Las vitaminas son esenciales para el crecimiento, desarrollo y el correcto funcionamiento del organismo humano.
Las vitaminas se clasifican en 2 grupos: las que son solubles en agua o hidrosolubles y las que son solubles en grasas o liposolubles.
En total, son 13 vitaminas. Las liposolubles son: las vitaminas A, D, E y K, y las hidrosolubles son: la vitamina C y las vitaminas del complejo B (Tiamina o B1, Riboflavina o B2, Niacina o B3, Ácido Pantoténico o B5, Piridoxina o B6, Biotina, Ácido Fólico y Cobalamina o B12).
Las vitaminas del complejo B y la vitamina C, al ser solubles en agua, son susceptibles al lavado y a la cocción de los alimentos, o sea, que se pierden fácilmente en el agua donde se cocinan los alimentos, por eso es recomendable cocer las verduras al vapor o en poca agua, para que no pierdan demasiado sus vitaminas. También se pierden vitaminas al lavar las frutas y las verduras y luego almacenarlas, por eso es importante que las frutas y las verduras se laven solamente antes de ser utilizadas.
La vitamina C es una vitamina que se oxida fácilmente con el aire, por eso la fruta partida y los jugos pierden la vitamina C si se tarda en consumirlos; Es preferible hacer el jugo de naranja, y beberlo en un lapso no mayor de 20 minutos después de hecho.
Las carencias o excesos de vitaminas pueden causar trastornos importantes en el organismo humano. Ejemplo de esto es el consumo excesivo de vitamina C en forma de suplemento, que puede ocasionar la aparición de radicales libres, o sea, que en lugar de ser un antioxidante, se puede volver lo contrario, un prooxidante.
Otros ejemplos: La carencia de Vitamina B1 o Tiamina puede ocasionar una enfermedad llamada Beri-Beri. La carencia de vitamina B3 o Niacina puede provocar Pelagra. La carencia de vitamina B12 ó Cobalamina puede provocar un tipo de anemia. La carencia de ácido fólico provoca una enfermedad llamada Anemia Perniciosa. La carencia de vitamina C produce una enfermedad llamada Escorbuto, etc.
Por eso es importante consumir una dieta variada y completa, y con eso vamos a obtener todo lo que nuestro organismo necesita.
Los suplementos vitamínicos son aconsejables sólo en determinadas circunstancias. No hay que tomarlos como sustitutos de la dieta, sino para complementarla.
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