La capacidad de expresión del ser humano se encuentra interconectada al progreso y la tecnología. La tecnología y la ciencia como extensiones de los sentidos del ser humano.
Una gran parte del público mundial reconoce a Umberto Eco como autor de novelas como “El nombre de la rosa” o “El péndulo de Foucault”. Pocos lectores saben que Umberto Eco es el padre de la semiótica estructural.
La semiótica estudia la interacción entre el signo y la cultura; Umberto la ha llamado Teoría de la Mentira en el sentido que es capaz de estudiar teóricamente el artificio del lenguaje humano. En el momento en que el hombre crea algo se transforma en un ser cultural. El hombre crea, inventa, reinventa e interpreta. Más allá de la parte física de su comunicación, el hombre etiqueta valores y significados en un sistema de relaciones de sus actos y obras.
A esta capacidad de valorar el significado de sus propios actos, creaciones y mensajes se la llama semiosis, es decir, comunicación, y depende de una comprensión de los códigos en las que se basa. La semiótica como herramienta de la teoría de la comunicación.
En la comunicación existen varios procesos que van del mensaje al feedback. El emisor emite un mensaje. Sin embargo, su significado depende de varios valores como lo son: el bagaje cultural, las circunstancias, el contexto, el referente. El receptor o destinatario recibe el mensaje, el evento comunicativo, y lo interpreta.
Digamos un hombre “grita en su sala”.
Este es un evento comunicativo elegido al azar.
Pero ¿cuál es el significado? ¿Cuál es el mensaje?…
Una persona que conoce a este hombre, e incluso vive con él, digamos su mujer, un hijo, su socio de cuarto, podrá acercarse más al significado verdadero de este evento comunicativo.
La vida de este hombre es un cosmos. Si conociéramos sus antecedentes, su bagaje cultural, las circunstancias de este evento aparentemente aislado, el contexto en el que ocurre, y su vida interior, nos sería más fácil comprender y recibir con un mínimo de filtros y distorsiones el mensaje que este hombre emitió al gritar en su sala.
Más, si no conocemos a este hombre de cerca, ni su biografía, ni su bagaje cultural, ni sus circunstancias, ni el contexto del evento, ni su mundo interior, es muy probable que no comprendamos el mensaje, y que lo interpretemos erróneamente.
¿Por qué esto es relevante al pueblo judío?…
El pueblo judío llamado “Pueblo del Libro” es un pueblo de individuos que tenemos una larga historia en el universo de la interpretación.
Esta escrito: “Amar al prójimo como a uno mismo es toda la Tora, ¡todo el resto es comentario e interpretación!”
Para poder interpretar debemos basarnos en un código fiel, claro, conciso, cuanto más amplio mejor.
El pueblo judío además es un pueblo con una rica y larga historia cultural basada en la interpretación de las Escrituras.
La biografía de este hombre que grita en su sala, su bagaje cultural, sus circunstancias de tiempo, espacio, su marco social y familiar, su contexto, su mundo interior, todos estos son elementos de un código que nos permitirá comprender el conjunto del mensaje, la intención correcta y original. Un mensaje no como evento aislado sino como conjunto.
Cuando contamos con menor información, más abstracta, de fuentes secundarias, menos clara y precisa, es más probable que caigamos en interpretaciones erróneas y subjetivas, no comprender el mensaje verdadero, y perdernos en una cadena de interpretantes como el juego del teléfono descompuesto.
Los medios de comunicación, llamada también Media porque buscan alejarse de los extremos, oscilan entre estas dos posturas, comunicar por un lado, e interpretar por el otro. La comunicación concluye, o llega a su objetivo cuando el receptor o destinatario comprende el mensaje, lo entiende, comprende el mensaje original y responde o se enriquece interiormente. Lo contrario significa perderse en el mundo de la mentira, los prejuicios, la subjetividad, la confusión y la interpretación falsa y hueca basada en códigos personales, no necesariamente basados en una realidad objetiva.
Existen eventos comunicativos que permiten y de hecho estimulan una interpretación más abierta como lo serían el arte: ” …para mí el color amarillo significa que…”, mientras que otros eventos comunicativos exigen absoluta objetividad como los datos en la ciencia.
El hombre se encuentra en medio, en esta búsqueda de la verdad que para muchos es como la búsqueda de su propia sombra.
Un evento comunicativo en el que el significado original no llega al destinatario no es un evento comunicativo.
Umberto Eco nos ha entregado la semiótica para conocer el signo, el mensaje, la obra, el código, y comprender el acto comunicativo como un evento instrumental, orquestal. Mas el mismo Eco dice que gran parte de la Historia está basada en la confusión y los malos entendidos.
La confusión y el mal entendido ocurren cuando el hombre vive encerrado en los muros de su propio mundo, y no comprende que existen otros mundos.
La interpretación no es únicamente una herramienta de la comunicación, sino una herramienta en la búsqueda de la verdad, y aunque usted no lo crea, un medio para crear puentes de paz.
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