Cuando realmente sabes quién eres, porque conoces de dónde vienes y hacia dónde vas, todo cobra sentido en la vida dicen algunos y en lo personal, considero que es cierto éste postulado, como prueba universal de que el Ser Humano debe conocerse a sí mismo, al decir de los filósofos griegos; ya que es necesario saber lo que somos capaces de lograr en este transcurrir que llamamos vida.
Así que hoy más que nunca, el pueblo judío debe estar unido en una sola voz, conmemorando una lucha incansable por mantener vivas sus tradiciones y libertad a través de su fe; remembrando un pasado que fue construido con tenacidad, respeto y valor, frente a una promesa hecha hace siglos entre el único Di-s que habita el Universo y el pueblo de Israel.
Evidenciando cómo una y otra vez a lo largo de la historia, época tras época, lo han azotado diferentes enemigos, dejando a familias enteras reducidas casi a la nada y tradiciones prácticamente borradas que sobreviven en el espíritu de las nuevas generaciones, aferrándose a éstas cada vez más.
Por ello, es admirable el espíritu judío como expresión de vida que logra sobreponerse a pesar de todo y resurgir de nuevo frente a la adversidad, como esas candelas de Janucá que nunca dejaron de brillar e iluminar todo con su luz, aun en los momentos más difíciles y bajo las presiones más constantes de aquellos ajenos a su fe.
Con lo cual, en este año 5778 del calendario hebreo, es necesario que cada uno de nosotros a lo interno de nuestro Ser, reflexione sobre cómo iluminar todo alrededor con un mensaje de esperanza, fortaleza y dignidad. Ya que la luz convertirá las tinieblas en resplandor, haciéndose presente como lo hizo frente a los macabeos, durante los ocho días de Janucá, si te refugias en Di-s.
Entonces vive Janucá como debe ser, con convicción y libertad en estas fechas donde la fortaleza y espíritu de lucha del ser judío, debe irradiar la luz de tus creencias y amor al prójimo, a través del tiempo que compartimos en este Mundo, en busca de una vida llena de fraternidad, respeto y perdón, como proclama de quien eres y de dónde vienes.
Porque es necesario construir una sociedad más inclusiva, donde las diferencias no dividan a la Humanidad, sino más bien logren hacer que ésta crezca y evolucione hacia una paz que debe cultivarse cada día, sin imponer ideas o criterios únicos, ya que la grandeza del Ser Humano radica en que cada uno es diferente, pero a la vez igual frente a Di-s…
(Especial para el Diario Judío.com de México.)
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