¿Más es más? o ¿Más es menos?. Es lo obvio, ¿no? Más es más. ¿Quién no piensa que más es más? Yo creo que muy poca gente. Parece lógico, sin embargo, igual y no es lo correcto, chance es una más de nuestras ideas preestablecidas. ¿Cuestionamos lo que pensamos? ¿Creemos en todo lo que pensamos?
Yo creo que más es menos. Por supuesto, no se me ocurrió esta idea un Martes cualquiera. Sustento mi ensayo con el libro: “Más es menos” de Barry Schwartz. Gracias a dicho libro me cayo el veinte de que no todo lo que creemos es como creemos que es; yo siempre pensé que entre más opciones tuviera mejores decisiones iba a tomar, sin embargo, a mis 25 años me dí cuenta que estaba completamente equivocada. Digo lo anterior porque considero que vivimos en un mundo lleno de opciones, de excesos y de abundancia. Claro que en teoría es increíble tener opciones y claro que entre más opciones somos más felices ¿No? ¡NO! entre más opciones, nos confundimos y nos paralizamos. Les voy a poner un ejemplo: Van al súper y hay 10 marcas de cereales, se quedan viendo y se paralizan ¿Cuál van a escoger? Y bueno, escogen uno porque ni modo de llevarse las 10 cajas de cereal, llegan a la caja y comienzan a analizar si se llevaron el correcto, se arrepienten y corren a cambiarlo, lo cambian y siguen pensando ¿Me habré llevado el bueno? ¿Por qué no me lleve el Light? Ay no, mejor me hubiera llevado el de bombones…HUBIERA, HUBIERA Y HUBIERA ¡Que horror! Así vivimos.
Creemos que la libertad es igual a tener opciones y que la manera de maximizar la libertad es a través de la diversidad, ya que así podemos elegir cualquier cosa. Existe variedad de todo tipo; cientos de celulares, de salsas, de televisiones, de bolsas, de TODO. Sin embargo, lo único que nos crea en la mente esta “libertad” es una confusión tremenda.
Pero dejando a un lado lo material, les doy un ejemplo de la vida emocional:
Antes la OPCIÓN era el matrimonio y punto. Hoy en día los jóvenes pueden vivir en pareja, dedicarse a su carrera, viajar por el mundo, casarse o no casarse. Por ello, pasan más tiempo agobiados por tomar una decisión que por vivir el presente.
Otro ejemplo que les doy es el del trabajo: podemos trabajar cada minuto y en cualquier lugar; contamos con Black Berry, ipad, iphone, laptop, etc. Y digamos que vamos a ver a nuestra hija bailar jazz y nos llega un mail de trabajo, podemos contestarlo o no, tenemos que tomar una decisión y aunque tomemos la opción de no contestar, la experiencia de ver a tu hija bailando seguro que cambia por completo porque ya en tu mente existe la posibilidad de contestar y estar en otra parte que no es el aquí y el ahora.
Por último, el ejemplo de la identidad: A través de Internet creamos un perfil de quienes somos y lo recreamos todos los días, por ello, cada día tenemos la necesidad de tomar una decisión sobre nuestra identidad y al final ya no sabemos si somos ese hipster que aparentamos en las fotos o el intelectual que vendemos en nuestra biografía. Probablemente somos ambos y muchas otras cosas pero creemos que nos debemos de encasillar y etiquetar de cierta manera; cosa que interiormente nos causa mucha confusión.
Por lo anterior, considero que tener más opciones nos crea un apego gigante a las posibilidades. Vivimos pensando en lo que pudo ser y podría ser. Además de vivir paralizados por el miedo de elegir algo, ya que escoger significa renunciar y la verdad es que creo que somos una generación que no sabe renunciar. Por lo mismo, vivimos con una ansiedad constante que siempre nos deja insatisfechos porque siempre puede ser otra cosa.
Acaso nunca se han cuestionas: ¿Me caso? ¿Soy fiel? ¿Trabajo? ¿Me voy a India? ¿Compro un iphone? ¿Compro una Black Berry? ¿ Tome la decisión correcta? ¿Por qué me case?¿Porqué me acosté con él y no con el amigo? ¿Qué hago en Italia si podría estar en Paris? AAAAAAAAHHHH!!!!!!!!!!!!!!!! ANSIEDAD.
La verdad es que el mundo no va a cambiar, seguiremos teniendo opciones, sin embargo, si las enfrentamos con un enfoque distinto que no sea el de sufrir por lo que renunciamos ni vivir esperando lo que sigue; podremos encontrar esa libertad y esa paz interior que todos buscamos.
Yo creo que debemos de aprender a escoger con la conciencia de que seguramente hay algo mejor y probablemente también algo peor a lo que escogimos, pero que al final del día si lo que escogemos nos gusta y nos hace felices no nos debería agobiar que existan otras cosas, al contrario, debemos de disfrutar y aprovechar lo que tenemos. De esta forma vamos a poder vivir el presente y lograr disfruta más de cada momento.
Creo que aun con toda la tecnología, y todas esas opciones, seguimos siendo los mismos, como dice la canción "no te has dado cuenta que somos los mismos envueltos en novedad", no puede haber un más sin un menos, siempre tendemos al equilibrio. Ahora igual que siempre son aplicables muchas máximas de filósofos lo cual significa que seguimos siendo los mismos y que lo importante no se encuentra en el exterior sino en el interior o mejor aún en el equilibrio que hay. Debemos estar enfocados en conseguir ese equilibrio y no buscar siempre el más a costa de nunca conseguirlo.