Si se suman a los contingentes judíos los voluntarios franceses de origen judío entonces resulta que ningún país del mundo envió mas voluntarios a luchar por la República que la comunidad judía de la que viajaron voluntarios desde Argentina, México, Birobidzhan, Francia, Polonia, Rusia e incluso Israel entre muchos otros países.
El Congreso Sefaradí apoyo a la República por haber sido esta la única que garantizó la libertad de credos y los ashkenaim comprendieron el papel vital que la República jugaba en el ámbito mundial.
Para ambos grupos (sefaradis y ashkenazim) España representó, de una manera casi inconsciente, una lucha universal del bien (la República) contra el mal (el fascismo) una imagen que aun hoy permea a estas comunidades donde el amor y el respeto a una España libre es una realidad.
Casi 10,000 voluntarios literalmente entregaron su vida defendiendo campos de batalla de los que sus ancestros habían sido expulsados 500 años antes como si el tiempo no hubiera transcurrido y la lucha por salvación de la Madre Patria siguiera en pie.
Las estimaciones del número de judíos que combatieron en la guerra varían de entre las que los subestiman en 1,500 porque se presentaron solo como judíos a las que los elevan a casi 20,000 que se registraron originalmente como francés (de donde sabemos que 1,500 eran judíos) rusos, polacos, americanos, etc. y que originalmente se unieron a la lucha como anarquistas, socialistas o comunistas y no como judíos propiamente dicho. Al mismo tiempo los liberales, socialdemócratas y luchadores por el mejoramiento del mundo (Tikun Olam) también se sumaron a estos contingentes por lo que las cifras más elevadas calculan que más del 50% de los voluntarios de todo el mundo eran judíos (cifra aún mayor en el área de voluntarios médicos).
Hubo voluntarios internacionales luchando con la República desde el inicio mismo de la guerra. Los primeros se integraron en las milicias que los distintos partidos y sindicatos formaron espontánemente al producirse la sublevación franquista y algunos se reunieron en grupos como el que llevó el nombre de Ernst Thaelmann, secretario general del PC alemán que en aquellos momentos estaba preso en su país.
El Grupo Thaelmann se componía de catorce combatientes, doce de ellos judíos.
Y esta proporción se repite constantemente en otras brigadas.
El problema de una documentación precisa estriba en que los contingentes comunistas querían identificarse únicamente como tales y no como judíos, otros participaban como franceses, polacos, cubanos, rusos, etc. pero al final del día, la realidad es que ante el ataque a la libertad y dignidad de los españoles los judíos fueron, sin lugar a dudas, el grupo que más rápido, más drástica y más convincentemente salió a su defensa.
Además, habiéndose escrito la historia en la postguerra, tanto las comunidades judías -para entonces diezmadas o totalmente destruidas- como el Bund, la organización que más activamente lucho por España en todo el mundo se encontraban en absoluta reorganización luchando aun contra la represión – ahora soviética- y en el caso del Bund contra la política israelí que ha hecho todo lo posible por borrar la presencia de cualquier bundista en la historia judía debido a su oposición a la creación del Estado de Israel.
Así pues, derrotados físicamente en España, los brigadistas judíos tuvieron que presenciar la destrucción de su memoria a manos de todos sus ex-enemigos y algunos de sus ex-amigos ya que, sin ponerse de acuerdo pero sincrónicamente su memoria fue borrada tanto por el gobierno de Franco como por el soviético y el Israelí a quien lo que más le interesaba era destacar la participación de algunos sindicalistas de la histadrut israelí mientras borraba todo signo de existencia de los miembros del Bund. (Es impresionante que en reporte al respecto Haim Avnieri de la Universidad de Jerusalem haya logrado escribir una reseña bastante completa sobre la participación de los judíos en la guerra de España y haya logrado no mencionar ni una sola vez ni al Bund ni a las juventudes socialistas con excepción de las socialistas sionistas).
Peor aún fue el hecho de que las memorias de muchos de los brigadistas están en Yiddish con lo cual muchos investigadores pierden acceso a ellas ya sea por falta de conocimiento del idioma, de presupuesto para traducciones o en muchos casos de simple acceso a los documentos que viven la lenta muerte que viven los archivos acumulados en organizaciones de postguerra que sin presupuesto y con poco pero sin la capacitado los tiene guardados en cuartos recónditos esperando que algún día alguien los rescate y publique.
A pesar de todos estos vericuetos histórico-sociales y políticos, se está logrando recrear -de las cenizas de la memoria- una imagen clara y cristalina de estos voluntarios que representaron el 20% de las fuerzas armadas de la República y empezar la reconstrucción de una memoria más honesta, más real que honre a todos los miles de judíos que desde todos los rincones del mundo abandonaron a sus familias, dejaron sus vidas cotidianas para, antes que el resto del mundo, iniciar la lucha contra el cáncer nazifascista que unos años más tarde envolvería al mundo.
Hoy, España sigue en el corazón de la comunidad y quizás pronto, estos voluntarios judíos encuentran su lugar en el corazón de España.
Vamos haber sr.Ajzen;dice usted que la replublica garantizaba la libertad de credo? pero si mataron a dios y a su madre-los famosos comites asamblearios que se reunian en las cantinas- sacredotes religiosos-as laicos etc por ir a misa por ser simplemente de derechas o por asistir a las escuelas de verano como sucedio en Paracuellos de Jarama.Pero que libertad sino respetaban ningun credo y menos el judio.Preguntele usted a cualquier comunista español por los judios y vera las petes que sueltan.
Y ademas le dire otra cosa Israel es una gran nacion competidora en todos los campos y no precisamente por seguir los dictamenes de la susodicha republica sino estaria peor que la España de Zapatero….