Cuentan que en Estados Unidos los ingenieros tenían un problema con los tornillos de los puentes, ya que cada vez que se aflojaban por el peso de los carros, el gobierno tenía un gasto muy grande de dinero y a los ingenieros les tomaba mucho tiempo su arreglo.
Cuando le preguntaron al rabino de Jabad, que también era ingeniero civil, les dio un consejo que tiene mucha moraleja para nuestros puentes personales hoy en día; él les dijo: “Pongan los tornillos al lado contrario y así con el peso de los carros en vez de aflojarse se van ajustar.”
Cuando entendemos, por ejemplo, que el hombre y la mujer son dos cosas distintas y opuestas, cada peso y cada dificultad en el matrimonio va a ajustar la relación. “No somos iguales pero debemos respetar a todos.”
La fiesta de mañana se llama Shmini Atzeret: Shmini – el día octavo de Sucot, y Atzeret viene de la palabra Parar, detener y también estrujar; Quiere decir párate y estruja todo lo que aprendiste en las fiestas.
En Sucot agarramos las 4 especies y las movimos para todos lados…se ve aparentemente un acto pagano, pero cada uno de esas especies tiene su significado.
El Etrog (citrón), que tiene tanto sabor como también aroma, representa al individuo que estudia Torá y tiene buenas acciones.
El Lulav (hoja de palmera) tiene sabor pero no tiene aroma, representa al individuo que estudia Torá pero sin buenas acciones.
El Hadás (mirto) tiene aroma pero no tiene sabor, representa al individuo quien tiene buenas acciones pero no estudia Torá
La Aravá (hoja de sauce llorón) no tiene ni sabor ni aroma, representa al individuo que no estudia Torá ni tiene buenas acciones.
Di–s nos dice: “Únanse todos juntos en un solo manojo, pero si falta alguno no puedes cumplir el precepto”.
Cada fiesta tiene su descripción: Por ejemplo, Pesaj es tiempo de libertad, Shavuot es la entrega de la Torá, en Sucot el tiempo de construir la Sucá y habitar en ella durante 7 días. Sin embargo en el rezo de Sucot aparece como “tiempo de alegría”, pero ¿por qué a esta fiesta la denominaron “tiempo de alegría”?
Para entender esto podemos pensar acerca de un hombre que siempre tenía problemas de salud, su esposa, su suegra, el sustento diario, diez hijos en la casa sin comida, deudas por doquier y mucho más. Un día en la mañana cuando estaba gritándole a los hijos para que se despertaran para ir a la escuela, suena el teléfono de su casa, entonces el señor con todo su enojo contesta: “¿Qué quieren de mí a esta hora?”, “Hola señor, buenas días, quería avisarle que,… ¡se ganó el premio mayor de la lotería!”, le dice la señora al otro lado de la línea, entonces el señor le contesta con un grito muy fuerte: “¡Ya pagué!”. “No señor, no queremos su plata, usted ¡ganó!”. Pasa un rato hasta que él entiende el mensaje y se le dibuja una sonrisa tan grande en su rostro que cuando sus hijos lo ven piensan que perdió la razón por todos sus problemas. Además, sale de la casa cantando y silbando sin importarle el frío ni la lluvia, ni que el bus estaba repleto. ¡Él seguía contento sin importarle nada ni nadie!
Si hoy le preguntáramos: “¿Por qué está tan contento si todavía no tiene la plata?, aún tiene los mismos problemas, ¿no es así?”. Su respuesta va a ser muy sencilla: “Todos mis problemas se hicieron temporales porque hoy mismo voy a recibir la plata.”
Cuando entendemos que la vida aquí es temporal, empezamos a llenarnos de alegría y a dar la importancia a las cosas que son eternas.
Cuando nos sentamos bajo la Sucá, nunca nos va a molestar que no sea tan lujosa, porque sabemos que es temporal, sólo permanecemos siete días y luego regresamos a nuestra casa. Es por esto que a esta fiesta se le identifica con el nombre del “tiempo de la alegría”, porque lleva inmerso el mensaje de la temporalidad y esa es la mejor manera para tener alegría. Por esta razón también acostumbramos a leer el libro del rey Salomón (Eclesiastés) que habla sobre las cosas mundanas de este mundo.
Después de que esta fiesta se acaba llega la fiesta de Simjat Torá, en la cual las personas se abrazan a la Torá, porque descubrimos que la alegría verdadera está en entender la importancia de conectarse con lo espiritual.
En la fiesta de Sucot leímos sobre la guerra entre “Gog y Magog”, la última guerra de este mundo. Y ¿por qué en Sucot tenemos que leer sobre guerra?
Hay una explicación que nos puede aclarar el tema:
Sabemos que Caín mata a su hermano Abel y nuestros sabios explican que él lo que realmente deseaba era borrar de raíz el pueblo de Israel de la faz de la tierra. Luego llega Esav quien quería gobernar el mundo y dice: “Caín era un tonto por haber matado a su hermano mientras su padre estuviera vivo y por eso pudo traer al mundo otro hijo en su lugar. Yo esperaré a que mi papá muera y entonces mataré a mi hermano Jacob.”
Luego llega el faraón y dice: “Esav era de verdad un tonto, ¿por qué esperó tanto tiempo?, hasta la muerte de su papá, mientras tanto su hermano Jacob trajo muchos hijos al mundo y nunca pudo acabar con él. Yo, el Faraón, voy a matar a todos los bebés del pueblo de Israel apenas nazcan.”
Después llega el malvado Haman y dice: “Que tonto el faraón, ¿por qué salvó a las niñas?, es que no sabe que el linaje del judaísmo se da por medio de las madres. Yo, Haman, voy a matar y a destruir a todos los judíos, jóvenes y ancianos, mujeres y niños.”
Al final llega “Gog y Magog” y dice: “Todos los anteriores fueron muy tontos, ¿por qué pensaron que podían terminar con el pueblo judío con guerras físicas, o es que no sabían que mientras ellos estén conectados con Di–s siempre estarán protegidos. Yo les voy a cortar esa conexión y ellos por sí mismos van a desaparecer.”
Sabemos que el problema más grave que enfrenta el pueblo Judío es la preocupante asimilación. La última guerra no va a ser física sino espiritual, una guerra que ya está aquí y la única forma de salvarse de esta guerra es tener unión entre todos. Hay que entender la importancia de conectarse espiritualmente y eso es lo que podemos aprender de las últimas fiestas.
Para concretar y cerrar todos estos temas, cuando logramos entender que la vida aquí es temporal, sabremos aprovechar y disfrutar más del tiempo en el que estemos acá, vamos a enfocarnos más en las cosas espirituales y no en las materiales y vamos a poder vivir en armonía con todos nuestros compañeros y hermanos comunitarios.
Como la historia del rabino que vio una vez a un señor peleando con su amigo y le pregunta: “¿Por qué tratas tan mal a tu amigo?”, el señor le contesta: “Porque él antes a mí me trató mal.”
Dice el rabino: “Pero imagínate que si él muere ahora, ¿qué vas a decir en su entierro?”. Le responde el señor: “Diré que era un gran hombre y que nunca hizo mal al otro, etc., etc.”
El rabino le dice: “Entonces, ¡dilo ya!”. Contesta el señor: “Primero él tiene que morirse y después le diré todo eso.”
A veces empezamos a valorar al otro en el momento que ya no está. Pero si captamos que el tiempo en este mundo es corto y que lo vamos a aprovechar, es de esta manera que no le permitiremos a la falta de buena comunicación dañar la amistad con nuestros compañeros.
Esa alegría también la podemos ver reflejada en esta fiesta cuando bailamos con la Torá. En ningún pueblo vas a encontrar que todos bailen con su libro sagrado. Por ejemplo, un 4 de Julio, el día de la independencia de Estados Unidos, nadie va bailar con la Constitución, ya que esta la consideramos como algo que tiene que cumplirse por obligación, pues son las leyes de cada país y no las tomamos de forma alegre.
Que Di–s nos ayude a lograr unir y reunir a todas las diferentes personas, así como en Sucot y vivir en paz con todos, disfrutar de todo lo que tenemos y sentir la temporalidad y así no molestarnos por las dificultades, conectarnos con cosas espirituales y salvarnos de cualquier ataque en nuestro camino espiritual y material.
Shabat shalom y jag sameaj
Con mucho cariño
Rabino Yosef Garmon.
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