Escoge la Vida

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Escoge la vida, dice la Biblia, Det 30,19 y un niño la escogió y dedicó su vida a protegerla.

El niño, Moisés Judah Folkman, nació en Cleveland, Ohio, en 1933; hijo de un rabino, a veces acompañaba a su padre en sus visitas a los enfermos hospitalizados de su congregación, un día de esos, el niño de siete años anunció que sería médico, que daría comodidad y salud a los enfermos, su padre lo apoyo y el niño llegó a ser clínico dedicado, maestro generoso, investigador incansable; ambicioso y apasionado en sus convicciones y su trabajo.

Fascinado por la ciencia, ya en la secundaria elaboro un sistema que mantuvo vivo un corazón de ratón durante dos días después de haber sido extirpado quirúrgicamente.


Por su trabajo fue recibido a los 15 años en la Universidad del Estado de Ohio. Rápidamente adquirió los conocimientos en cirugía que le abrieron las puertas del ámbito de la academia de cirugía como miembro activo.

A los 19 años ingreso a la Escuela de Medicina de Harvard. Allí, trabajando con un compañero, inventó un marcapaso cardiaco. Sus contribuciones científicas le merecieron varios premios: Bolyston Medical Prize, Sonia Weiss y Borden Undergraduate Research in Medicine.

Se graduó en 1957, Magna Cum Laude.

Ingresó a la residencia en cirugía en el Hospital General de Massachusetts y la interrumpió para alistarse en la Marina. Fue asignado al laboratorio en el Centro Médico Naval Nacional y se dedicó al desarrollo de sangre artificial; invento un objeto implantable para proveer medicamentos conocido más tarde como Norplant. Lo dono al Concejo de Población Mundial para su uso como anticonceptivo. Al terminar su servicio volvió a Boston.

En el laboratorio de la Marina tropezó con el secreto oculto del crecimiento de tumores: fragmentos pequeños de tumor en las glándulas tiroides podían permanecer viables, pero no crecían más allá de 2 mm, mas, si los trasplantaban, crecían cuando recibían más sangre. Buscando una explicación, concluyo una proposición provocativa: Los tumores cancerosos debían estimular el crecimiento de capilares nuevos que proveyeran oxígeno y nutrientes necesarios para su proliferación y expansión continua en un proceso llamado angiogénesis del tumor.

El primero en usar el término angiogénesis fue John Hunter a finales del siglo XVIII para designar un proceso regulado fisiológicamente para formar vasos sanguíneos nuevos a partir de los ya existentes, pero la teoría cobro toda su importancia hasta1971 cuando se publicaron por primera vez los trabajos de Folkman, “El Padre de la Angiogénesis.”

Folkman postuló que los tumores deben secretar un factor de crecimiento que afecta el sistema vascular y, si se pudiera inhibir el proceso, tal vez se podría limitar el crecimiento del tumor y aun ponerlo en remisión. Así desarrollo su teoría de neovascularización.

En 1965 fue nombrado Profesor asistente de cirugía en Harvard. En un laboratorio pequeño, en un sótano, inició su largo camino en el estudio de vasos sanguíneos que inaugurarían el campo de la biología vascular. Fue nombrado Jefe de Cirugía en el Hospital Infantil de Boston, el más joven en la historia del hospital, tenía 34 años, dirigía los laboratorios de investigación y creo el Programa de Biología Celular. En la universidad llegó a ser profesor de cirugía pediátrica y de biología celular.

Folkman era conocido por su talento, su dedicación a los pacientes y a su trabajo; tenia gran habilidad para unir la biología contemporánea con la práctica clínica, era un maestro en el diagnostico diferenciado. Junto con su gran carga de trabajo en el hospital, permaneció apasionado en su misión de investigador de la angiogénesis.

En 1969 su hipótesis fue comprobada clínicamente cuando trato un niño con retinoblastoma con numerosas metástasis que estaban lejos de una cama vascular y, por lo tanto, no podían crecer. Además, el crecimiento del tumor se detenía al bloquear la angiogénesis y advirtió el descubrimiento de inhibidores que podrían ser una medicina contra el cáncer.

El enfoque de Folkman era marginado porque era contrario al conocimiento establecido de cómo se desarrollaban los canceres y como eran tratados, además, Folkman era clínico y no un investigador tradicional.

Sus investigaciones fueron publicadas hasta 1971 en su artículo The Tumor Angiogenesic Therapeutic Implications. Su hipótesis fue negada, ignorada, criticada o desechada por la mayoría de los expertos, pero Folkman persistió en su investigación.

El escepticismo de los expertos hacia difícil recibir apoyo económico y las revistas especializadas no publicaban sus artículos fácilmente.

En 74 hizo algo inaudito, cambio su trabajo en la universidad por el apoyo económico de la industria interesada en sus investigaciones en cáncer y firmo un contrato con Monsanto, el primero entre un científico y un laboratorio comercial. Folkman abrió el camino para el apoyo industrial a la investigación científica que hoy es común, pero en su tiempo también criticaron su iniciativa.

En 1979 se confirmó la tesis de remisión del tumor canceroso al quitar el estímulo angiogenesico. En 1988 se hizo el primer tratamiento de un tumor angiogenesico con resultados positivos. Desde entonces, otras enfermedades angiogénesis han sido tratadas favorablemente con ese método.

En 1981 Folkman se dedicó totalmente a su laboratorio y atrajo alumnos e investigadores, produciendo el aislamiento y reproducción de muchos factores que confirmaron sus hipótesis y se han desarrollado múltiples medicamentos para uso y beneficio de millones de personas.

En la última década del siglo XX, Folkman recibió numerosos premios: La medalla Benjamin Franklin, Massry Prize, Charles S, Mott, la medalla Dale de Inglaterra, Premio Asturias de España, Joe Steiner Investigation in Cáncer de Suiza, George Ledile de Harvard, Wolfe de Israel, Ernst Scherring de Alemania.

Moisés Judah Folkman murió de un ataque al corazón en el aeropuerto de Denver el 14 enero de 2008.

Publicó los resultados de sus investigaciones en 463 artículos y contribuyo con muchos capítulos en libros de otros científicos dedicados a desarrollar y producir más terapias que defienden la vida.

Acerca de Alicia Korenbrot

Nació en la Ciudad de México, terminó sus estudios de Filosofía en la UNAM, es Escritora y traductora. Actualemente reside en Israel.

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