Desde el mismo día que empieza la fiesta de Rosh hashaná anhelemos para este nuevo año: verdadera intención y una actitud REAL de cambio.
Pero de cambio interno, personal. Mirar nuestra alma y pedir con fuerza a Hashem que nos molde y nos haga mejores personas.
Seamos humanos no sólo con nuestro círculo más cercano como familia y amigos, sino además con los que nos cuestan más trabajo ó no queremos estar cerca de alguien diferente.
Este cambio de acción es indispensable y prioritario no sólo para con nuestro prójimo, sino para ir expandiendo valores humanos hacia más gente.
Veamos más arriba de lo que da nuestra vista.
Comencemos en lo pequeño, en el día a día para lograr esta transformación de nosotros para nosotros y para lograr un bien mayor.
Enorgullezcámonos de que D’s nos crea para una misión mayor: una misión humana y universal.
Intentemos de manera férrea hacer el cambio. Eso generará una mejor vida. Que nuestros patrones de conducta con esta nueva actitud sean dignos de admirarse -no sólo por el resto de la gente-, sino sobre todo, porque nos sintamos orgullosos de nosotros mismos.
Agradezcamos con verdadero reconocimiento por el año que termina: que pasaron cosas buenas y malas.
Y gratitud por tener un día más para estar presentes y poder vivir nuestras fiestas mayores con mayor ímpetu y alegría.
Alcancemos nuestra prosperidad a través de gozar nuestra vida con lo que D´s nos ha regalado.
“Shaná Tová Umetuka!, feliz año 5778.
Que D´s bendiga a todos y cada uno y le correspondamos siendo mejores seres humanos.
Amén.
Artículos Relacionados: