Mujer, eterna estatua de sal.
perdida en nostalgias
mitad polvo, mitad viento
estás y no estás.
Eres luna, segundo menguante
en ocasiones, llena
pero siempre te das de a poco,
previendo futuros
adivinadora de destinos ajenos
sorprendida del propio
Te re inventas a cada instante
eres río que fluye
temblorosa ante el viento
reflejo de luz
espejo de sombras
Fugitiva de la lógica y la razón
persigues un sueño
que nunca se rompa
y te sostenga en las tempestades
que el camino es incierto y la vida más
Tu abrazo es eterno, mientras dura,
tu regazo pausa y suspiro,
testigo de un tiempo felíz que pasó
vientre de vida con principio y final
Madre tierra que te acabas y vuelves a comenzar
sé semilla una vez más
y planta este deseo de caminar y dejar der ser sal.
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