Eva Beitman

Como toda exposición, la Bienal que ha presentado el Museo Tamayo de Arte Contemporáneo, es de gran interés, ya que presenta las tendencias artísticas, a las cuales se ha dirigido y desarrollado la pintura mexicana actual. Las tres obras premiadas que han sido: El significado del sueño con fuego, depende del contexto del mismo. (Soñar con fuego puede simbolizar la destrucción, la pasión, el deseo, la transformación, la iluminación o la furia) del pintor Manuel Mathar Martínez; Boceto para frustrar la calma del pintor Hugo Lugo; y Evento en proximidad del artista Adrián Procel González, son tres obras totalmente distintas en concepción de idea y elaboración.

Viajando por la República Mexicana, en esta ocasión me tocó visitar el Estado de Guerrero. Acapulco siempre tuvo una proyección en el arte mexicano, así que decidí visitar la Galería Arte al Sur, del Centro Cultural y me encontré con la obra de Héctor Correa Massiel. Este artista hizo sus estudios de pintura en la Escuela Nacional de Artes Plásticas de la UNAM (la ENAP) en el campus más cercano al puerto que es Taxco.

Cabalgando el tigre. Es una exposición emblemática, que resulta clave para entender los cauces de la investigación pictórica y escultórica en las últimas dos décadas. El artista nace en un lugar de provincia, específicamente en Puebla en 1959 y es un artista que ha trabajado tanto la pintura como la escultura. Su característica principal es que retoma la libertad en el uso del color y en la aplicación de la pintura, a base de pinceladas sueltas y gestuales.

Mayo fue el mes elegido para presentar una colectiva, en la que no sólo participaron artistas judeo-mexicanos, sino también artistas de Jevel Eshkol, como Yona Levy, artista plástica y compositora, autora de un libro de poemas ilustrado con sus propios dibujos. También se contó con la obra de Héctor Roitman, quien nació en Buenos Aires, y radica en Israel desde 1985. En ocasión de la exposición dio una charla sobre el arte en tiempos de guerra.