El 18/11 se cumplieron 10 meses de la muerte violenta del fiscal Alberto Nisman qepd. Se realizó un acto recordatorio frente al Templo de la calle Libertad, con la presencia de unas 2.000 personas, dentro de las cuales había representantes de la dirigencia de la colectividad, de la justicia,de los intelectuales argentinos y público en general. Hablaron resaltando la figura del ex fiscal y la falta de justicia, los escritores Marcos Aguinis, Santiago Kovadloff y la española Pilar Rahola. Hubo también una ceremonia religiosa encabezada por el rabino Sergio Bergman, acompañado de un ministro musulman y otro cristiano.
No escribí nada hasta hoy esperando la decisión que tomó la mayoría del pueblo, al elegir como próximo presidente de los argentinos al Ing. Mauricio Macri, del frente opositor al actual gobierno kirchnerista. Durante la campaña preelectoral prometió presentar un proyecto de ley para derogar el Memorandum con Irán y avanzar en la investigación del magnicidio.
Por suerte a partir del 10/12 se producirá un cambio importante y positivo en la administración de Justicia. Es más que probable la renuncia o el cese de funciones de la procuradora general, jefa de todos los fiscales, Alejandra Gils Carbó y se la jubile a la fiscal Fein, de lamentable y pésima actuación al frente del caso del Fiscal asesinado.
La decisión política, según lo trascendido, es activar la investigación de este affaire, a partir del blanqueo de la denuncia del fiscal muerto contra la presidente Cristina y su canciller Timerman, por la firma del Memorandum (inconstitucional de inicio) y causante, sin lugar a dudas, del crimen atroz aún no esclarecido.
No creo que algún día se sepa quien o quienes fueron los autores material o intelectual, por el tiempo transcurrido y la destrucción de pruebas o indicios hechas con total intención de encubrir y ocultar la verdad. De todas formas debemos llevar, con nuestras acciones, afecto y solidaridad con los familiares de Alberto Nisman qepd.
SERA JUSTICIA.
“Desgraciada la generación cuyos jueces merecen ser juzgados”. Frase del Talmud.
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