¿Qué es poesía?

Por:
- - Visto 533 veces

Entiendo que la totalidad del arte es un conjunto de intuiciones y que la intuición es el modo que tenemos los seres humanos para percibir los fenómenos, gavillas de flores o clavos en aparente desorden para toda inteligencia adocenada, vulgar, incapaz de hacer arqueología con los subterfugios que se le ofrecen cotidianamente. El arte es para la psicología lo que la epistemología es para la Filosofía, una reflexión sobre el conocimiento.

Un argentino famosísimo por sus paradojas, Jorge Luis Borges, en un poema de sabor clásico y que mucho cito señala que “amamos lo que no conocemos, lo ya perdido”. ¿Entonces lo que conocemos es despreciable? Por ser del siglo, habitual, sí. La capacidad poética de todas las cabezas enseña que podemos conocer merced a lo que Kant llamó “analogías del entendimiento”. Toda analogía está hecha de estofa axiológica (máximas), intuitiva (formas), predictiva (deseos) y perceptiva (sensibilidad). Tan numerosos detalles y tecnicismos de la Filosofía, a los que no está acostumbrado el gran público, podrían confundir; luego, explicaremos la cuestión lo mejor posible.

Un periodista español ha dicho que hay hombres de espíritu análogo y otros de espíritu digital. Usemos su vulgar ejemplo. El reloj análogo se lee con esfuerzo y el digital sin esfuerzo; el digital es como la opinión y el análogo como la razón. Hacer analogías exige esfuerzo, y todo esfuerzo conceptual, por ser de adobe imaginativo y lógico, es perdurable, resistente a los cambios como el bambú, que se tuerce sin romperse (“Tao Te King”).


El saber resistente, sólido, se hace conjetura, “philosophia perennis”, teoría infinita (Leibniz); y ésta, se sabe, es el inicio de la ciencia. Las analogías son los inicios de la ciencia, que puesta en crisis regresa a su estado filosófico, recordando a Louis Althusser. Hay esfuerzo mental, acto analógico, donde se aplican las máximas aprendidas, donde hay afán de verificación, donde se usa la verificación para hacer métodos de producción de conocimiento y donde tales métodos siempre están sufriendo la crítica de sus inventores. ¿Qué son las cosas?, ¿cómo sé que lo que veo es real, material?, ¿cómo saber que mis intereses y preferencias no alteran mi percepción?, ¿qué puedo realmente percibir?, son todas preguntas que el entendimiento morigerado se hace al fraguar analogías.

Tan preciso esfuerzo causa dolor, y el dolor es el motor de la consciencia (Schopenhauer). ¿Qué es “lo” lejano que oteamos desde el divisadero que es nuestro “yo”? Polvo. ¿Qué a medio kilómetro? Un cuerpo humano. ¿Qué compartiendo el vino? Un rostro. De materia está hecho el polvo, de materia y de alma el cuerpo humano y de pura alma el rostro. Mientras más cerca está un objeto más difusa es su materia y más clara es su esencia, digamos. La poesía es un acercamiento de las cosas que hace posible que éstas no pierdan su materia.

Para el poeta un rostro es rostro y además polvo, gesto y carne, lengua y lenguaje y no sólo una cosa a la vez. Poesía es el arte de armonizar pasado, presente y futuro, arte de la simultaneidad coherente y gozosa. Kant, en su “Crítica de la razón pura”, escribió: “La diferencia entre una representación clara y una confusa es una diferencia meramente lógica y no toca al contenido”. Plutarco, que parangonó la vida de un griego con la de un romano, sacó a la luz cuáles son las virtudes que en toda época mejorarán a los hombres, es decir, hizo poesía con lo histórico, le puso lógica a los saltos del tiempo, saltos de gigante.

Si el hombre “es polvo”, como dice el poema de Octavio Paz que hemos venido citando, el polvo que anda por el llano es un conjunto de hombres. ¿Cómo sabe el poeta que eso que “anda” es hombre y no polvo? ¿Cómo anda el polvo y cómo el hombre? El polvo no tiene caprichos, no es libre, y su vuelo puede ser predicho. Poesía, además de simultaneidad, es “anagnórisis”. Aristóteles ha determinado en su “Poética”, obra que todos los escritores deberían leer y que ya no leen, que hay tres formas de “anagnórisis”, y son, usando términos modernos: la señalética (marcas, heridas, collares, etc.), la gestual (disfraces, máscaras, barbas, lentes) y la psicológica (recuerdos, reminiscencias, corazonadas).

Reconocemos, si no somos frívolos sanchescos, al viejo amigo por la honda cicatriz que lleva en el rostro (el soldado endurecido que fue nuestro hermano menor), o por su sonrisa beata (la monja sapiente que fue nuestra primera y antojadiza novia), o por sus doloridas palabras (el elocuente poeta que en la escuela tartamudeaba), esto es, casi siempre por un signo de dolor, de nostalgia. En la existencia humana son muchas más las cosas que duelen que las que dan placer, por lo que son más abundantes las analogías de dolor que las de placer.

Sarmiento, autor del “Facundo”, clásico imprescindible, cuenta que estando en un camino conoció a un “rastreador”, a un hombre incapaz de perderse en el espacio infinito con que el polvo amedrenta a quien le visita; el “rastreador”, echando la vista al suelo, dicen que dijo: “Aquí va –dijo luego– una mulita mora muy buena…; ésta es la tropa de don N. Zapata…, es de muy buena silla…. va ensillada…, ha pasado ayer…”. Poesía es restauración de hechos, reconstrucción. ¿No pensaba Borges que las descripciones que hace el ignorante imaginativo son más sabrosas y coloridas que las que hace el conocedor?

Poesía, que es invención, es sátira, palabra que en su concepción clásica significaba “tener de todo”, “sátura”, “sátyra”. Poesía antes es “dictar” que “decir”, según una taxonomía usada por Derrida (“Pasiones”). “Decir” es hablar sin intención, recitación de concurso, descripción sin instrucción; “dictar” es instruir, mandar, invitar, incitar. La poesía “dicta”, guía.

Y pues palpamos problemas del lenguaje, hablemos someramente de la “Nueva gramática de la lengua española”. En ella se resumen los problemas del “leísmo”, del “loísmo” y del “laísmo”. Resulta que muchos hablantes ignorantes, que por serlo son cuasi poetas, creadores de monstruosidades gramaticales, no saben de acusativos ni de dativos, ni cuándo alguien es respetable o no. Tal desorden es típico de las mentes primitivas, que más que hablar bellezas escupen fealdades. Poesía es belleza hecha con palabras selectas, palabras capaces de vestir al monarca de humildad (“loísmo”) y al humilde de dignidad (“leísmo”).

Allegaré mis demostraciones y concluiré. En la nota 4 de la “Sección Primera” de “El Capital”, “Mercancía y dinero”, Marx apunta que el inglés es un idioma que gusta de expresar las ideas “directas” con términos germánicos (utilitaristas) y las “reflejas” con latinos (románticos); en el prólogo que Borges escribió para el “Macbeth” de Shakespeare, el gran argentino avisa que el bardo máximo registra en su obra inglesa las “resplandecientes voces latinas” y también las “breves y directas sajonas”. Entendemos así que poesía es una como filología romántica, una versificación filológica; es, citando el soneto XXIII de Garcilaso, “edad ligera”, siglo fugaz, belleza material, canora, que sí refleja la belleza espiritual, según el neoplatonismo.

¿Qué semejanzas vio Shakespeare entre el latín y la alegoría? Las alegorías son hábitos y de latín están hechos nuestros hábitos idiomáticos, nuestros movimientos mentales, idiosincrásicos. ¿Bastará lo que tengo dicho para acercar al lector al estudio serio y metódico de la poesía?

Acerca de Edvard Zeind Palafox

Edvard Zeind Palafox   es Redactor Publicitario – Planner, Licenciado en Mercadotecnia y Publicidad (UNIMEX), con una Maestría en Mercadotecnia (con Mención Honorífica en UPAEP). Es Catedrático de tiempo completo, ha participado en congresos como expositor a nivel nacional.

Deja tu Comentario

A fin de garantizar un intercambio de opiniones respetuoso e interesante, DiarioJudio.com se reserva el derecho a eliminar todos aquellos comentarios que puedan ser considerados difamatorios, vejatorios, insultantes, injuriantes o contrarios a las leyes a estas condiciones. Los comentarios no reflejan la opinión de DiarioJudio.com, sino la de los internautas, y son ellos los únicos responsables de las opiniones vertidas. No se admitirán comentarios con contenido racista, sexista, homófobo, discriminatorio por identidad de género o que insulten a las personas por su nacionalidad, sexo, religión, edad o cualquier tipo de discapacidad física o mental.


El tamaño máximo de subida de archivos: 300 MB. Puedes subir: imagen, audio, vídeo, documento, hoja de cálculo, interactivo, texto, archivo, código, otra. Los enlaces a YouTube, Facebook, Twitter y otros servicios insertados en el texto del comentario se incrustarán automáticamente. Suelta el archivo aquí

Artículos Relacionados: