Respetuosamente, explicándole el conflicto judío-árabe en Eretz Israel-Palestina, al Canciller de Uruguay, Dr. Rodolfo Nin Novoa

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El 31 de enero de 1961 se celebró un apasionado debate en la Universidad Mac Gill de Montreal entre el Dr. Jaim Herzog, quien luego sería el sexto Presidente de Israel (1983-1993) que en ese entonces era el embajador de Israel ante Canadá y el polémico historiador británico Arnold J. Toynbee -1-. Motivó el mismo varias afirmaciones del Profesor británico.

La primera que el pueblo judío era un fósil que revivía en la modernidad.

La segunda derivaba de un libro de su autoría publicado en 1954, en el que afirmaba que existía un paralelo entre lo que los nazis hicieron a los judíos de Europa y las presuntas (para el historiador ciertas) masacres de civiles árabes detrás de las líneas durante la guerra entre los estados árabes y las milicias israelíes en 1947-1948. Él se desinteresaba, obviamente, de las comparaciones numéricas entre las cantidades millonarias de víctimas judías en Europa y los números de tres o a lo sumo cuatro cifras que generó la Guerra Civil y de Independencia de Israel y reconocía que el bombardeo de Port Said, efectuado dos años después de la publicación del libro por su país, que acarreó la muerte de mil civiles egipcios, también era un acto criminal.


Toynbée reconocía:

¿Quiénes fueron los primeros que despertaron la conciencia humana? La respuesta es: los profetas de Israel y Judea. Existiendo esa creación del pueblo judío, no creo que ninguna persona de esa religión pueda escapar de sus propios cargos de conciencia.

En tercer lugar, el inglés le reprochaba al Embajador y al pueblo que representaba, la crisis de conciencia moral que le apareja a la unanimidad del pueblo judío el conocimiento de la existencia de un número de refugiados árabes que habían llegado en 1961 al número de 900.000, generados por las propias consecuencias de la Declaración de Partición de Palestina votada en noviembre de 1947 y la posterior Guerra de Independencia de 1948.

En cuarto lugar, despreció al Estado Judío por seguir conservando las tierras y propiedades que por Ley y derecho deberían ser de sus anteriores propietarios árabes.

Al final del debate reflexionó:

Pienso, como todo el mundo que los judíos tienen derecho a una patria pero creo que esa patria debe existir sin perjudicar a los habitantes que hasta 1947 residían en el país. Además considero que esa patria no debería tomar la forma de un estado exclusivamente judío, sino de un estado palestino en el que árabes y judíos vivan en pie de igualdad. Las razas gentiles de Occidente han inventado el nacionalismo, que me disgusta profundamente. Los judíos lamentablemente se han contagiado de esta enfermedad de los gentiles.

La respuesta del Embajador Herzog, fue muy inteligente, teniendo presente que él no era historiador, pero hay que contextualizarla. Después del Armisticio de 1949, el Reino de Jordania se hizo cargo de los territorios que Israel no pudo conquistar en la Guerra Civil que siguió a la Declaración de Partición de Palestina de noviembre de 1947 y a la posterior Guerra de Independencia que motivó la retirada británica el 14 de mayo de 1948. Incluso conquistó la Ciudad Vieja de Jerusalém y con ello fue hasta 1967 la autoridad que controló a los refugiados y habitantes árabes de lo que hasta 1922-1948 fue la Palestina del Mandato Británico. Fue recién en las conferencias de Paz de Madrid de 1991 -2- que en los hechos, el Reino de Jordania, principal actor bajo la orientación británica de la Guerra de Independencia, renunció a los territorios que había perdido en la Guerra de los Seis Días de 1967.

Entonces, la respuesta de Herzog se hace patente en un momento de la historia donde no existía una ocupación de Israel de los campos de refugiados, siendo el problema medular el pedido de estos de retornar a sus viviendas, aldeas y campos de los que fueron desplazados sin compensación monetaria alguna, en lo que en ese entonces eran las fronteras del Estado Judío anteriores a junio de 1967.

En su alocución, Herzog reconoció que en el transcurso de la Guerra de Independencia, muchos árabes de Israel fueron desarraigados de sus hogares. Que la masacre de Deir Yassin (3) fue condenada por la Agencia Judía y se envió un mensaje de pesar al Rey Abdulla de Jordania.

Contestando a la acusación de que las masacres de las milicias judías eran condenables, también lo eran las que Gran Bretaña y casi todos los países del mundo perpetraron en diversos conflictos.

El dignatario judío recordó que:
…desde 1940 unas cuarenta millones de personas han sido desarraigadas en el mundo. En Corea, Vietnam, Alemania, Finlandia y en ninguno de los casos la solución se encontró por medio de la repatriación, sino por la absorción. No se hará ningún avance en la solución del problema de los refugiados árabes que tuvieron que abandonar Palestina, dijo el Embajador Judío, sin la buena voluntad de los gobiernos árabes. He notado profesor, le dijo Herzog refiriéndose al historiador, que Ud. no le ha hecho críticas a los gobiernos árabes. ¿Como permitieron que los refugiados árabes palestinos tuviesen una existencia parasitaria? ¿Por qué no los instalaron en granjas, aldeas y hogares. ¿Acaso los conservaron como arma política? ¿Ha visto alguna vez un caso o precedente de cientos de miles de personas retenidas como rehenes políticos, en campos, viviendo una existencia parasitaria, sin futuro. Todo con el fin de que estén prontos para ser un peón político. ¿Es esa una actitud moral? En 1948 fue desencadenada una guerra de agresión que creó dos problemas de refugiados: uno implica 550.000 árabes. El otro afectó a unos 400.000. judíos de los países árabes. Los únicos refugiados árabes que han sido definitivamente tachados de la lista de la UNRWA han sido los que absorbimos en nuestra economía. El otro problema no ha sido resuelto, no porque no haya dinero o posibilidades, sino porque el problema humanitario ha sido desfigurado con propósitos de odio y venganza.
¡Y por esto que se sacrifica el futuro y la vida de esta gente! Todos los organismos internacionales han reconocido este hecho, cada informe ha recomendado alguna orientación hacia la integración económica, ampliándose las posibilidades de mejoramiento material.

Escribo estos recuerdos en un momento difícil para este narrador, donde el país donde nací y viví le ha soltado la mano a su otrora reflejo en el Medio Oriente, no obstante hago mías las preguntas y acusaciones que ambos contrincantes se efectuaron recíprocamente. ¿Ha sido el nacionalismo lo mejor que le pasó al pueblo judío? ¿Es la creación de un cuarto gobierno en lo que otrora fue la Palestina del Mandato Británico -4-, lo mejor para los casi seis millones de descendientes de esos seiscientos mil refugiados musulmanes – que generó la Declaración de Partición de Palestina de 1947 y la posterior anarquía que le siguió, que culminó con la parcial victoria judía de 1948 o no será mejor que ellos se vayan integrando a los dos países hijos de la injerencia británica en Medio Oriente consecuencia de la Primera Guerra Mundial, un Estado de Israel, muy distinto a este que tenemos y el Reino de Jordania?

De acuerdo a Wikipedia;

1- Jaim “Vivian” Herzog (en hebreo: חַיִים הֶרְצוֹג) (17 de septiembre de 1918 – 17 de abril de 1997) fue el sexto Presidente de Israel (1983 – 1993), después de una distinguida carrera militar en el Ejército Británico y en las Fuerzas de Defensa de Israel (IDF). Nacido en Belfast, Irlanda del Norte, hijo del notable rabino Yitzjak Halevi Herzog, que fue el principal rabino de Irlanda de 1919 a 1937, y posteriormente del Mandato Británico de Palestina e Israel). Herzog estudió la escuela secundaria en el Wesley College de Dublín. Emigró a Palestina en 1935, y prestó servicios en el grupo judío Haganá durante la revuelta árabe de 1936-38. Se graduó en Derecho en la Escuela Universitaria de Londres y posteriormente trabajó de abogado en el Lincoln’s Inn. Se unió al ejército británico durante la Segunda Guerra Mundial, infiltrado principalmente en Alemania. Para el final de la guerra, se había convertido ya en jefe de la inteligencia en el norte de Alemania para los británicos, y participado en la liberación de varios campos de concentración. Inmediatamente después de la guerra, volvió a Palestina para participar en la creación del estado judío. Después del plan de la ONU para la partición de Palestina de 1947 luchó en la Guerra árabe-israelí de 1948, sirviendo como oficial en las batallas de Latrún. En 1975, fue embajador de Israel en la Organización de las Naciones Unidas (ONU). En 1983 fue elegido sexto Presidente de Israel por la Knéset, venciendo al candidato conservador Menajem Elon. Sirvió en el cargo por dos veces consecutivas (el máximo permitido bajo las leyes de Israel de aquel entonces), retirándose de la vida política en 1993.

Arnold J. Toynbee fue especialista en filosofía de la historia, estableció una teoría cíclica sobre el desarrollo de las civilizaciones. Según Toynbee, las civilizaciones son el resultado de la respuesta de un grupo humano a los desafíos que sufre, ya sean naturales o sociales. De acuerdo con esta teoría, una civilización crece y prospera cuando su respuesta a un desafío no sólo tiene éxito, sino que estimula una nueva serie de desafíos; una civilización decae como resultado de su impotencia para enfrentarse a los desafíos que se le presentan. Dio gran importancia a los factores religiosos en la formulación de las respuestas a los desafíos. Fruto de esta teoría, Toynbee negó el determinismo en la evolución de las civilizaciones, negando que éstas deban perecer finalmente (en abierta oposición a historiógrafos como Oswald Spengler) y defendiendo que podía esperarse que la moderna civilización occidental pudiera escapar a la norma general de decadencia de las civilizaciones. Fue un autor prolífico cuya obra más reconocida e influyente es, sin duda, Estudio de la Historia (A Study of History, doce volúmenes escritos entre 1934 y 1961). En esta obra describe y aplica su concepto de desarrollo de las civilizaciones, al igual que en La civilización puesta a prueba.

2- La Conferencia de Paz de Madrid fue una tentativa por parte de la comunidad internacional de empezar un proceso de paz entre Israel y la Organización para la Liberación de Palestina, Siria, Líbano y Jordania. Ideada por el gobierno de España y auspiciada por Estados Unidos y la URSS, empezó entre el 30 de octubre y terminó el 1 de noviembre de 1991 y duró tres días. La Conferencia contaba con la presencia de los principales dirigentes de los países árabes, los líderes palestinos de los territorios ocupados y el primer ministro israelí en aquella época, Isaac Shamir. Los representantes palestinos formaron parte de la Delegación jordana. A pesar de que los representantes palestinos no eran miembros de la OLP, era ésta la que conducía a los representantes palestinos. Esta conferencia estableció las bases, las condiciones y el calendario para las futuras negociaciones, e inauguró el principio de “paz por territorios”, que aún sigue vigente hoy en día.

3- La masacre de Deir Yassin se refiere a la muerte de entre 107 y 120 civiles árabes palestinos,1 entre el 9 de abril y 11 de abril de 1948 por milicianos del Irgún y del Leji (estimación generalmente aceptada por los estudiosos2 3 ). Posiblemente, también durante después de la batalla,4 5 en la aldea de Deir Yassin (también escrito como Deir Yasin o de Dir Yassin), cerca de Jerusalén en el Mandato Británico de Palestina. Ocurrió mientras las fuerzas judías del Yishuv luchaban para romper el asedio de Jerusalén durante el período de la guerra civil que precedió a la final del mandato.

4- En 1922, los británicos dividieron el Mandato Británico de Palestina al establecer el emirato semiautónomo de Transjordania al este del río Jordán, gobernado por el príncipe hachemita Abdalá I, aunque continuaba la administración bajo un alto comisionado británico.

Acerca de David Malowany

Nací en Montevideo en 1967. Egresé de la Universidad de la República en 1992 con el título de Doctor en Derecho y Ciencias Sociales.Soy docente universitario en la cátedra de derecho comercial en la Universidad Católica y en la Universidad de la República, en las carreras de contador público y administración de empresas.Desde el 2008 soy columnista de Mensuario Identidad.

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