- “En México, 163 personas fallecen al día por problemas asociados al consumo del tabaco y hay poco más de 32 millones de bebedores de alcohol, cuyo consumo se relaciona con el 60% de los casos de violencia intrafamiliar y ocasiona hasta 60% de accidentes de tránsito. El 23% de las defunciones provocadas por conductores intoxicados, ocurren en jóvenes de entre 15 y 24 años de edad. A la par, existe un preocupante aumento exponencial en el consumo de metanfetaminas y otras drogas químicas entre los adolescentes”. Datos recopilados de la Campaña Nacional de Información para una nueva Vida 2009… No por ser parte de la Comunidad Judía de México, estamos exentos de estas estadísticas tan alarmantes”.
A pesar de que las adicciones suelen ser un tema conocido, tendemos a pensarlo lejano y ajeno a nosotros mismos. Muchas veces es difícil afrontar la pregunta de qué tan cerca estamos de él, o más bien, cuál es la responsabilidad que nos toca. Es común también, que tanto en el inicio como en el curso de la adicción, la mirada se sitúe en el que consume, en su aparente irresponsabilidad o en la mala influencia de su grupo social. Generalmente pasa un largo tiempo hasta que él mismo, o quienes lo rodean, perciban y afronten su ingesta de alcohol o drogas, su compulsión al juego o sus hábitos alimenticios, como un problema. Hay casos, en los que desgraciadamente tienen que suceder acontecimientos trágicos e irreversibles que incluso, arrebaten vidas. Las preguntas jamás hechas son las siguientes: ¿En dónde estaba la familia? ¿Quién pagaba las cuentas en los antros? Cuando quería hablar de sus problemas ¿en dónde estaban sus amigos, sus padres, sus profesores?
Un poco de Información
Se considera “adicción” a cualquier actividad que el individuo no sea capaz de controlar, que lo lleve a conductas compulsivas y perjudique su calidad de vida, así puede haber por ejemplo, adicción al juego (ludopatía), a la comida, a la nicotina, a los fármacos, etcétera. La adicción está considerada como enfermedad debido a sus efectos en la salud física, psicológica y social. Asimismo, porque en la persona aparecen síntomas como señales de alerta, para indicarnos que hay una complicación en cualquiera de estos niveles. Además, genera consecuencias a nivel emocional y disminuye las funciones de autocontrol y autocrítica. Esto significa que los niveles de juicio se ven alterados, trayendo funestas consecuencias en la realidad cotidiana: manejo de autos por adolescentes intoxicados, episodios de violencia o falta de cuidado en sus relaciones sexuales, aumentando de la cantidad de embarazos no deseados y transmisión sexual de enfermedades, entre muchas otras. Los riesgos varían, pero en todos los casos, la calidad de vida de los individuos que consumen y de quienes lo rodean, se ve cada vez más lastimada. En caso de no ser diagnosticada a tiempo, la adicción puede resultar discapacitante e incluso mortal.
Es importante mencionar, que una vez que la persona se vuelve adicta, dejar de consumir ya no depende de su fuerza de voluntad o de su falta de responsabilidad, pues la necesidad de ingerir la sustancia se convierte en una necesidad fisiológica, como la tos en un enfermo de bronquitis. Es por eso que, como en cualquier otra enfermedad, se requiere de cierto tratamiento profesional para salir de ella.
Las adicciones no distinguen entre religión, edad, sexo o nivel socioeconómico, sin embargo, una parte de la población particularmente vulnerable, son los jóvenes. Para poder realizar un trabajo significativo, debemos quitarnos la venda de los ojos y darnos cuenta de que las adicciones son un tema grave y real, que destruyen por todas partes; personas, relaciones y familias enteras. Entender que tenemos el gran compromiso de informar, prevenir y promover una mejor calidad de vida, asumiendo que nos involucra a todos, como padres, hijos, maestros, hermanos, líderes de opinión, profesores, miembros de una comunidad y más ampliamente, de una sociedad, en la cual necesitamos transmitir valores que proporcionen las herramientas necesarias para que los individuos tengan la capacidad de tomar decisiones saludables, conociendo los riesgos y trabajando en sus propios valores. La tarea consiste en lograr que nuestros jóvenes sean capaces de ponerlos en práctica, con el apoyo de sus amigos, familiares y educadores, creando espacios de diálogo y reflexión, de escucha y apoyo, en los cuales se detecte a tiempo si existe un problema de pudiera desencadenar en una adicción. La omisión de este tema, implica la negación de una realidad de la que todos somos parte, y de algún modo, favorece el consumo silencioso y destructor.
Umbral… No estás solo
Umbral es una organización intercomunitaria que tiene como finalidad brindar educación, orientación, prevención y canalización a las personas de la comunidad que padezcan la enfermedad de la adicción o algún problema relacionado al abuso de alcohol, al consumo de drogas, al juego compulsivo y a los trastornos alimenticios.
Nuestros objetivos son crear conciencia de que las adicciones son una enfermedad y tienen tratamiento, así como crear hábitos que fomenten un estilo de vida sano, transmitiendo conocimientos referentes a las adicciones por medio de la prevención. Somos una organización respaldada por una red de médicos, psicólogos y terapeutas que están listos para dar atención especializada y eficaz a las personas con adicción así como a sus familiares y amigos.
Umbral se maneja con completa confidencialidad, discreción y ética para la seguridad garantizada del paciente.
Nunca es demasiado tarde, si en tu familia o grupo de amigos existen problemas de este tipo, la mejor forma en que puedes ayudarlo es informándole que padece una enfermedad, la cual tiene un tratamiento; que existen especialistas dispuestos a ayudarle a salir adelante. Demuéstrale que no está solo.
Si tienes dudas acércate a nosotros. La puerta está abierta.
Oficinas: 52450595
Línea de contacto: 13241082
Umbral: Bosques de duraznos 67 101-B Col. Bosques de las Lomas.
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