez de inhibir la voluntad árabe contra cualquier ataque, el arma nuclear israelí se vuelve un asunto de desafío. La considerada disuasión israelí, adquirida desde 1967 no impide a Sadat desencadenar la guerra de 1973. Sadat conoce la existencia de las armas nucleares de Tel Aviv, cierra los ojos y pasa a la ofensiva, después de haber probado una serie de ataques limitados en 1971 y 1972. Utilizar las fuerzas militares clásicas pone en entredicho todos los conceptos de una disuasión nuclear, considerada como creíble y fiable. El fracaso de la disuasión lleva a la paz. Sadat va a Israel y pronuncia un discurso en la Kneset. Los acuerdos de Camp David entre Egipcios e Israelíes se firman en septiembre 1978. Estos argumentos justifican el pensamiento de los abolicionistas: ¡qué bien que fracasó la disuasión!

Acerca de Max Bery

1 comentario en «La política nuclear israelí»
  1. Nos parecen sumamente interesantes los aritculos del Sr. Bery, no solo su diversidad, sino la forma de escribirlos, tan amena y clara, pensamos que su revista con estos artículos se vuelve para importante e imprecindible para quienes la leemos, gracias al Sr. Bery

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