Los sueños, siempre se realizan. Un ejemplo palpable es del grande Roberto Bolaño. La fuerza y la valentía del hombre sudamericano, hace que el encantesimo se realice. Entender, comprender y admirar a ROBERTO BOLAÑO, para un latinoamericano es fácil. Es de siempre buscar, tener en la piel el hechizo, la suavidad de una esperanza, que debe llegar, que uno sabe, que a la fine se termina por ganar. Es el destino, hecho destinatario. Se nace pensando en el vigor, que tienes razón, se es bueno, vales, pero estas jugando con el mundo para expresarte, que lo que haces es óptimo.
Roberto Bolaño, nació con las letras, lo lleva en la sangre, en los poros, en la piel. Su camino, es recorrer senderos, caminos en el mundo, y encontrar el momento, el lugar justo donde llegará a hacer publica su obra, donde se difundirá, quedará impreso su nombre a la posterioridad. Su vida es la ruta, el sacrifico, con una meta precisa. Él sabe que es el MEJOR, es óptimo, lo escribe… Vivió la literatura a 360 grados, gozó está, fue amigo, amante, padre, llegó hacer de la literatura parte de si mismo, es seguro de lo que es. LITERATURA IGUAL A ROBERTO BOLAÑO. Es un modelo de seguir, la esperanza, tu sueño, llegará a ser real, no importando cuando tiempo pase. El tiempo no es importante, sabe que de un momento a otro llegará el dulce y suave triunfo en la literatura mundial. La vivacidad de la escritura en “LOS DETECTIVES SALVAJES” ; y “2666”, obras que nos dejan con un suspiro de admiración, no hay una utilización de situaciones, hay una limpieza de escritura, porque el escritor ES.
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