Virginia Woolf sigue siendo una de las escritoras ingleses más apreciadas en la literatura mundial (Modernista). Su vida se traspasa en su obra, ya que en ella encontramos una realidad dimensionada en una angustiosa, e impetuosa atmósfera dramática.
Atraída por la irresistible inspiración marina, siendo habituales sus caminatas y sus prolongados reposos en esa, su casa en Cornwall (nación céltica), parajes con fuertes vientos oceánicos y cambiamientos climáticos que la llevaron a acceder dentro de estos temas predilectos en su escritura. Más aún su muerte fué como el recuentro al llamado de las ondas del Ouse. Muchos años antes, en su viaje a Cambridge al visitar a su hermano menor Thoby, es donde conoce a Woolf uno de los miembros del Grupo de los Apóstoles del Trinity College. Es el tercero de diez hijos, del matrimonio de Salomone Rees Sidney y de Marie (Jongh) Woolf, de origen judío. Es Leonard Sidney Woolf, escritor, editor y político británico (1880-1969), que comienza sus estudios en Brighton, posteriormente pasa a Cambridge, viajando a Sri Lanka, como funcionario del civil service regresa a Londres trabajando en forma activa en el Partido Laborista y en la Sociedad Fabiana que es el movimiento socialista británico. Después de la muerte del padre de Virginia, Leslie Stephen, la novelista y los tres hermanos se trasladan desde la casa del 22 Hyde Park Gate al 46 Gordon Square en Bloomsbury. Dónde ella comienza a retomar su vida, entre reuniones literarias y sociales con su hermano Stephen, Clive Bell, Leonard Woolf y tantos personajes del ambiente intelectual londinense. Un apellido que quedaría sellado en la literatura Inglesa.
Al regreso a Inglaterra después de su estadía en India, el señor Woolf se compromete y se casa con Adeline Virginia Stephen, el 10 de agosto de 1812 que pasará a ser Virginia Woolf. Para ella, su esposo Leonard era una mezcla de Shelley y un gentil hombre de campaña. A lo que Leonard revelaba sobre ella, que le pareció ver la más victoriana de las señoritasvictorianas. Un albacea en la obra de esta excepcional escritora, un hombre altruista que la protegió de los fantasmas y de una existencia llena de fatalidades, como el gran dolor sufrido por la muerte de Thoby. Su salud se fue debilitando, aún más con el tiempo se manifestó en una enfermedad depresiva, con crisis de averías mentales. Marcada en sus años de adolescencia por la muerte de su madre, de su padre de Leslie Stephen, y todavía más por sus relaciones con su hermanastro Gerald Duckworth. Al encontrar a Leonard fue como un rayo de sol entre tanta inestabilidad. Se dice que en los primeros encuentros, él no supo de cual de las dos hermanas era atraído más de Vanessa Stephen o de Virginia mas su elección fue la escritora.
Virginia escribe a su amiga Violet Dickinson: Me Voy a casar con Leonard Woolf. Es un judío sin un centavo. Soy más feliz de lo que nadie dijo que era posible… Él era un gran amigo de Thoby, salio a la India. Volvió el verano pasado cuando lo vi, y él ha estado viviendo aquí desde invierno.
Fue de enorme influencia en la obra de su esposa, especialmente en alentarla a escribir y de alejarla de muchas inseguridades creativas y de ansias del juicio en la aceptación de sus obras. Apoyo psicológico, filosófico y literario, también el gran compañero de trabajo y de ideales, como en la fundación de la imprenta Hogarth Press, donde se publicarán obras notables como las de Sigmund Freud y tantos otros.
Es, en su casa de Cornwall donde pasarán juntos su periodo de reposo y de cura en los momentos de crisis, ademas de jornadas de arduo trabajo,en un marco de ese mar infinito, lóbrego y a fascinante. Es él, Leonard que organiza la existencia de esta mujer, pero igualmente deja tiempo para sus propios intereses como es la escritura y la política. Así tenemos entre sus romances: La villa y la selva su primer libro después de su viaje de regreso de Sri Lanka, relatos de su experiencia en las colonias, Las vírgenes Sabias, una especie de sátira a la sociedad victoriana puritana que fue un terremoto para la mentalidad de esa época, también para la de Virginia. La comenzó a escribir poco después de su boda, a la cual le proseguirán numerosas otras publicaciones una detrás de otra especialmente de política.
Con fecha 28 de marzo de1941 en que Virginia le dejó la carta de adiós, es cuando ella decide abandonar su batalla contra la vida agradeciéndole a este hombre abnegado, sincero y leal por su apoyo en 29 años de matrimonio. Compañero inseparable, además de haber sido un ferviente combatiente en una grande cruzada esa en contra de la depresión. Se dice que después de la segunda guerra mundial ellos estaban entre las personas que debían ser eliminadas por el Tercer Reich.
Se le honoró con el Doctorado honorario de la Universidad de Sussex, además de ser elegido como miembro de la Royal Society of Literature.
HE IDO DEMASIADO LEJOS PARA PODER REGRESAR…
(Virginia Woolf)
Debo la felicidad de mi vida a ti… si alguno podría haberme salvado, no podría ser otro mas que Tú…
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