Las rebeliones de los condenados

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Sir Martin Gilbert nació en Londres en 1936, su abuelo murió en el Holocausto, Gilbert llegó a ser uno de los historiadores más importantes de su época, entre otras obras, escribió lo que se ha llamado la’ historia definitiva’ del Holocausto, es una de las fuentes de este artículo, en 1995 fue nombrado Caballero por la Reina de Inglaterra.

Cuando se habla de rebeliones, lo primero que se debe mencionar son los “partisanos” -personas que sin ser militares forman una tropa ligera al mando de un jefe particular que lucha y acosa al enemigo. Lucha en la que muchos individuos cumplieron con valentía sus misiones.

Víctor Gerzon fue un voluntario lanzado por el ejército ingles en un paracaídas para organizar rutas de escape para los pilotos que caían en Europa y podrían escapar por España. Cientos escaparon por la llamada línea “Vic”.


En Yugoeslavia más de 2,000 judíos se unieron a las tropas de Tito y formaron una unidad de partisanos judíos. Entre lo más cercanos a Tito, Mose Pijade fue vicepresidente de Yugoslavia libre, el Dr., Papo fue el jefe de servicio médicos partisano. El primer radio clandestino de Zagreb fue operado por unos hermanos judíos.

En la Unión Soviética cientos de miles lucharon al lado de los soldados en la defensa de Rusia, en Moscú, el general Lev Dovatur encabezo la caballería contra los alemanes haciéndolos retirarse, otro general, Jacobo Kreisler comandante de la División de Infantería Proletaria, fue distinguido por sus acciones. La primera piloto muerta en acción fue Lydia Litvak.

Los judíos fueron muy activo en el movimiento partisanos, una de las primeras en ser ejecutada fue Masha Bruskina. En varios guettos de Rusia ocupada, como Minsk, los judíos trataron de resistir a los alemanes que los reunían para ser transportados. Los alemanes atacaron militarmente los guettos y ejecutaron a los líderes de la resistencia. Los judíos que lograron escapar a los bosques de Rusia, pelearon denodadamente como partisanos contra los alemanes.

Miles de judíos belgas se unieron a la resistencia de su país, 140 murieron en combates.

En Polonia ocupada había un fuerte movimiento de resistencia, después del asesinato masivo de judíos en la ciudad de Parczew, varios cientos escaparon a los bosques y formaron un “Campo Familiar” protegido por partisanos judíos encabezados por Yehiel Grynspan, al campo se unieron escapados de otros lugares. Tres meses más tarde, varios cientos de partisanos que se encontraban en el bosque fueron perseguidos y asesinados por tropas alemanas, también fueron víctimas del frio y el hambre. El remanente fue ayudado por un batallón partisano polaco comandado por un oficial judío: Alexander Skotnicki. 200 sobrevivieron la guerra.

El grupo de campo familiar de mayor éxito estuvo en la Rusia Blanca donde los hermanos Bielsky, Tuvia, Asael y Zus y un grupo de 150 partisanos no solo acosaba las líneas de comunicación de los alemanes, sino también protegían a más de 1 200 mujeres y niños que escaparon de guettos cercanos. Construyeron clandestinamente un molino de harina, panaderías, una cocina para todos, una herrería, un hospital y escuelas.

Cuando los SS reunieron 3,000 judíos de Tuczyn. 2,000 lograron escapar. La cacería fue feróz. Los ucranianos no les ayudaron y solo 15 sobrevivieron.

A principios de 1942. Abba Kovner inició un movimiento de resistencia en el Ghetto de Vilna con los jóvenes de una organización sionista; junto con los comunistas formaron una organización partisana bajo el comando de Yitzhak Wittenberg. Se levantarían cuando el ghetto fuera a ser liquidado, mientras su misión era sabotear, promover la lucha de los judíos fuera del ghetto, también envió mensajeros a Varsovia y Byalistok advirtiendo los asesinatos en masa y promoviendo la resistencia. Los alemanes descubrieron los preparativos y exigieron la rendición de Wittenberg o destruirían el ghetto con sus 20 000 habitantes. El grupo resistió, pero llegaron a decidir que su líder se entregara. Wittenberg se entregó y ya en manos de los alemanes se suicidó por defender a sus compañeros con su silencio.

Kovner le sucedió en el comando y pelearon contra los alemanes dentro y fuera del ghetto. En septiembre de ’43 iba a empezar la deportación a campos de trabajo en Estonia. Llamaron a un levantamiento general, aunque abrieron fuego contra los alemanes, la población del ghetto no siguió su llamado y tuvieron que cambiar su estrategia, Kovner y cientos de sus combatientes escaparon por el sistema de drenaje y otras salidas a los bosques donde se unieron a los partisanos en misiones de combate.

Kovner sobrevivió la guerra, emigro a Israel y fue escritor y poeta distinguido con el Premio Israel en Literatura en 1970.

El levantamiento del ghetto de Varsovia empezó el 19 de abril de 1943. Pelearon contra artillería y ametralladoras e hicieron retirar a los alemanes, quienes volvieron para destruir sistemáticamente los edificios. Los judíos ocultos fueron atacados con bombas de humo y granadas. La batalla duro dos semanas, cuando llegaron al lugar donde estaba Mordejai Anielewicz, líder de la insurrección, tras una breve batalla, lo mataron junto con más de 100 de sus combatientes. Durante la revuelta y posteriormente, murieron 56 000 judíos, quemados vivos en los edificios incendiados, acribillados cuando salían, otros fueron reunidos y enviados a Treblinka y tres campos de trabajos forzados cerca de Varsovia donde fueron asesinados en tres días en lo que los alemanes llamaron “festival de la cosecha”.

1 500 escaparon al lado ‘ario’ de la ciudad donde se ocultaron ayudados por los polacos, algunos fueron traicionados y entregados a los alemanes, Mas de 1,000 de estos sobrevivientes, incluyendo al comandante de una unidad de combate, Shmuel Kenigswein. Tomaron parte en el levantamiento nacional polaco. Una mujer, Shoshana Kosower, que guiaba unidades polacas por el sistema de drenaje, recibió la Cruz Polaca de Valor.

Otros guettos se levantaron en las vísperas de las deportaciones antes y después de la masacre de Varsovia, todos fueron aplastados, pero no antes de que el reto y la valentía de las victimas mostraran la fuerza del espíritu humano.

En Treblinka, el segundo campo de exterminio después de Auschwitz, había un campo de trabajos forzados y un campo de exterminio, allí, los únicos judíos ‘permanentes’ eran los que estaban obligados obligados a quemar los cadáveres de los asesinados, no podían aspirar a vivir mucho tiempo porque cada mes, más o menos, eran acribillados y sustituidos por otros prisioneros. Desde julio de ’43, los ‘permanentes’ y algunos esclavizados empezaron a prepararse para un levantamiento, robaron armas y un lunes, día en que no funcionaban las cámaras de gas, en agosto, se inició el levantamiento encabezado por el Dr. Chorarisky y Alfred Galewsky, un ingeniero, ambos murieron en el ataque. 700 judíos iniciaron la rebelión que duró 30 minutos, murieron unos SS, quemaron algunos edificios, atacaron la entrada principal mientras algunos trataban de escapar.

Algunos de los sobrevivientes fueron transportados a través del rio al bosque por partisanos polacos, otros corrieron 30 km y fueron ayudados por los aldeanos polacos. Solo 70 sobrevivieron la guerra. Treblinka siguió funcionando un año más, a pesar del fuego, los hornos quedaron en pie. Cuando la llegada de los rusos era inminente, los alemanes hicieron desmantelar los hornos, ladrillo por ladrillo, para construir una granja para no dejar rastro y mantener el secreto de sus acciones.

En Bialystok, cuando empezaron las deportaciones en agosto de 43 hubo un levantamiento encabezado por Mordejai Tenenbaum y Daniel Moskowicz, los judíos tenían unos rifles y pistolas y hasta algunas ametralladoras, pero los nazis usaron artillería y tanques para aplastarlos. Después de la batalla 1 260 niños menores de 13 años fueron deportados a Theresienstadt. Le hicieron creer que iban a Suiza y pidieron adultos que los acompañaran, su destino real era Auschwitz donde los mataron. 7 600 sobrevivientes fueron enviados a Treblinka a las cámaras de gas.

Aunque la superioridad militar de los alemanes era sobrecojedora, la resistencia e insurrección siguieron siendo un imperativo judío donde quiera que fuera posible. En Sobibor, Alejandro Perchearsky y Leon Feldhendler fueron los líderes de un levantamiento en el campo de trabajo forzado. De los 600 trabajadores, 200 fueron acribillados cuando corrían para escapar o murieron cruzando el campo minado. De los 400 que escaparon, algunos murieron de tifo o como soldados en el ejército soviético. Los 150 ‘permanentes’ trataron de escapar por un túnel que pasaba por debajo del perímetro del campo, pero desembocaba en el terreno minado que rodeaba el campo. Todos fueron capturados y ejecutados.

Solo 84 sobrevivieron la guerra, entre ellos Pechersky. Feldhendler fue asesinado inmediatamente después de la guerra por polacos antisemitas.

En Auschwitz, un grupo de judíos que trabajaba cerca de las cámaras de gas se hizo de explosivos gracias a una mujer que trabajaba en la fábrica de municiones y volaron 2 de los 4 crematoria, los que participaron en la rebelión trataron de escapar, pero fueron rastreados y ejecutados. El único sobreviviente fue un judíos de Salonika, Isaac Vewezia que logro volver al campo. Murió de hambre en los últimos días de la guerra en el campo de concentración de Ebensee en Austria.

Entre ellos, Emmanuel Levinas. En Grecia, 4 000 lograron huir a los campos y las montañas donde fueron protegidos por granjeros locales, muchos se unieron a los grupos de partisanos griegos, 40 partisanos judíos participaron con los griegos para volar el puente Gorgopotamo destruyendo el camino y las comunicaciones de trenes de los alemanes. Más de 1 000 lograron atravesar el mar y refugiarse en Turquía, el rabino griego Moses Pesah dirigió un grupo de resistencia en Thessalia. En Hungría, los judíos se resistieron a subir a los trenes de transporte, varios cientos fueron acribillados a tiros hasta la muerte en las plataformas. Los partisanos lucharon en Polonia central y en el norte de Italia, donde murió la partisana Rita Rosani y en Slovaquia lucharon como partisanos hasta liberar el país de los alemanes.

Una fuerza militar judía, la 16 División Lituana, peleo en el frente Ruso. En Inglaterra, Churchill apoyo la creación del Grupo de Brigada Judío que lucho bajo la insignia de una estrella de David.

En la última semana de junio de ’44, dos prisioneros que lograron escapar tras dos años en Auschwitz, Rudolf Vrba y Alfred Westler, tenían un testimonio terrible que contar, llegaron al oeste y pudieron dar a conocer los asesinatos en masa y todos los detalles que habían visto en ese infierno. Otros dos prisioneros que lograron escapar después de poco tiempo, Czeslav Mordowicz y Arnost Rosin, contaron la verdad de lo que estaba sucediendo en el campo de la muerte. Sus reportes fueron combinados y enviados a Suiza contrabandeados por correos y luego enviados por medio de telegramas diplomáticos urgentes a Londres y Washington. La respuesta fue inmediata: Roosevelt, Churchill, el rey de Suecia y el Papa Pio XII, exigieron se diera fin de inmediato a las deportaciones.

El final de la guerra estaba cerca, pero los SS continuaron asesinando judíos en las marchas de la muerte y en campos de concentración en su afán por ocultar lo que habían hecho. En uno de esos campos, en Ebensee, Lev Manevitch, casi muerto por inanición, advirtió a sus compañeros contra la orden alemana de refugiarse en un túnel de los ataque aéreos, sabía que era una trampa alemana, allí los matarían, “nadie ira” grito en varios idiomas; los prisioneros reconocieron la urgencia de los gritos y se rehusaron a ir al túnel. El día siguiente el campo fue liberado, pero Manevitch estaba muy débil para sobrevivir. Murió 4 días después de su acto de rebelión.

Los rusos lo honraron con la distinción más alta: Héroe de la Unión Soviética.

La Guerra terminó el 7 de mayo de 1945.

 

Acerca de Alicia Korenbrot

Nació en la Ciudad de México, terminó sus estudios de Filosofía en la UNAM, es Escritora y traductora. Actualemente reside en Israel.

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