Dicho Mexicano: ‘’No hay mal que por bien no venga’’.
La Saga de la Frontera
Chaya Mushka, la Rebetzen (Primera Parte)
Estas eran las circunstancias en Tijuana, en las que una Rebetzen, de muy buen corazón y adepta a las artes culinarias, en su noveno mes de embarazo, (esposa del Rabino Efraín de Chabad) y ambos del Centro Social Israelita de Tijuana, cruzaba la frontera de Tijuana a los Estados Unidos con su esposo y su niñita de dos años, Adina.
Llevaba consigo un pasaporte de Inglaterra, al cual se le tenía que adicionar una visa la cual había caducado hacía tres días sin ella haberse dado cuenta. El oficial de inmigración la detuvo permitiéndoles a su esposo y su hijita el regreso a Tijuana. Adicionalmente, el oficial también le pidió que le mostrara su visa Mexicana que ella tenía y que debería haber sido por un período de 180 días. Pero, para colmo de males, cuando le pusieron el sello a la visa Mexicana, únicamente mostraba el número 18 sin haberse registrado el 0 y el oficial le informó que también su visa Mexicana había caducado y no podría regresar a Tijuana.
Le dió dos opciones: mandarla a Israel ó mandarla a Inglaterra lo cual ella no aceptó y fuè detenida en la inmigración Americana a las 3:00 P. M.
Cuando la Comunidad Judía de Tijuana se dió cuenta del predicamento de la Rebetzen, inmediatamente, se puso en contacto con el Cónsul Israelí de Los Angeles. Mientras tanto la Rebetzen estaba detenida con todas las inconveniencias, especialmente en su estado. Las cosas llegaron a su tèrmino y se le permitió regresar a Tijuana a las 6:00 de la mañana del día siguiente. Sin embargo, se le hizo firmar en inmigración una carta de ‘’salida voluntaria’’ lo cual no le permitiría entrar a Estados Unidos en el futuro.
Días después, en el hospital ‘’Angeles’’ de Tijuana, la Rebetzen dió a luz a una preciosa niña llamada Ruth. Y Adina ya contaba con una nueva hermanita.
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